El día del macroTezanos amagó con lluvia en Madrid. Nadie se creía nada, los paraguas se abrían o no se abrían en un +/-. Los televisores intentaban explicar que la Sociología es una ciencia pero menos, con quesos como falacias, con tablas como una realidad paralela e insondable. Tezanos logró lo imposible, cuantificar una nada, el sanchismo, moderarlo para que no cantara el truco y que Adriana Lastra nos enseñara demoscopia plurinacional abrigada en cuero rojo.
Lastra, la guaje, es lo que tiene; no es sospechosa de patinar en nada porque su currículum nos dice que, al contrario de Terencio, todo lo humano le es ajeno. De la derechita cobarde se ha pasado a la derechita inexistente así, como del rayo.
El día del macroTezanos cantaba el realismo mágico del CIS que Sánchez arrasaba en Andalucía, y de ahí que tengamos al presidente en breve en Dos Hermanas, isla sanchista en un mar que fue susanista donde resucitó Sánchez y desde donde se ve el puente del Alamillo si se cierra bien la mirada.
Pedro Sánchez, además, no quiere debates porque quien tiene el barómetro y tiene a sociólogos inspirados tiene el mundo en sus manos. Y de ahí al Nobel de literatura -como Churchill- media un empujoncito de Iván Redondo. Sánchez y Redondo nos han cambiado los marcos mentales, quizá con ellos la negación del "no es no" sea un depende sostenido, una cosa y la contraria y un barquito en altamar con refugiados que no sabe si atracar o no.
El día del macroTezanos cayó en Martes de Pasión, y en Málaga andaban trasladando tronos y en Valladolid le tumbaron a Óscar Puente -un sanchista de Valladolid, si la paradoja es admisible- una semana santa laica, que es como una boda sin cuñado o un Villarejo sin grabadora.
El CIS cabalga, que es lo suyo. Mostrándonos tendencias y tablas desgranadas que dicen lo que preocupa por Lugo, que es algo muy útil en Puertollano y en Calatayud.
José Felix Tezanos logró la cuadratura del círculo. Con este hombre de partido se ha logrado la profecía autocumplida. Tezanos, eminencia del número y los quesitos por encargo, ha hecho que pase y que la derechita tridentina ni esté ni se le espere.
Mientras salía el macroTezanos, España entera -más de 16.000 contribuyentes representativos y condicionados como los perros de Pavlov- asaba la manteca o buscaba la mantilla para el Viernes de Dolores.