El coronavirus está afectando de lleno a nuestro estilo de vida. Mientras la OMS declara la enfermedad como pandemia global y confiesa su profunda preocupación, en España se contabilizan más de 2.000 casos y los fallecidos suman ya medio centenar.
El coronavirus es una realidad, pero para que altere lo menos posible a nuestra cotidianidad hay que tener en cuenta tres pilares fundamentales que debemos cumplir todos: desde la más alta Administración al último ciudadano.
1. Sistema Sanitario
Es fundamental que la Sanidad española, que durante muchos años ha venido siendo orgullo de los ciudadanos, debe fortalecerse con las inversiones que sean precisas. Las quejas de los profesionales que exigen más recursos técnicos y humanos se han venido incrementando, lo que debe tener una respuesta inmediata por parte de las autoridades.
A pesar de la profesionalidad de médicos y sanitarios, es evidente que la cesión de las competencias de Salud a las regiones ha derivado en una descoordinación que no se soluciona con buena predisposición. Que en España haya doce teléfonos de información sobre el coronavirus -hecho insólito en toda Europa- es sólo la punta del iceberg de algo más grave: la diferencia en la atención sanitaria entre unos españoles y otros.
Por otra parte, en las actuales circunstancias es más que deseable que quienes estudian la especialidad de Medicina puedan ser movilizados para descargar el trabajo de los hospitales, del mismo modo cabría aligerar la burocracia para que facultativos extranjeros puedan ejercer de inmediato en nuestro país.
2. Las empresas
Este jueves se reúne la mesa de diálogo social entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal. En pocas ocasiones los agentes sociales han coincidido en algo, pero ahora instarán conjuntamente al Ejecutivo a que ponga todos los recursos que sean precisos para garantizar la supervivencia de las empresas.
De momento, el presidente Sánchez se ha comprometido a facilitarles liquidez y beneficios fiscales que minimicen el impacto del coronavirus. Conviene recordar que el FMI ha instado a España a que aplique medidas extraordinarias a este respecto para evitar un futuro económico "sumamente incierto".
3. Los bulos
La expansión del coronavirus ha traído parejo el fenómeno del incremento de los bulos sobre la enfermedad. Actualmente, el Código Penal en su artículo 561 establece penas de prisión y multas graves a quienes "con ánimo de atentar contra la paz pública" difundan "falsamente la existencia" de "sustancias biológicas" que "puedan causar daño a la salud". Sin embargo, esta tipificación penal, ante la multiplicación exponencial de las redes sociales y su influencia, debe revisarse. De lo contrario, saldrá muy barato generar estados de psicosis entre la población.
Aunque no es sólo cuestión de abordar este problema desde lo punitivo: urge que los españoles interioricemos un código de buenas prácticas para gestionar la información en momentos de crisis.