Celia, la mejor amiga de Miriam Vallejo, en el punto de mira: registran su casa tras detener a su novio

“Esto está que revienta. Esa es la sensación”, dice una amiga de la familia de Miriam Vallejo, Mimi, la joven que el pasado 16 de enero fue asesinada a puñaladas en el término municipal de Meco, en Madrid. En un nuevo giro de la investigación, la Guardia Civil ha registrado la vivienda de Celia R. Ella era la mejor amiga de Miriam Vallejo y la pareja de Sergio S. M., el que es actualmente el único detenido por el caso.

Según han trasladado a Europa Press fuentes cercanas al caso, la Guardia Civil registró la vivienda y pertenencias de Celia R. el día 9 de octubre. En la casa se encontraban el padre y el hermano de la joven -Celia regresó con su familia tras la muerte de Miriam y la ruptura de Sergio-.

Sin embargo, el registro no provocó la detención de Celia. Ella misma, muy dada a airear en redes sociales aquello que le afecta, compartió por WhatsApp un texto en el que intentaba desmentir la noticia. “Nadie ha registrado mi casa hoy. Os van a llover denuncias por acoso, difamación y mala información”, escribió Celia. EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con ella en diversas ocasiones pero siempre ha rechazado hacer cualquier tipo de declaración.

Durante el registro, tanto el padre como el hermano de la joven opusieron resistencia. El progenitor ocupa un alto puesto dentro de la Guardia Civil y, según las fuentes, aireó su cargo ante los agentes que procedieron al registro de la vivienda. A pesar de ello, no tuvieron que ser detenidos y la situación continuó tensa pero sin mayores incidentes.

Sergio, Miriam y Celia. Los tres se fueron a vivir juntos a Villanueva de la Torre el pasado mes de octubre.

Sergio cumple desde agosto prisión provisional a pesar de los intentos de la defensa de que fuera puesto en libertad a la espera del juicio. La juez del Juzgado de Instrucción número 5 de Alcalá de Henares que instruye el caso ha ampliado de nuevo el secreto de sumario. Esto demuestra la complejidad de las diligencias a las que se están enfrentando los investigadores.

Según pudo saber EL ESPAÑOL, Celia ha cambiado hasta en tres ocasiones de versión al declarar ante los investigadores. En un principio, ella exculpaba a su pareja e incluso aseguraba que el que mató a Miriam no debía conocerla. Pero, más tarde, cambió de parecer y sus declaraciones podrían servir para incriminar a Sergio.

Varios autores

Ninguno de los implicados en el caso, ni investigadores ni los abogados de las partes, descarta que haya nuevas detenciones al respecto. Según la defensa, el Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Tres Cantos que investiga el asesinato tiene alrededor de 10 nombres de posibles sospechosos encima de la mesa.

Al margen de lo que pueda revelar el sumario, la tesis de la autoría múltiple se ve reforzada por dos hechos. En primer lugar, un testigo auditivo del asesinato escuchó a Miriam Vallejo gritar “dejadme” y “soltadme”, en plural. Además, el cadáver de Miriam presentaba alrededor de 90 puñaladas de varias armas.

Esta no es la primera vez que Celia se sitúa en el ojo del huracán. A finales de septiembre se conoció que Celia había mandado unos mensajes de WhatsApp a Miguel Ángel, hermano de Sergio, en los que parecía señalar el móvil del crimen.

Miriam Vallejo, la joven asesinada en Meco el pasado 16 de enero. E.E.

“Al parecer, es que tu hermano estaba en mi casa con la tipa esa magreándose en el sofá y Miriam les pilló. A parte de que también le había visto volver a consumir cocaína. Salió a buscarla y la cogió por la espalda del cuello (sic.). Y el arma está enterrada por allí en una madriguera, y la ropa la quemó. Eso es hasta ahora lo que sé”, escribía Celia en esos mensajes.

Con ellos, indicaba que Sergio había asesinado a Miriam para que la víctima no se chivase de la infidelidad que estaba manteniendo. Esto sucedió la misma tarde en la que detuvieron al propio Sergio y la pregunta evidente es ¿por qué Celia, si no sabe nada, conoce al detalle hasta dónde está escondida el arma? Pues según su versión, porque se lo contaron unos videntes. La Guardia Civil ha podido acreditar que, efectivamente, acudió al esoterismo.

Sobre lo que no planea ningún tipo de duda es que el asesino o asesinos de Miriam Vallejo conocían a su víctima. Así lo apunta el ahínco de las puñaladas y el hecho de que los perros con los que Miriam había salido no hicieron nada por defenderla. Ahora, queda esperar a que las investigaciones puedan dar el paso definitivo para cerrar un caso que, para la familia de la víctima, se está haciendo eterno.