La investidura de Javier Milei como presidente de Argentina el pasado 10 de diciembre se convirtió de forma paralela en una cumbre de la flor y nata del conservadurismo y el neoliberalismo hispanoamericanos. Entre los invitados a la toma de posesión del mandatario argentino se encontraban nombres vinculados al PP, como Cayetana Álvarez de Toledo y Esperanza Aguirre; y también a Vox, con una representación nutrida por Santiago Abascal, Hermann Tertsch o el presidente de la fundación del partido –Disenso–, Jorge Martín Frías.
Unos –los del PP– fueron invitados por Mauricio Macri y Patricia Bullrich, actual Ministra de Seguridad, quienes en la segunda vuelta de los comicios dieron su apoyo al proyecto de Milei. Los de Vox fueron invitados por el propio presidente. Pese a las diferencias ideológicas y los roces constantes en la política doméstica, los representantes de PP y de Vox estaban convocados en Argentina bajo el paraguas de la Atlas Network, una red global de 'think tanks' afines en la que ahora el partido de Abascal está ganando protagonismo.
La organización tiene vínculos significativos con la derecha en España, pero también en Estados Unidos y América Latina, donde su propósito es que la región se convierta en un bloque homogéneo de regímenes como el argentino, y hacer frente al avance del socialismo. Es exactamente el mismo objetivo que dio pie a la firma de la Carta de Madrid, promovida por Vox, un manifiesto suscrito por partidos y organizaciones privadas de la misma ideología en el entorno que en el partido de Abascal se denomina "Iberoesfera".
Internacional de la derecha
Para comprender los vínculos de Vox y PP y su papel en Atlas Network hay que remontarse al nacimiento de la red. Fue en 1981 en San Francisco, al amparo del primer mandato de Ronald Reagan en Estados Unidos, y de la mano del empresario inglés Anthony Fisher. Éste ya había fundado en 1955 el Institute of Economic Affairs, un centro cuyo fin era la promoción de los principios del liberalismo económico de la escuela de Viena contra las ideas keynesianas y socialistas.
La nueva red tenía el objetivo de aglutinar a todos aquellos partidos, lobbies y 'think tanks' de ideologías afines para unir fuerzas e influir en la formación de nuevos gobiernos neoliberales. Según un informe elaborado por la propia red en 2021, Atlas contaba con un entramado compuesto por 502 organizaciones en 98 países. De éstas, 204 están en EEUU y Canadá, 135 en Europa, 93 en América Latina y el Caribe, 42 en Asia y el Pacífico y 28 en África y Medio Oriente.
En el mismo informe, se indicaba que su presupuesto global, formado por la suma del dinero con el que cuenta cada uno de sus socios, ascendía a 909 millones de dólares, siendo la media de cada grupo adherido a la red 479.000 dólares.
Pese a que Atlas ha recibido acusaciones de injerencia política, la red se autodefine como un "movimiento por la libertad" que busca "mantener la paz, la prosperidad y la civilidad". Así, sus principales actividades consisten en la difusión de las ideas capitalistas a través de medios de comunicación, foros, redes sociales, organización de conferencias, becas, publicación de informes propios… pero no esconde que lo que busca, es que sus proyectos tengan "resultados políticos".
Así, en América Latina encontró su principal campo de actuación. Según publicó The Guardian en 2021, Atlas Network ha desarrollado campañas para promover a candidatos que encajan con su perfil ideológico –liberales en lo económico, conservadores en lo social– en las elecciones presidenciales de Perú y Ecuador, además de ofrecer apoyo al gobierno que protagonizó el golpe de estado civil en Bolivia en 2019 u organizar acciones de comunicación contra regímenes como los de Cuba o Venezuela.
Su presidente desde 1991 a 2018 fue el economista argentino Alex Chaufen, quien tiene una prolija obra dedicada a la relación entre el libre mercado y la moral cristiana. Chaufen abandonó la red hace cinco años y desde entonces preside el Acton Institute, un laboratorio de ideas cristianas y liberales radicado en Estados Unidos. El argentino sigue así vinculado a los grupos de presión e influencia de la derecha internacional, donde sigue siendo un personaje clave.
Familias políticas
Siempre en la dicotomía entre el liberalismo y el conservadurismo, la Atlas Network acoge dentro de su amplio espectro ideológico a las dos principales familias de la derecha política, situándose en un extremo los liberales clásicos y en el otro los ultraconservadores. Las delegaciones de ambos grupos se dejaron ver en Buenos Aires durante la investidura de Milei.
Según señaló el investigador Julián Macías, Aguirre y Álvarez de Toledo, las principales promotoras de Atlas Network en España junto a José María Aznar, aparecieron retratadas junto junto a Bullrich y a los hermanos Alejandro y Gerardo Bongiovani, presidentes de la Fundación Libertad, el principal 'think tank' de apoyo a Macri que hicieron de anfitriones de Milei.
Por otro lado, Abascal se fotografió con el ala dura y católica de Atlas Network, que incluía a su expresidente, Alejandro Chaufen; el politólogo conservador y presidente de la Fundación Libre, Agustín Laje; el actor, productor y director mexicano Eduardo Verástegui, también coordinador de Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) de EEUU en México y candidato presidencial en ese país; o José Antonio Kast, exdiputado chileno próximo al pinochetismo y fundador de la Fundación Jaime Guzmán.
Todos ellos se han dejado ver en España junto a representantes del grupo de presión Hazte Oír y también miembros de la secta El Yunque, como Ignacio Arsuaga y Luis Losada.
Las dos imágenes y el hecho de que todos se reunieran en Buenos Aires para confirmar el lanzamiento del primer experimento liberal en América Latina después de décadas, muestran las sinergias entre el espacio más clásico o liberal cuyo networking lideran Aznar, el escritor Mario Vargas Llosa y Macri, y la nueva derecha, también financiada y articulada por Atlas Network, pero también por organizaciones ultracatólicas, la CPAC o la carta de Madrid.
Atlas en España
Durante años, y antes de la aparición de partidos como Vox en el tablero político, Atlas Network y las ideas liberales y conservadoras en España estuvieron representadas por la órbita del expresidente José María Aznar y el ala liberal del PP. El Instituto Atlántico de Gobierno, el lobby y centro de formación liberal-conservador que preside Aznar, uno de los principales representantes de la red en España.
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En su consejo consultivo aglutina a los expresidentes Felipe Calderón (México), Iván Duque (Colombia), Luis Lacalle de Herrera (Uruguay), Mauricio Macri (Argentina), Mireya Moscoso (Panamá), Andrés Pastrana (Colombia), Sebastián Piñera (Chile), Jorge Quiroga (Bolivia), Álvaro Urbie (Colombia) y al escritor y Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.
Líderes de los 'populares' como Álvarez de Toledo, Esperanza Aguirre, Isabel Díaz Ayuso, Pablo Casado y ahora Alberto Núñez Feijoó son colaboradores habituales en actos y eventos del Instituto Atlántico y, a su vez, de la red internacional que articula Atlas Network.
Aznar, por ejemplo, es un rostro habitual en conferencias y foros del ámbito hispanoamericano, como el Foro Iberoamericano que se celebró por la toma de posesión del ecuatoriano Guillermo Lasso, en el que también participaron Ayuso, Vargas Llosa y Casado, junto a Keiko Fujimori (Perú), Iván Duque o Gerardo Bongiovanni; éste último, presente en Buenos Aires junto a Aguirre y Álvarez de Toledo. El foro está patrocinado por Atlas Network.
En España, la red también está relacionada con la Fundación Civismo, de la que Aguirre es colaboradora junto al argentino Agustín Laje, o el Instituto Juan de Mariana o el Centro Diego de Covarrubias, dos organizaciones que tienen por bandera la promoción del liberalismo económico. Jesús Huerta de Soto, el economista de cabecera de Milei, es un colaborador habitual del Juan de Mariana.
Pero desde el auge de Vox, el peso del PP en esta internacional de la derecha, ha ido en descenso. Junto al ascenso de personajes como Milei en Argentina o Jaïr Bolsonaro en Brasil, el partido de Abascal ha ganado protagonismo en la red de Atlas y ahora mismo se está convirtiendo, junto a la Fundación Disenso, en el principal apoyos españoles de la red, así como en el rostro local de la proyección internacional del liberal-conservadurismo.
De alguna manera, Vox ha tomado el relevo del entorno de Aznar en el espacio de las ideas de la derecha liberal-conservadora en el ámbito iberoamericano. "Es una evolución natural", dicen fuentes vinculadas al partido, que señalan que, con el tiempo, la formación verde ha sabido "representar mejor que el PP actual los valores conservadores y liberales clásicos".
El director de Disenso, Martín Frías, viene del Ayuntamiento de Madrid del PP, donde estuvo de 2010 a 2015 y trabajó para FAES al lado de Aznar. A Martín Frías le acompañó en el inicio en el equipo de dirección Eduardo Fernández Luiña, también excolaborador de la fundación de los 'populares'. Tampoco son desconocidos los lazos de Terstch y Abascal con Denaes, la fundación previa al nacimiento de Vox que contó con el apoyo de Aznar y Aguirre.
Prueba de este paso al frente de Vox en Atlas Network y en el circuito internacional de la derecha liberal-conversadora son los numerosos viajes y encuentros internacionales en los que ha participado Abascal (el último, en Argentina), o la actividad de Disenso en el mismo ámbito, catapultada por la Carta de Madrid. "La relación duradera entre el PP y Atlas está siendo sustituida por una alianza emergente entre Vox y Atlas", dicen desde el partido de Abascal.