El psiquiatra al que las madres secuestradoras llevaban a sus hijos para que las apoyara
Las dos detenidas de Infancia Libre acudieron a la consulta de Antonio Escudero con sus hijos. El médico sostiene que el síndrome de alienación parental, el cual niega, "es un conjunto de argumentos encadenados que conduce a identificar a la madre como quien malmete contra el menor".
15 mayo, 2019 02:19Patricia González, la segunda madre de Infancia Libre acusada de secuestrar a su hija y separarla de su padre durante dos años, llevó a la menor en varias ocasiones a la consulta del psiquiatra Antonio Escudero Nafs, médico de referencia de dicha asociación y un negacionista del Síndrome de Alienación Parental (SAP). Este experto sostiene en numerosas ponencias y en la literatura médica que ha publicado que dicho síndrome “no es” tal. El SAP está avalado por el Observatorio Estatal de Violencia de Género.
“Es un conjunto de argumentos encadenados que conduce a identificar a la madre como quien aliena o malmete contra el menor”, sostiene Escudero Nafs. A juicio del citado psiquiatra, el hecho de que el SAP esté acreditado y de que la magistratura lo tenga en cuenta en procesos judiciales en los que se dirime la custodia o la tutela de un menor en un contexto de violencia física, psicológica o sexual “es una forma de coaccionar a las mujeres, de disuadirlas de cualquier tipo de denuncia”.
Tanto Patricia González, profesora en excedencia, como la presidenta de Infancia Libre, María Sevilla, también acusada de sustracción de menores tras aislar a su hijo en una finca de la provincia de Cuenca -el menor ni siquiera iba al colegio-, llevaron a sus hijos a la consulta del psiquiatra Escudero Nafs. Así lo confirman fuentes de la Unidad de la Policía Nacional Adscrita a los Tribunales, que ha llevado a cabo ambas detenciones.
Daniel I. Aguirre, periodista del diario EL MUNDO y exmarido de Patricia González, contó este pasado lunes en la citada cabecera "la pesadilla" que su antigua pareja le hizo padecer durante los dos años que le impidió mantener cualquier contacto con su hija.
Envuelto en diversos procesos judiciales como presunto abusador de la niña -fue absuelto-, el padre de la menor contó cómo la madre había obligado a la chiquilla a mentir durante una terapia con una psicóloga para acreditar esos presuntos abusos.
“Tengo audios y vídeos de la niña donde me relata frases tan aterradoras como: “Me daban unos muñequitos y me decían: ‘qué te ha hecho tu padre, qué te ha hecho tu padre', hasta que para que me dejaran en paz me lo inventé”. “Le digo a la mamá que quiero ir con papá y se pone a llorar”. “.Le digo a mamá que es mentira y no se lo cree”. “Mamá dice que para que esté con ella tengo que decirle a Beatriz [la psicóloga] que ya no quiero estar con papá”.
Tales coacciones por parte de Patricia González a su hija no serían posibles a juicio de Antonio Escudero Nafs, el psiquiatra de referencia de Infancia Libre. Este especialista coordina desde 2005 el Programa Infanto-Juvenil del Centro de Salud Mental de Majadahonda (Madrid).
Escudero Nafs sostiene en el artículo La lógica del Síndrome de Alienación Parental de Gardner (SAP): ‘Terapia de la amenaza’, publicado de forma conjunta con las psiquiatras Lola Aguilar Redo y Julia de la Cruz en el número 102 de la Revista Española de Neurosiquiatría, que dicho síndrome “fue construido por medio de falacias y que puede ser usado como una amenaza para disuadir a las mujeres de abandonar a su pareja cuando hay violencia de género”.
El padre descubre al psiquiatra
El propio Daniel I. Aguirre contó este pasado lunes a Carlos Alsina en el programa Más de uno de Onda Cero que, antes de separar a la niña de él, “la madre elige un psiquiatra de Majadahonda” gracias a que en la Comunidad de Madrid es posible la elección del especialista.
“Era muy raro que ellas [Patricia González y la menor] vivieran en el centro de Madrid y este psiquiatra estuviera en Majadahonda. Investigando por interés descubro que es un especialista en decir que no existe el síndrome de alienación parental, que los niños no pueden ser manipulados y que lleva muchos años en estas historias” explicó el periodista de EL MUNDO en dicha radio.
“También en un periódico digital le hacen una entrevista a la madre, que sale de espaldas y con la voz distorsionada, y a la presidenta de Infancia Libre. El artículo venía a decir que cómo es posible que los jueces obliguen a las madres a que los niños abusados vean a los padres. En los comentarios de ese artículo aparece un perfil que pone Infancia Libre y que recomienda conferencias y artículos de este psiquiatra, con lo cual la relación es evidente. Yo eso lo aporto en uno de los juicios que tenemos en ese momento en Familia”, dice Daniel I. Aguirre.
El principal defensor del SAP fue el psiquiatra Richard Gardner, quien acuñó el término. Fue el especialista que más teorizó sobre él hasta su muerte, en 2003. Lo definió así: “Es un trastorno infantil que surge casi exclusivamente en el contexto de disputas por la custodia de los niños. Su manifestación primaria es la campaña de denigración del niño contra un padre, una campaña que no tiene justificación. Ello resulta de la combinación de una programación (lavado de cerebro) de adoctrinamiento parental y de las propias contribuciones del niño para el vilipendio del padre”.
En el citado artículo conjunto aparecido en la Revista Española de Neuropsiquiatría, Antonio Escudero y sus dos colegas tratan de desmontar a Gardner. En sus conclusiones, dicen: “Consideramos que éste [el SAP] no constituye una entidad médica ni clínica, pudiendo sólo entenderse como modelo teórico sobre una disfunción familiar en un contexto legal. La existencia del síndrome de alienación parental sólo puede comprenderse como un constructo de naturaleza argumental, elaborado a través de argumentos inválidos (falacias), tales como la aplicación de analogías, el pensamiento circular y la apelación constante a la autoridad”.
Antonio Escudero Nafs lleva tres décadas dedicado a la psiquiatría. Según su perfil en Linkedin se licenció en Medicina en 1987 con una nota de sobresaliente. Durante los años posteriores ejerció en el hospital psiquátrico Rodríguez Lafora de Madrid, en el Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, trabajó con presos en una cárcel y en dos centros de salud de la comunidad. En 2004 consiguió ser “doctor cum laude” especializado en Psiquatría.