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"El encuentro será en Madrid, en privado, y habrá una imagen si ellos quieren". Eso es en lo que han quedado padre e hijo tras hablar ambos por teléfono justo a la llegada de Felipe VI a Emiratos Árabes en la tarde de este domingo. La cita del reencuentro será a partir del 21 de mayo, cuando el rey emérito, Juan Carlos I, regrese a Madrid, según ha adelantado este lunes en Onda Cero el periodista Fernando Ónega, con buenas fuentes en palacio.
Tras casi dos años en Abu Dabi, Juan Carlos I vendrá a España este próximo fin de semana para estar el 21 y 22 de mayo, sábado y domingo, en Sanxenxo (Pontevedra), ha detallado Ónega en el programa Más de uno de Carlos Alsina.
Será a continuación cuando el emérito, de 84 años, acuda en Madrid al palacio de La Zarzuela para ver a su familia: a su hijo el rey Felipe VI, a su nuera la reina Letizia, a su esposa la reina emérita Sofía y a su nieta la infanta Sofía (la infanta heredera, Leonor, está estudiando en Gales).
El rey Felipe VI realizó un viaje relámpago con destino a Abu Dabi, acompañado por el subsecretario de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Luis Manuel Cuesta, para trasladar sus condolencias al nuevo presidente de Emiratos Árabes Unidos por el fallecimiento del jeque Jalifa Bin Zayed Al Nahyan.
La ceremonia tuvo lugar en el Palacio Real de Abu Dabi, que se encuentra a unos 20 kilómetros de la isla de Nurai, donde reside el rey emérito invitado por la misma familia del jeque fallecido.
"La llamada fue breve, cordial y sin problemas. El Rey le dijo a su padre que acudiría la ceremonia de condolencias por el jeque y que no sería conveniente que se vieran para evitar que alguien tomara una imagen. Quedaron en que la primera imagen de ellos juntos sería en suelo español, en Madrid, pero nada más", cuenta una persona cercana al equipo de Felipe VI.
"La llamada fue breve. El Rey le dijo a su padre que no sería conveniente que se vieran para evitar la imagen"
"El propósito -prosigue la misma fuente- es que no se encontraran por casualidad en el momento de presentar los respetos, porque eso es una especie de tanatorio, y podría haber pasado y que alguien hubiera hecho una foto. La llamada fue por eso y ya está".
Lo que Zarzuela ha definido un viaje relámpago fue en realidad así, ya que el avión del Rey aterrizó en Abu Dabi alrededor de las 4 de la tarde (hora peninsular, dos más en el emirato) y tras una estancia de tres horas, el rey emprendió viaje de regreso a Madrid, donde llegó el mismo domingo por la noche.
Felipe VI, siguiendo el estricto protocolo funerario de los países árabes, representó a España en las ceremonias de pésame en las que los allegados, presididos en este caso por el jeque Mohamed bin Zayid Al Nahyan, presidente del Estado de los Emiratos Árabes Unidos y emir de Abu Dabi, reciben a los altos dignatarios emiratís, así como a las delegaciones extranjeras en un inmenso salón por el que todos van pasando.
Han acudido también los presidentes de Francia y Turquía, los reyes de Bélgica y los de Países Bajos, además del presidente del Consejo de la Unión Europea, Charles Michel, entre otros mandatarios. Y es en esta ceremonia donde podría haber tenido el encuentro que se quiso evitar entre Felipe y su padre, ya que hay que recordar que Juan Carlos lleva en Emiratos desde hace casi dos años invitado por la familia del jeque Mohamed bin Zayid Al Nahyan, del que es amigo íntimo.
Evitar especulaciones
Desde que en agosto de 2020 el Rey Juan Carlos trasladara su residencia a Abu Dabi, lugar en el que ha decidido permanecer, los Emiratos se han convertido en un destino a evitar por la Familia Real. De hecho, este es el primer viaje que Felipe VI realiza a Abu Dabi desde que su padre se mudó. Así, el Rey no acudió a la inauguración de la Expo de Dubái, a la que sí fue Pedro Sánchez, como una manera de evitar dar lugar a especulaciones.
Dubái se encuentra a tan solo 400 kilómetros de Abu Dabi, por lo que la presencia del Rey allí posibilitaba un encuentro con su padre, considerado inadecuado. "Pero a este no podía faltar, se iba a tomar como una ofensa por los jeques, ya que es una suerte y para ellos eso es muy importante. Tenía que ir y tenía que llamar", aclara la misma fuente.
La conversación telefónica entre padre e hijo ha sido la manera de asegurarse de que nadie va a tener esa imagen del rey actual y el emérito sin supervisión o consentimiento, sin estar controlada por Zarzuela. "Ese encuentro tendrá lugar, pero no sabemos cómo ni cuándo", insisten.
"Será en Madrid, porque, aunque don Juan Carlos se vaya a Galicia, el Rey no va a viajar allí a verlo. Pero tendrán que pensar mucho el lugar y la escenografía. ¿Será en su despacho? ¿Tendrán cara distendida o seria? ¿De pie o sentados? Todos esos detalles hay que tenerlos en cuenta porque hay que ser conscientes de que cuando se produzca no se hablará de otra cosa", añade la misma fuente.
Después de esta crisis, de lo que se trata es que la imagen de Felipe VI no quede dañada
Los amigos
Por tanto, después de la crisis del pésame en Abu Dabi se producirá la del reencuentro en Madrid este fin de semana o la semana que viene, de lo que se trata es que la imagen de Felipe VI no quede dañada. Tras casi dos años pidiendo permiso para su regreso, ahora parece que el Emérito se ha estado haciendo esperar. Lo que pensábamos que iba a ser un hecho antes de la primavera, todavía no ha sucedido. El regreso, según ha adelantado el periodista Fernando Ónega este lunes, será el 21 de mayo, este próximo sábado.
"Uno de los problemas que tiene es a dónde vuelve. Nosotros aquí lo tenemos todo listo. Si quiere venir le esperamos con los brazos abiertos. A principios de julio viene la competición que más le gusta, la Copa de España, pero hasta ahora a nosotros no nos ha dicho nada. Su tripulación le espera, y estamos seguros, porque él nos ha dicho por teléfono en varias ocasiones que se muere de ganas por venir, pero por ahora no sabemos nada", nos cuenta uno de los muchos amigos que Juan Carlos mantiene en Sanxenxo. Precisamente, ahora se ha sabido que esta localidad gallega será el primer destino de su viaje de vuelta a España este próximo fin de semana.
Hasta que se ha sabido hoy que Juan Carlos I vendrá a España el 21 de mayo, se había barajado que una hipotética fecha de vuelta a España podría ser para que coincidiera con el día 24 de junio, la festividad de San Juan, uno de los días favoritos del emérito. En el pasado, esta jornada se celebraba por todo lo alto en los jardines de Zarzuela o incluso en los del Palacio Real de Madrid.
Pero el problema es que el emérito quiere ir a pernoctar en su antigua residencia y eso es algo que de momento el actual equipo de Felipe VI no ve posible. La Casa Real prefiere que mantengan la reunión, de la que se repartirían unas fotografías, y que después el rey Juan Carlos duerma en otro lugar.
Por supuesto, la infanta Elena ya ha ofrecido su casa, recién inaugurada tras las obras, pero su padre se ha negado a dormir en otro sitio que no sea su antiguo dormitorio. El dormir o no en Zarzuela no es un hecho sin importancia para la Casa del Rey y sobre todo para el Gobierno de Pedro Sánchez, ya que se trata de una propiedad de Patrimonio Nacional, es decir, del Estado.
El propio presidente del Gobierno ha manifestado que el rey emérito debe dar "explicaciones" por su conducta del pasado, así que desde Moncloa presionan para que Juan Carlos pise el recinto de El Pardo, donde se encuentran todas las oficinas de la jefatura del Estado, pero que no se quede mucho tiempo.
"Desde el ejecutivo también presionan porque no lo quieren ver durmiendo a costa del Estado; la papeleta no es fácil de resolver, porque se trata de un señor mayor que siempre ha hecho lo que le ha dado la gana y ahora vienes a decirle tú que no puede dormir en la que ha sido su casa desde hace 40 años porque a Podemos y los independentistas les va a sentar mal", sentencia un antiguo edecán del ex jefe del Estado.
Sin embargo, Juan Carlos de Borbón habría aceptado no dormir en La Zarzuela, según la información que ha dado este lunes en Onda Cero el periodista Fernando Ónega, que tiene contacto con el rey emérito.
Morir fuera de España
Hace meses que el reencuentro entre padre e hijo está más cerca de producirse tras los años convulsos en los que las investigaciones periodísticas y judiciales han puesto luz sobre la fortuna del rey Juan Carlos y sus irregularidades. Tras concluirse que es inimputable debido a que en aquel momento le protegía la inviolabilidad del cargo, las investigaciones sobre él se han ido archivando.
De ese modo, el Emérito y su círculo ya han ido deslizando que su regreso a España está cerca. Aunque continuará viviendo en Abu Dabi, realizará frecuentes viajes a España, dejando abierta incluso la puerta a un regreso permanente en el futuro.
En Abu Dabi, Juan Carlos ha encontrado "tranquilidad" pero tiene intención de viajar a España con regularidad porque "siempre la llevo en el corazón". Según el antiguo jefe del Estado, el objetivo de estos viajes no es otro que el de "visitar a la familia y amigos".
Hace unas semanas, el ya retirado monarca envió una carta a su hijo para decirle que le gustaría "culminar esta etapa de mi vida desde la serenidad y la perspectiva que ofrece el tiempo transcurrido". Hacía alusión al deseo que le transmitió en 2019 "de retirarme de la vida pública" y prometía que "así lo seguiré haciendo".
Así las cosas, los emiratíes han visto, además del fallecimiento del emir, cómo perdía la vida el jeque Hamdan bin Rashid Al Maktoum, vicegobernador de Dubái, ministro de Finanzas de los Emiratos Árabes Unidos y empresario hípico de renombre internacional. Ocurrió en marzo de 2021. Tenía 75 años. También Bandar bin Abdelaziz al Saud, el hermanastro del rey de Arabia Saudí y viejo amigo de Juan Carlos, fallecía a mediados de 2019 a los 96 años tras mucho tiempo peleando contra una grave enfermedad.
Estos y otros son algunos de los nombres de las familias arábigas cuyos lazos habían sido cultivados por el Emérito décadas atrás. En parte gracias a él, los lazos de la monarquía española siguen afianzados tras una longeva amistad. Y eso ha repercutido en los intereses económicos que España tiene en la región.
La situación más embarazosa que se podría producir si Juan Carlos continúa residiendo en Abu Dabi sería que se muriese lejos de los suyos, lejos de su tierra, fuera de España. A su alrededor, Juan Carlos ha visto, como decíamos, fallecer en las últimas fechas a algunos de los hombres más poderosos de Oriente Próximo, y es posible que ello haya influido en la carta que remitió hace mes y medio a Felipe VI. El Emérito quiere regresar a casa a pasar los últimos años de su vida, quizás tras la etapa más complicada de todas.