Cinco cartas de amor le ha mandado Maje desde la cárcel de Picassent a su ex amante, Salva, para que este siguiese exculpándola y no la delatara en el próximo juicio. El autor del crimen de Patraix se encuentra en el mismo módulo que la inductora del asesinato de su marido. Esta relación de correspondencia en prisión ocurrió entre febrero y octubre de 2018.
El caso de María Jesús Moreno (más conocida como Maje), adquirió cierta notoriedad en enero de 2018, cuando este periódico publicó un serial con el sumario del caso. La historia de Maje es la de una mujer que engatusó a uno de sus cuatro amantes para que acabase matando a su marido por ella. Salva fue el ejecutor, ella el cerebro de la operación. Fue él quien, a petición de ella, asestó ocho puñaladas a su marido, Antonio Navarro Cerdán, en el parking de la casa que el hombre compartía con la joven desde que habían consolidado su relación.
La abogada del preso aportó estas correspondencias a la causa después de la última declaración de asesino ante el juez, cuando delató a Maje diciendo que fue ella quien le pidió de forma explícita que matase a quien entonces era su marido.
Encuentros en la cárcel
Para evitar el control de correspondencia que existe en los centros penitenciarios, las cartas fueron entregadas en mano por dos reclusos que ayudaron a Maje y a Salva. Al poco tiempo de entrar en la cárcel, el presunto asesino expresó su disgusto porque los funcionarios no le permitían hablar con la viuda ya que él todavía la quería como si fuese su amante. No obstante, los amantes consiguieron hablar en persona en una ocasión junto al polideportivo de la cárcel. Salva estaba asistiendo a presos en el módulo de enfermería y en una ocasión una reclusa sufrió un mareo y fue él a atenderla. Fue en ese momento cuando se cruzó con Maje y consiguieron hablar durante unos minutos.
Según ha publicado Las Provincias, Salva recibió la última carta de su amante el 30 de abril de 2017 . Él le mandó otras dos cartas y no recibió ninguna respuesta. Dentro de la cárcel la relación se enfrió y el preso se tuvo que refugiar en la religión y asistir a una terapia psicológica.
Fue la hija de Salva quien le convenció en una de sus visitas para que confesase a su abogada todos los detalles del asesinato. Y así fue. Declaró ante el juez, delató a la viuda y detalló como planearon en crimen. Salva ha atendido a varias actividades pastorales en prisión y fue un capellán quien le aconsejó que dijese la verdad.
En una de las últimas cartas que la viuda mandó al que fuera su amante, esta le confesó que le había relatado a un psiquiatra forense ciertos episodios de violencia física por parte de su marido. Este hecho nunca se lo contó a su amante y compañero de trabajo. Antes del crimen, Maje solo le informó que sufría maltrato psicológico, pero no físico.
En la última declaración de Salva ante el juez, el presunto asesino le confesó que la intención de la viuda era que él engañase también a su psiquiatra contándole unos supuestos malos tratos físicos que la joven nunca había denunciando. No obstante, la misiva llegó demasiado tarde. Salva ya había hablado con el especialista y no pudo corroborar la versión de Maje.
Noticias relacionadas
- “Somos los reyes de la noche”: así alardeaba la Manada de Alicante que prefería atacar a latinas
- La estafa de resucitar a muertos en Valencia: “Lo que ofrecen es como de Halloween”
- José y Vicky, los padres de Julen: un amor desde niños perseguido por la tragedia
- Bombas, prostitutas y amor entre corresponsales de la Guerra Civil: Hemingway y cía vuelven al Hotel Florida
- Porno en la Casa Real: las cintas de Alfonso XIII como las de Nacho Vidal que disfrutó el censor
- Nueve acorralados por el impuestazo de sucesiones: dime dónde heredas y te diré cuánto pagas