
Un muerto y un herido tras colisionar su narcolancha con una patrullera de la Guardia Civil en aguas del Estrecho.
Un muerto y un herido tras chocar su narcolancha cargada de hachís con una patrullera de la Guardia Civil en Cádiz
Los narcos, que viajaban en una embarcación de recreo que transportaba fardos de droga, habían tratado de escapar de los agentes que les perseguían.
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Un narco ha muerto y otro ha resultado herido este viernes al colisionar la embarcación en la que transportaban hachís con una patrullera de la Guardia Civil que le perseguía en aguas del Estrecho, han informado a EL ESPAÑOL fuentes del instituto armado.
Según fuentes conocedoras de los hechos, los hechos han sucedido a primera hora de esta tarde entre Barbate y Tarifa, en Cádiz. Los traficantes, que viajaban a bordo de una embarcación de recreo repleta de fardos de hachís, han detenido su marcha en el mar a la espera de poder alijar la mercancía.
Los narcos fueron sorprendidos por una patrullera de la Guardia Civil, que al poner rumbo hacia ellos, emprendieron la huida.
Viajaban en una embarcación de recreo cargada de fardos de hachís, y habían tratado de escapar de los agentes que les perseguían.
Un muerto y un herido tras colisionar una 'narcolancha' con una patrullera de la Guardia Civil en Tarifa.
En un momento de la persecución, la narcolancha ha hecho un brusco viraje mientras sus ocupantes trataban de arrojar la droga al mar y la patrullera, sin tiempo para disminuir la velocidad, ha embestido a la embarcación de recreo, causando la muerte de una de las personas que viajaban en ella y heridas a la otra.
El fallecido es un hombre de mediana edad procedente precisamente de la localidad de Barbate, según fuentes conocedoras de los hechos y mandos de la Guardia Civil.
Las mismas fuentes han indicado que el herido está a la espera de ser detenido, ya que está siendo atendido tras el choque con la patrullera. Además, los agentes actuantes han salido ilesos.
Ambas embarcaciones, tanto la patrullera de la Guardia Civil como el yate de recreo de la colisión, siguen atracados en el puerto de Tarifa tras los hechos.
En las embarcaciones de este tipo, los narcotraficantes llevan fardos en forma de sacos, de 40 kilos, con peso para que se hundan. Todos esos sacos van unidos por una cuerda.
Según las primeras hipótesis, al tirar los fardos por la borda la cuerda se ha debido de enganchar en la hélice, frenando en seco la embarcación al girar. Y es entonces cuando se ha producido la colisión.
Precisamente este domingo se cumple un año de la muerte de dos guardias civiles al ser embestidos por una narcolancha en el puerto de Barbate.