Samoa Grillz lidera una nueva moda en A Coruña: Fundas de dientes de oro o titanio
- Alejandro Núñez es un emprendedor protésico dental que ha creado su propia marca de grillz, un elemento que aporta mucha personalidad a una boca y un toque diferente al look de quien lo luce y que han popularizado cantantes como Rosalía
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Los famosos crean tendencia tanto con su vestimenta como con otros elementos menos convencionales. Un buen ejemplo patrio es la cantante Rosalía, que acompañó su último álbum de una imagen rompedora en la que lució sus ya características uñas kilométricas acompañadas en numerosas ocasiones de distintos adornos en sus dientes, como brillantes mariposas.
Este detalle supone una atracción para unos y hasta algo hortera para el público menos acostumbrado pero las personas mediáticas crean necesidades, sobre todo a través de redes sociales, que se traducen en emprendedores negocios en muchas partes del mundo.
Así ha ocurrido en el caso de Alejandro Núñez, un protésico dental que trabaja en un laboratorio del polígono de Pocomaco de A Coruña desde 2012 y que recientemente se ha convertido en autónomo con su propia empresa: Samoa Grillz. Todo comenzó en octubre del año pasado un día cualquiera en compañía de un amigo, al que le hizo un molde de su boca y le diseñó una original funda para colocar en sus dientes.
"Los grillz los vi a los famosos en redes y la joyería me llamó la atención de siempre y a raíz de hacer la primera pieza más gente conocida me hizo pedidos y me creé el perfil de Instagram", rememora sobre sus inicios y detalla que Samoa se debe al apodo de cuando jugaba al rugby.
Colabora con estudios de tatuaje de la ciudad herculina para formalizar esta tarea, como Loco Blow, y es allí donde establece la cita con el cliente para tomar medidas para el molde y probarlo el día de la entrega tras elaborarlo en el laboratorio. Núñez opina que los grillz "son algo nuevo y hay que echarle valor" y comenta que poco a poco en A Coruña se van viendo estas piezas.
"Están teniendo aceptación y uno de los referentes nacionales de este mundillo salió de un laboratorio en Os Castros. Es un sector en auge, somos protésicos que se adentran en nuevas áreas", resume. Suele trabajar cada pieza en unos 20 días y al cliente le ve en dos ocasiones, cuando le toma las medidas y cuando le entrega el grillz.
Concreta que las piezas plateadas son las que más se suelen ver, unidas a otras de materiales como cromo-cobalto (empleado en la restauración odontológica) o titanio y oro.
Apunta que para tener algo más exclusivo hay gente que le incrusta diamantes también. "Tengo mucha clientela joven que es estudiante y opta por materiales como cromo-cobalto que están por 100 euros y las piezas de oro están entre 200 y 250, aunque con incrustaciones sube el valor", expone.
"Los grillz sirven para cualquier boca"
Cuenta con humor que a su jornada laboral le faltan horas en el día, dado que trabaja como protésico en el laboratorio hasta las 17:00 horas y a partir de ahí comienza con el grillz, lo que deriva en que a veces entre las dos cosas tenga largas jornadas de 12 horas.
"No es lo mismo hacer una muela a un paciente que hacer un grillz. La pieza más especial que he creado fue para una chica que quiso una funda de oro con tres diamantes", detalla, sobre lo que matiza que "los grillz se hacen para cualquier boca", aunqueaunque advierte que no suele trabajar con clientes que tienen ortodoncias o excesiva sensibilidad dental por precaución.
Su perfil de clientes es gente de entre 18 y 40 años, fundamentalmente de Galicia aunque su influencia se va extendiendo fuera de la comunidad progresivamente. Por su parte, Laura ha sido una de las primeras clientas de Alejandro, con el que trabaja a diario. Argumenta sobre los grillz que "son algo original con lo que darle un toque diferente al outfit", de hecho ella ya acumula tres piezas, dos para los dientes superiores y otra central de titanio y cromo-cobalto.
Dos de los diseños más neutros y otros más llamativos. "No duele ponérselo y lo notas cuando lo llevas, puedes beber perfectamente con él puesto, al hablar se nota un poco pero nada más", aclara, a la vez que subraya que "depende de mi atuendo me pongo una pieza u otra, sobre todo a la hora de salir de fiesta o a tomar algo".
En esta línea, hace un llamamiento para "atreverse" a los grillz, a marcar "un estilo propio": "La gente lo ve y todo se viraliza. Notas que la gente te mira porque capta la atención", reconoce. Otra clienta de Samoa Grillz reside en Madrid pero es gallega y recurrió a Alejandro con una idea muy clara que surgió de ver grillz a amigos. Tiene piezas de oro y otra con incrustaciones de diamante y decidió atreverse por sus características paletas separadas.
"Quería ponerme un detalle y darle personalidad a mi boca. La gente te mira porque en A Coruña aún no es muy popular, pero en París por ejemplo los grillz son algo muy normal. Un grillz lo pongo en ocasiones especiales como eventos y como si fuera un anillo o un collar y, a veces, todas las piezas a la vez", cuenta, mientras invita a la gente a "probar algo diferente, personal, único y hecho a tu medida".
Joyas impresas en 3D
Samoa Grillz ahora también se ha adentrado en el mundo de la joyería a raíz de que a Alejandro le comentase una amiga que otra que se casaba no quería unas alianzas al uso, sino algo más especial. Él no lo dudó, porque cuenta que parte de sus clientes funde joyas de oro o restos de esclavas para hacer grillz.
"Yo joyería en sí en principio no hacía y menos anillos de boda, pero esta pareja no quería alianzas comunes y por eso les imprimí un modelo propio de sellos en una impresora 3D para que tuviesen una maqueta tangible", explica.
También ha diseñado un colgante con un compañero que sí está en el mundo de la bisutería, pero los sellos son su primer producto completamente autónomo como joyas de su emprendedor proyecto.