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'Korol' meshayet, cuya traducción del ruso, más o menos literal, sería "el rey estorba" es el nombre de una famosa jugada de ajedrez que le dio varias victorias importantes a Alexander Alekhine, uno de los ajedrecistas más famosos de la historia y uno de los héroes más aclamados de la antigua Unión Soviética por haber vencido en varias ocasiones a su enemigo acérrimo, Estados Unidos.
Aunque no seamos expertos en el juego de procedencia india, se trata de aprovechar la muerte de una pieza importante, como la reina, para distraer a tu oponente y poner en jaque mate a su rey. Y aunque resulte paradójico ésta es la jugada que ha usado Juan Carlos desde Abu Dabi para poder regresar este fin de semana a España.
La vuelta del emérito a suelo español no ha sido una decisión pensada y meditada, (deseada sí, ya que era su fijación desde el mismo día que se marchó a Abu Dabi), pero no planificada.
"Lo decidió el día de la llamada de su hijo, entonces pensó que era el momento. Felipe VI le dice que es mejor que no se vean en la ceremonia del pésame del emir en Abu Dabi, que le espera en Madrid para un encuentro a solas. Entonces el jefe ve ahí el hueco, ya tiene el permiso que estaba esperando y se decide a venir", asegura una fuente cercana al equipo que lleva casi dos años en Oriente Medio con el emérito. Una jugada maestra que ni Zarzuela se esperaba y ante la que no han podido o sabido reaccionar. ¡Jaque mate!
Las cosas se han precipitado de tal manera que ha pillado por sorpresa a todo el mundo. La precipitación derivó en un torrente de noticias, horarios y datos sin confirmar que obligaron, a la Casa del Rey, presionada por Moncloa, a emitir un comunicado el miércoles por la noche con la agenda del emérito durante su visita a España y dejando claro que es temporal y que no va a dormir en Zarzuela.
"Ni el mismo anfitrión sabía qué día llegaba Juan Carlos a su casa. Le llamó la infanta Elena el miércoles por la mañana para decírselo, que a Pedro [Campos] le da exactamente igual porque su casa es la del rey, pero que ha sido todo muy rápido", explica uno de los muchos amigos que esperan al padre de Felipe VI en la ría de Pontevedra.
Lo que nunca pudo imaginar el emérito es una victoria tan aplastante sobre Zarzuela y sobre el Gobierno, tras su larga expiación de pecados en el desierto de los Emiratos Árabes. Todo un país, el mismo que le obligó a marcharse en agosto de 2020 pendiente de su regreso a España. Los partidos políticos pronunciándose a favor o en contra; el nuevo presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, dándole la bienvenida; el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín (del PP). Lo más alejado a la intención que tenía el equipo de Felipe VI. En Palacio y en Moncloa querían que la vuelta del exjefe del Estado fuera discreta y sin mucho ruido.
"Lo decidió el día de la llamada de su hijo para que no fuera a la ceremonia del pésame del emir"
Y parecía que esa era también la idea, en apariencia, que tenía Juan Carlos sobre sus posibles visitas, como declaró en aquella carta del pasado 5 de marzo que hizo pública sobre su intención de establecer su residencia oficial en Abu Dabi.
En aquella misiva decía que quería "continuar disfrutando de la mayor privacidad posible", algo que no se va a cumplir con este primer viaje. Juan Carlos tiene planeado aparecer en el Club Náutico este viernes por la mañana, donde inevitablemente recibirá un homenaje.
Antes, a su entrada al club, se está organizando todo para que el emérito se pare a posar ante la prensa, como un verdadero estrella. El Rey emérito no solo llegará en visita privada a la localidad pontevedresa, sino que habrá flashes y preguntas de la prensa antes de la regata. A pesar de decirle a sus compañeros de barco que está en "baja forma" está dispuesto a participar. A su lado, la más fiel de sus compañeras, su hija la infanta Elena. Ella tenía claro que no podía dejar solo a su padre en su primer momento en suelo español después de dos años.
Es evidente que Juan Carlos, cuando ha tenido la menor oportunidad, ha controlado los tiempos como ha querido. Ese momento fue al escucharle a su hijo por teléfono "Papá, nos vemos en Madrid", con la intención de evitar una hipotética foto en el pésame por la muerte de Jalifa bin Zayed al Nahyan, presidente de Emiratos Árabes y emir de Abu Dabi.
Nadie puede decir que no sea, a pesar de los años, una persona inteligente que maneja la política y sus tiempos como nadie. Ahora, mientras esté en Galicia no será problema de la Casa. El lunes, sí porque estará en Madrid. El jueves por la mañana hubo una reunión para decidir qué y cómo será el encuentro entre el padre y el hijo en Zarzuela.
Desde Moncloa se ha puesto como única condición que no durmiera en ningún edificio de Patrimonio Nacional pagado por el Estado. Por eso se marcha el mismo día 23 por la noche hacia Abu Dabi. El Gobierno de Pedro Sánchez no le ha dado permiso de pernocta en el Palacio de la Zarzuela. Queda por decidir si la reunión con el Rey y con la Reina Sofía quedará inmortalizada en una foto. Y si se hace ¿cómo va a ser esa foto? ¿los tres sentados? ¿alegres o tristes? ¿con cara seria? La verdad es que no es un papel sencillo.
De nuevo la más damnificada en todo esto vuelve a ser la reina Sofía. La emérita se ha enterado primero por la prensa y luego por su hija mayor, la infanta Elena, del inminente regreso de su marido. De hecho, está en Miami en un acto al que ella misma ha querido acudir. La reina Sofía se ha desplazado hasta la ciudad de Florida para una actividad "de carácter privado", tal y como informa la Casa del Rey. En este caso, explican, doña Sofía ha querido estar presente en "las actividades organizadas en esa ciudad por el Queen Sofia Spanish Institute para conmemorar el 500º aniversario de la primera circunnavegación coincidiendo con la llegada a Miami del buque escuela de la Armada Juan Sebastián Elcano".
A su lado está la más fiel, la infanta Elena, que no podía dejar solo a su padre en su primer momento en suelo español
"Si hubiera sabido que don Juan Carlos venía a España, habría adelantado la vuelta y se hubiera marchado con su hija a Sanxenxo para verle allí mismo, como hicieron en julio de 2019, antes de la pandemia. Pero le ha pillado sin aviso y ya estaba montado todo lo de Miami. Se verán el lunes. A la que no esperéis ver es a la otra reina, ese es otro tema. Y no descartes que en Galicia no aparezca también la infanta Cristina, aunque no estamos seguros, tiene toda la pinta. Son una piña", comenta una fuente cercana a la Casa.