La irrupción de Criteria en ACS con el 9,4% de las acciones permitirá al holding de la Fundación La Caixa convertirse en el segundo mayor accionista de la compañía, por detrás del propio Florentino Pérez, que ostenta el 14,5%. Culmina así una larga y fructífera colaboración y sintonía entre Isidro Fainé, que se incorpora como nuevo consejero dominical de ACS, y el también presidente del Real Madrid.
El coste total de la operación ha rondado, de acuerdo con lo comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, los 983 millones de euros. Criteria amplia así su cartera de activos en las grandes compañías industriales de nuestro país en un momento en el que muchas empresas extranjeras están entrando o demostrando interés por tomar posiciones de control en ellas.
Criteria se revela por tanto como la gran palanca que necesita la industria española para contrarrestar la voracidad exterior.
La llegada hace apenas cuatro meses de Ángel Simón a Criteria como nuevo consejero delegado ha permitido, bajo la directriz de Isidro Fainé, darle la vuelta a la estrategia del brazo inversor de La Caixa y lograr que recupere el brillo y el vigor que tuvo hace una década.
Criteria deja así atrás los tiempos de las inversiones meramente financieras para convertirse de nuevo en un gran grupo industrial con posiciones de control e influencia. Tanto empresarial como política, aunque esta última nunca dejó de tenerla Fainé pese a todas las maniobras desatadas contra él en el contexto del procés.
Durante las últimas semanas, Criteria ha llegado al 5% de Telefónica. Una participación que se incrementará próximamente hasta el 10% con el objetivo de igualar los porcentajes que ya están en manos del Gobierno y que pretenden alcanzar la saudí STC. El objetivo es doble. Igualar el peso del inversor público, y garantizar un núcleo estable y de largo plazo que consolide la españolidad de la operadora.
Criteria ha entrado también en el capital de Puig tras su salida a Bolsa con el 3,05%, comprometiéndose a una inversión de 425 millones de euros. A ello se suma el 17% que prevé alcanzar en la constructora Colonial y no se descarta que incremente su posición en Agbar, algo que sería coherente con su protagonismo en todos los frentes del sector de las infraestructuras, combinando su apuesta por el agua con la de la energía.
A este respecto también tiene pendiente una importante reestructuración en Naturgy que pasaría por una OPA conjunta con la emiratí Taqa para dar estabilidad a su accionariado, garantizar, como en el caso de Telefónica, su españolidad, y evitar que un activo industrial de este peso caiga en las manos de fondos de inversión extranjeros.
Por el momento, la última gran operación de Criteria es la mencionada adquisición del 9,4% de ACS. Adquisición alentada por la gran transformación que Florentino Pérez ha hecho de una empresa que ha pasado de ser una modesta constructora nacional, en sus inicios, a una de las grandes compañías multinacionales de infraestructuras del siglo XXI.
La transformación de la estrategia de Criteria liderada por Isidro Fainé y Ángel Simón es, por todo ello, una extraordinaria noticia en cuanto supone la recuperación de un importante actor en el sector industrial que, además, sintoniza con una de las obsesiones del actual Gobierno: garantizar que las empresas estratégicas españolas no caigan en manos extranjeras.
Pero Criteria cumple además otro papel importante. Impedir que el peso del sector público en esas empresas sea excesivo, interfiera en el juego del libre mercado o ponga en peligro su independencia.
Un papel estabilizador en lo empresarial, pero también comprometido con el peso y la proyección de España en el mundo.
Las recientes inversiones de Criteria le harán embolsarse al menos 1.500 millones en dividendos. Una cantidad que le permitirá mantener la imponente obra social de la Fundación La Caixa, una de las mayores del mundo en el tercer sector y un ejemplo palmario de cómo el capitalismo puede proporcionar grandes retornos en el ámbito de la corrección de las desigualdades y de la protección de los más desfavorecidos.