AEMET elevó la alerta por lluvias en Lorca de amarilla a naranja en un margen de 2 minutos: 13 millones en daños

Este jueves el mercado semanal de Lorca funcionaba como siempre, el reloj marcaba las 9.58 horas de la mañana y tan solo faltaban dos minutos para que a las 10 horas llegara a su fin la alerta amarilla por lluvias de la AEMET, cuando el Ayuntamiento recibió una comunicación por la que se elevaba a nivel naranja la alerta. Todas las alarmas saltaban y el alcalde, Fulgencio Gil, suspendía su agenda, se convocaba una reunión de emergencias y se ordenaba a la Policía Local desmontar de el mercado.

"No vamos a entrar en polémicas, pero la alerta amarilla de la Agencia Estatal de Meteorología se desactivaba a las 10 horas del jueves y a las 9.58 horas, con solo dos minutos de margen para reaccionar, nos llegó un aviso naranja de lluvias que empezaba a las 10 horas y se prolongaba hasta las 12", tal y como subraya una fuente del Ayuntamiento de Lorca, presente en la reunión de urgencia que el regidor celebró sobre la marcha, para ampliar las medidas de emergencia contra el temporal.

"Se tuvo que movilizar a la Policía Local para desmontar el mercado semanal, sobre la marcha se cerraron parques, jardines, centros sociales, instalaciones deportivas y centros de mayores. En veinte minutos, se movilizaron palas, camiones, se contactó con empresas de áridos para desplegar zahorra...". Desde las doce del mediodía hasta las seis de la tarde, en solo seis horas, se acumularon 67,8 litros por metro cuadrado, según la Confederación Hidrográfica del Segura. 

Todo ello, a pesar de que la AEMET informó al Ayuntamiento de que la alerta naranja se desactivaba a las 12 horas y desde esa hora hasta las 18 horas, entraba en vigor una amarilla, rebajando el nivel de riesgo. Pero lo cierto es que en ese lapso de tiempo hubo derrumbes, coches arrastrados por la rambla, garajes y locales inundados, así como carreteras arrasadas. De hecho, el Consistorio pidió a los vecinos a través de sus canales que no salieran de casa y no utilizasen sus vehículos.

En solo cinco horas, el dispositivo de emergencias de Lorca gestionó 110 incidencias, la mayoría relacionadas con crecidas de ramblas y obstáculos en la carreteras. También se realizaron doce rescates de vehículos y personas, sobre todo en la conocida como Carretera Vieja del Pantano, en la Carretera de Caravaca de Caravaca de la Cruz y en la carretera nacional N-340, en el tramo que conecta el casco urbano de la Ciudad del Sol con la pedanía lorquina de La Hoya.

"Luego se informó desde AEMET al Ayuntamiento de Lorca que la alerta por lluvias se elevaba a naranja, desde las 18 horas hasta las 22 horas. Ahí ya no se quisieron arriesgar", según prosigue exponiendo esta fuente que estuvo en primera línea del temporal. Este aviso incluía tormentas y precipitaciones de hasta 30 litros por metro cuadrado en una hora y 120 litros acumulados en doce horas.

Durante todo el jueves, la Corporación municipal contuvo la respiración para que la jornada se saldara sin víctimas mortales, tras la muerte este lunes del ganadero José Hernández, de 50 años y padre de dos hijos, fallecido en el desbordamiento de la Rambla de Ramonete, cuando se dirigía a su explotación para ver en qué estado se encontraban sus ovejas. El temporal no se cobró más vidas, pero ha arrasado Lorca y el Gobierno regional solicitará su declaración como zona catastrófica.

"La estimación muy preliminar de daños se cifra en al menos 13 millones de euros. Aunque se prevé que se incremente a medida que comprobemos el estado de todas las infraestructuras a lo largo de todo el municipio", tal y como avanza una fuente del Ayuntamiento de Lorca en exclusiva para EL ESPAÑOL. "Por suerte, se reaccionó bien y con rapidez para gestionar todas las alertas de lluvia".

El presidente del Gobierno de la Región de Murcia, Fernando López Miras, se desplazó a su ciudad natal para conocer sobre el terreno el alcance de los desperfectos. Lo hizo de la mano del alcalde, Fulgencio Gil. Los mayores destrozos se han propducido en la red de carreteras y de caminos secundarios. Especialmente, en el acceso a la ciudad desde la carretera de Caravaca de la Cruz, ya que esta vía presenta "tramos hundidos" a lo largo de su trazado por el Barrio de San Cristóbal.

Lorca tiene el segundo término municipal más grande de España y cuenta con muchas pedanías que tampoco se han salvado de este temporal de lluvia. "En Doña Inés han llegado a quedarse incomunicados". Pero los mayores destrozos se concentran en Campillo y Torrecilla porque estas dos pedanías están próximas a los trazados de las ramblas del Murciano, de Béjar, Torrecilla y la de Nogalte, cuyo cauce dobla al del río Segura y que atesora la estadística más luctuosa de la Región de Murcia, al cobrarse 80 vidas en la riada de 1973 que asoló Puerto Lumbreras.

Este portavoz del Ayuntamiento de Lorca considera que los daños podrían ser menores en la Ciudad del Sol, en caso de que estuviesen ejecutadas las presas de laminación de Béjar, Nogalte y Torrecilla, así como el Canal de la Rambla de Biznaga, para evitar inundaciones en varias pedanías lorquinas que este jueves literalmente se vieron con el agua al cuello. "Esos proyectos los tumbó el Gobierno de España", tal y como critica la citada fuente. "Desde 2012 se está reclamando su construcción".

También hay pendiente otra actuación por parte del Ministerio de Transición Ecológica y la Confederación Hidrogáfrica del Segura (CHS): "Hace más de diez años que no se limpian las cañas en el cauce del Río Guadalentín". Y este jueves formaban parte de los arrastres que han provocado numerosos daños en Lorca, cuyos vecinos están acostumbrados, por desgracia, a sobreponerse a grandes catástrofes como ya lo demostraron en los terribles terremotos del 11 de mayo de 2011.