El médico (y espía) gallego que salvó de los Nazis a centenares de refugiados
Este médico nacido en Galicia tenía una vida secreta: en la Segunda Guerra Mundial salvó a centenares de refugiados del Tercer Reich
31 mayo, 2020 06:00El 9 de mayo de 1972 fallecía en Madrid un médico gallego que había trabajado para la Cruz Roja durante casi toda su vida. Tras la sencilla vida de un gran médico se escondía una historia oculta de espías, nazis, agentes secretos, heroísmo, valentía, honor y amor por los demás. Fue su hija la que en 1986 comenzaría a atar los cabos que conformarían la historia de un héroe que, reclutado por los Servicios de Inteligencia británicos, salvó a cientos de perseguidos por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Esta es la historia de un héroe, la historia de Eduardo Martínez Alonso, el médico gallego que venció a los nazis sin realizar ni un solo disparo.
La historia oficial de Eduardo comienza en 1903 en Vigo. Era hijo del Cónsul General de Uruguay en la ciudad olívica hasta que en el año 1912 es trasladado a Glasgow. En 1918 vuelve a trasladarse, en esta ocasión a Liverpool, ciudad en la que cursa los estudios de Medicina.
Tras su paso por Reino Unido vuelve a España, donde abre una consulta particular, empieza a trabajar para la Cruz Roja y es nombrado médico de las embajadas de Estados Unidos y Reino Unido. Tras varios años en España vuelve a Londres y, tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, volvería de nuevo a Madrid, en donde residiría hasta su fallecimiento a los 69 años de edad.
Una vida notable, pero no extraordinaria. Pero en 1986 todo cambiaría. Ese año la hija de Eduardo, Patricia Martínez de Vicente, encuentra un diario de su padre en el piso familiar de Madrid. Tras investigar, interrogar y buscar información donde le decían que no la había, Patricia pudo reconstruir la otra vida de su padre, la vida de un héroe que se comprometió a salvar las de otros.
La “otra historia” de Eduardo comienza en Madrid. Tras abrir su consulta y comenzar a trabajar en la Cruz Roja, comenzó a frecuentar el salón de té Embassy, en la Castellana. En este afamado establecimiento se reunían de manera habitual los servicios de inteligencia británicos. Era una tapadera. Aquí Eduardo se reunía habitualmente con uno de sus mejores amigos, el Agregado Naval y coordinador del Servicio Secreto británico en España, Alan Hillgarth.
Así fue como en 1939 se ofreció como voluntario para ayudar a los británicos en España, pero su idea se convirtió en una fabulosa red clandestina para ayudar a todos los perseguidos por los nazis que se encontraban detenidos en nuestro país.
Sus misiones comenzaban tras visitar, usando como tapadera su puesto de médico en la Cruz Roja, el campo de concentración de Miranda de Ebro, donde Franco recluía a quienes llegaban ilegalmente a España huyendo del III Reich. Allí Eduardo comprobaba el estado de salud de los refugiados y expedía informes médicos con afecciones graves, en los que recomendaba a las autoridades españolas la evacuación de los pacientes, tanto por razones humanitarias como para evitar contagios en el campo.
Los refugiados eran llevados a Madrid y una vez allí pasaban por el salón de té Embassy para ducharse, comer y vestirse adecuadamente para la huida. Del salón de té partían en vehículos con matrícula diplomática a la casa que la familia de Eduardo tenía en Redondela y, desde allí, con la ayuda de barqueros locales, eran evacuados a barcos aliados fondeados en la Ría de Vigo. También eran llevados por tierra hasta la frontera portuguesa cruzando el Río Miño, en colaboración con la guardia portuguesa, e incluso se utilizó Gibraltar como salida del país.
Aunque no hay cifras exactas de cuánta gente pudo haber sido salvada por Eduardo, entre 1931 y 1941 centenares de personas fueron liberadas a gracias esta red de fuga clandestina.
En 1942, la Gestapo cercaba al doctor, así que los británicos decidieron sacarlo de España. Tras casarse el 3 de Enero, Eduardo y su esposa viajan a Lisboa en luna de miel, aunque realmente era una huida encubierta a Londres. Antes de la llegada de Eduardo y su esposa, la embajada británica en Madrid envió al Servicio de Inteligencia, el MI5, un comunicado desclasificado en el año 2005: “Eduardo ha sido nuestro principal agente del SOE al ayudarnos con los rescates desde fuera y a través de España, y por lo tanto sugiero que siga asesorándonos”.
Y así lo hizo. Desde Londres siguió colaborando con el Ministerio de Guerra hasta la finalización de la contienda, momento en el que Eduardo regresó a Madrid para seguir trabajando para la Cruz Roja hasta su fallecimiento en 1972. Jamás habló de su otra vida y su esposa siempre negó que Eduardo hubiera sido un espía. Como se suele decir, tras un gran hombre, siempre hay una gran mujer.
El gobierno británico condecoró en 1947 a Eduardo con la Medalla al Valor, y en 1958 fue nombrado miembro de los Caballeros de la Cruz de oro del Mérito por el gobierno polaco. Además, la Federación de Comunidades Judías de España le nombró ese mismo año “Benefactor de los judíos que se salvaron durante el Holocausto”. En el año 2010 fue propuesto al título de “Justo entre las Naciones”, un reconocimiento del gobierno de Israel que rinde homenaje a aquellas personas que prestaron ayuda de manera altruista a los judíos en la persecución emprendida por el régimen nazi alemán, y que tan sólo tienen nueve españoles (entre ellas las también gallegas Hermanas Touza).
Por cierto, recordemos que Eduardo, además de un fantástico agente secreto, era un extraordinario médico. Fue el primer cirujano torácico en operar el cáncer de pulmón en España.
Según datos de la Cruz Roja británica, se estima que entre 1940 y 1944, 300.000 refugiados huidos de la Alemania nazi fueron salvados en España y Portugal con la ayuda de héroes como Eduardo.
Así fue como el agente 055-A, Eduardo Martínez Alonso, Lalo como era conocido cariñosamente, uno de los 164 agentes secretos que el SOE británico (Special Operations Executive) tenía en España, salvó a centenares de personas de una muerte segura.
Gracias Eduardo. Y gracias Patricia, por desvelarnos la extraordinaria vida de tu padre, la vida de otro héroe gallego.
Historias de la Historia…
Iván Fernández Amil. Top Inspira LinkedIn. Storyteller. Jefe de Compras.
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Referencias:
- MARTÍNEZ ALONSO, E. Memoirs of a Medico. Doubleday & Co. Inc, 1961
- MARTÍNEZ DE VICENTE, P. La Clave Embassy: La Increíble Historia De Un Médico Español Que Salvó a Miles De Perseguidos Por El Nazismo. La Esfera de los Libros, 2010
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