El humo se elevó en la medianoche del domingo en la Puerta de Brandeburgo, en el centro de Berlín, para celebrar que por fin es legal en Alemania el uso recreativo del cannabis. Los festejos han consistido en una gran fumada protagonizada por más de mil personas.
Poético y acertado. Alabo la performance.
"No queremos ser delincuentes", rezaban los carteles de los esclavos recién liberados de las leyes que no les dejaban freírse el cerebro a gusto.
Es un deseo loable. Nadie quiere ser puesto en el mismo cajón que un narcotraficante sólo por querer relajarse un poco antes de dormir. O antes de trabajar, o de salir, o en todos los descansos, o ante cualquier inconveniencia.
"Eso es un adicto; lo nuestro no es lo mismo, hay que saber fumar", te dirán. "Al que le pasa eso es porque no sabe".
Y el que sufre un episodio psicótico es porque tenía una mala predisposición genética.
Mala suerte. Lo importante es que ahora puedes jugar a la ruleta rusa con el permiso de la ley.
De hecho, ahora que la marihuana es legal, se mirará como a un bicho raro al que le perjudique. Si uno pone sobre el papel que el cannabis es lo suficientemente inofensivo como para que todos los adultos puedan consumirlo, al que tenga un problema con él se le dirá que el problema es él mismo.
Ya pasa con el alcohol. Si no lo bebes, eres un soso. Si te pasas, es que no sabes beber.
Ahora te toca aprender a fumar.
Alemania legaliza el uso recreativo del cannabis: ya se puede fumar en la calle y tener hasta tres plantas https://t.co/SkStoxjMdw
— EL ESPAÑOL (@elespanolcom) April 1, 2024
Entiendo el argumento de que si están legalizados el alcohol y el tabaco (e incluso algunos medicamentos infinitamente más adictivos que muchas drogas), es una hipocresía prohibir la marihuana.
Pero benditas hipocresías. El Estado no está para garantizar nuestros vicios.
No compro el relato del Gobierno alemán y de los que quieren legalizar la marihuana bajo la promesa de que lo hacen para proteger nuestra salud, para reducir su consumo en menores y para reducir el tráfico ilegal.
Para empezar, los datos en los lugares en los que ya se ha legalizado la marihuana no evidencian que esto sea así, sino más bien todo lo contrario.
Pero, sobre todo, no se puede legalizar la marihuana y a la vez anunciar que destinarás recursos a concienciar a los jóvenes sobre sus peligros. Si has de concienciar a la población sobre lo que acabas de permitir, quizá sería bueno darle una vuelta a la idea.
¿Primero la ley y luego la conciencia? ¿No debería ser al revés?
La droga se podrá comprar en Alemania en clubs que no podrán tener más de 500 socios y que no se podrán publicitar. A ver, ¿estamos intentando acabar con el tráfico de drogas o tratando de convertirlo en producto nacional?
No se puede pretender una cosa y su contraria. O es una droga cuyo consumo es asumible por la sociedad o no lo es.
Nunca ha sido más evidente que "legal" no equivale a "bueno".
Es legítimo que uno quiera tener la libertad de hacer lo que no le conviene. Pero no es lo mismo hacerlo individualmente, asumiendo todas las consecuencias, que convertirlo en un bien auspiciado por el Estado.
Y si lo vas a hacer, por lo menos no mientas. Di que apruebas la marihuana por dinero, por coherencia liberal o porque puedes.
Lo que sea. Pero que no nos vendan que lo hacen por nuestra salud.