Sánchez se borra de la manifestación y del Congreso
La guerra civil del feminismo ha desencadenado justo el efecto contrario al que se pretende. Todas y cada una de las portadas están dedicadas hoy a los machetazos entre PSOE y Podemos. Las informaciones sobre los techos de cristal, la dificultad de las mujeres mayores para encontrar trabajo, la maternidad o la conciliación ocupan un lugar muy secundario en los distintos periódicos.
Vean la retahíla de las portadas. El País: “La coalición vota enfrentada la reforma del sólo sí es sí”. El Mundo: “La reforma de la ley del sólo sí es sí dinamita la unidad del Gobierno”. ABC: “El PSOE se harta de la ‘impresentable’ Irene Montero”. Lo de “impresentable” lo dice el PSOE, no el ABC. La Razón: “Choque total entre PSOE y Podemos por el sí es sí”. El Confidencial: “Sánchez rompe con Igualdad y mantiene la crisis tras el choque de trenes por el solo sí es sí”. Y EL ESPAÑOL: “El 'sí es sí' rompe 'de facto' el Gobierno: Podemos une al PSOE con los ‘fascistas’ contrarios a la ley”.
Este último detalle es maravilloso. En un momento dado, Lucía Muñoz, la dirigente de Podemos encargada de intervenir en el Congreso, metió a sus socios de gobierno, a los socialistas, en el saco del “fascismo”. Cuca Gamarra, más conocida como Cuca Modric, dijo: “¡Es la primera vez que un gobierno se censura a sí mismo!”.
Vistos los titulares, vamos con los hechos entresacados de todas esas crónicas. Se llegó a la votación en el Congreso tras un tenso Consejo de Ministros. En el Parlamento, el PSOE hizo prosperar la votación gracias a los votos de PP, Ciudadanos y PNV. Enfrente, toda la cuadrilla (Bildu, ERC), que prefirió mantenerse fiel a Podemos.
Ahí va un detalle recogido también por todos los periódicos: no acudió al debate en el Congreso, aparte de Ione Belarra e Irene Montero, ¡ningún otro ministro! Y Pedro Sánchez no sólo no fue a votar, sino que tampoco pidió el voto telemático. Yolanda Díaz, cuyo veredicto fue una incógnita hasta el final, no asistió al debate, pero sí apareció en la votación para apoyar a Irene Montero. La vicepresidenta, asustada por el lío que supone armar su candidatura, abrazó literalmente a la ministra de Igualdad. Se puede ver en la foto escogida por El País. Las dos caminando, Díaz cogiendo a Montero por la cintura.
Cuenta El Confidencial: “Es la primera vez en esta legislatura que Pedro Sánchez no acude al acto institucional del 8-M organizado por el ministerio de Irene Montero”. Pero ¿qué pasa con los ocho ministros socialistas que sí van a ir? El Mundo: “El PSOE teme sufrir ‘situaciones desagradables’ hoy en el 8-M. ‘Preocupación real’ de que haya protestas contra los ocho ministros socialistas que irán a la manifestación”.
Y mientras todo esto sucede, mientras el Gobierno es incapaz de reformar una ley que beneficia a los agresores sexuales, llega esta noticia que publica EL ESPAÑOL. María Peral, en la sala de lo Peral: “La 'ley del sí es sí' también favorece a 'las manadas'. El fiscal pide bajar la pena por una agresión grupal. ‘Es claro que la nueva normativa resulta más favorable’, afirma la Fiscalía del Tribunal Supremo respecto a los tres condenados de 'la manada' de Badajoz”.
Hay novedades sobre el Tito Berni. El Confidencial publica esta mañana las agendas intervenidas por las fuerzas de seguridad a distintos miembros de la trama. Son enternecedoras, ¡qué caligrafía! Muy parecida a cuando, de niños, apuntábamos los cromos que nos faltaban o la alineación que creíamos exhibiría nuestro equipo el fin de semana. Es importante la aparición de las agendas porque los investigadores ya no sólo cuentan con los mensajes, audios y fotos, sino también con este material escrito a mano. Los cuadernos –dice El Confidencial– “permiten reconstruir las actividades de este presunto grupo criminal liderado por un diputado del PSOE, conocido con el alias de Tito Berni y dedicado al cobro de comisiones de empresarios a cambio de tratos de favor”.
En ABC aparece en una foto Patxi López mirando al horizonte con una mano en la cintura. El titular dice: “Los socialistas se conjuran para superar el escándalo y presentarse como víctimas. La reunión del grupo parlamentario sirve de desahogo para diputados que se consideran damnificados”.
Y termino, si me da tiempo, con una noticia que recogen El Mundo y El País. Es sensacional por su vertiente entre el surrealismo y la xenofobia: “Municipios de Girona promueven hablar solo en catalán durante 21 días. La campaña del Consorcio de Normalización Lingüística quiere ‘evitar la mala costumbre’ de pasarse al castellano”.
Dice este Consorcio Lingüístico: “Uno de los hábitos más frecuentes en Cataluña es el de los catalanohablantes que cambian automáticamente de lengua cuando alguien les habla en castellano o, sencillamente, cuando se dirigen a alguien que por sus rasgos físicos no reconocen como un autóctono”. Ese hábito se llama convivencia… y quieren acabar con él.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.