Isabel había pasado la noche en el Hospital de la Ribera junto a su hermano, enfermo de cáncer y también fallecido. Llevaba la pena consigo, en su coche, cuando enfiló hacia su domicilio en Cullera, donde vivía desde hace años y había trabajado como peluquera, según los vecinos de la localidad. Pero se debió de distraer. Quizás, pegó una cabezada. O tuvo una distracción. O se despistó. En mitad del camino, su coche chocó frontalmente con un camión y perdió la vida. 

Lo hizo en la "carretera de la muerte", como la han bautizado muchos vecinos de Cullera. La Nacional 332 que une el municipio de Favara con su localidad, uno de los puntos negros de la red estatal de carreteras, uno de los lugares donde hay más víctimas. "Cuando no es un año, es otro. Siempre pasa algo", se lamentan todos. 

"Es una Nacional de las de toda la vida, con dos carriles. Es una recta larga donde la gente adelanta y donde transitan muchos vehículos", cuentan desde el Ayuntamiento de Cullera. Hace una década, se proyectó la A38. Estaba llamada a sustituir a esta vía y bajar, de esta forma, de forma considerable, el número de víctimas mortales. "Pero en 2010 se paralizaron las obras con la crisis. En 2015, de nuevo, nosotros conseguimos que se reanudaran las obras. En los últimos Presupuestos Generales del Estado, había una partida de 29 millones de euros para acabarla, pero con la convocatoria de las elecciones, no sabemos cuándo se finalizará", explican desde el consistorio. 

Isabel es la última víctima de esta carretera. Ni los bomberos ni la Guardia Civil pudieron hacer nada por su vida a pesar de acudir rápidamente al lugar de los hechos tras la llamada de un testigo. 

La Guardia Civil trata ahora de esclarecer si el coche que la mujer pilotaba conducía por el carril contrario o si, por el contrario, la responsabilidad recae en el conductor del camión. La principal hipótesis que se baraja es que la mujer sufriera algún despiste, descuido o distracción, compatible con el hecho de sufrir la pérdida de un familiar.

Este segundo fallecimiento provocó que técnicos sanitarios tuvieran que desplazarse hasta el domicilio de la veterana conductora para atender a alguno de los familiares, ya que -según el medio valenciano- uno de ellos sufrió un ataque de ansiedad.

El accidente provocó retenciones de cuatro kilómetros en un momento en el que muchos conductores se desplazaban hacia sus puestos de trabajo, ya que ocurrió aproximadamente sobre las siete de la mañana.

En lo que va de año se han registrado cuatro accidentes en ese mismo tramo, siendo dos de ellos de carácter mortal.

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