Vigo Rugby Club cumple 35 años: "Entrenábamos con las luces de los coches para poder ver"
Manolo Lago, fundador, primer entrenador del club y un histórico del club, recuerda el nacimiento de la entidad deportiva
La semana pasada, el Vigo Rugby Club celebró su 35 aniversario en un acto conmemorativo al que asistieron directivos, jugadores y autoridades provinciales, que quisieron felicitar al club por "todos los logros conseguidos a lo largo de este tiempo".
Durante el acto se homenajeó a Manolo Lago (Vigo, 67 años), fundador, primer entrenador del club y un histórico de la entidad deportiva que, tras 35 años, sigue dándolo todo por el equipo. Durante estos años, Manolo ha estado siempre donde lo necesitaba el club: ha sido jugador, entrenador, delegado y directivo. "Sigo al pie del cañón. Me gusta estar ahí", dice.
¿Cómo comenzó tu pasión por el rugby?
En los años 60, cuando yo estudiaba aquí en los hermanos Maristas, evidentemente, era todo fútbol. Me acuerdo que en un recreo vinieron unos chicos, así de veintitantos años con una pelota de rugby y nos estuvieron enseñando cómo era el juego. La verdad es que fue algo como un amor a primera vista.
Luego ya en los 70, por motivos familiares me fui a Argentina y caí en un barrio donde había cuatro clubes de rugby y ahí fue donde realmente donde aprendí a jugar. Después volví aquí a España y fue cuando hice un intento en los años 80 y 81 de hacer un primer equipo que fue El Bosco y que duró un año. Después ya en el 88, 87 y 88 fue cuando tres chicos de la Universidad de León me llamaron para que les enseñara más de lo que de lo poco que sabían para empezar a jugar.
Y así fue como nació el Vigo Rugby Club
Exactamente, ahí fue donde nació el club. Entrenábamos en el Vao, muchas veces con las luces de los coches encendidas para poder ver. Y empezamos jugando en el campo del Víncios, que nos dejaron el campo y al principio teníamos que poner los palos siempre que jugábamos. Y, gracias a Dios, en dos o tres años, nos llamó la universidad para poder jugar allí en el campo donde estamos ahora. Y ahí fue donde empezó todo.
¿Cuántos erais en el club? ¿Teníais equipo para jugar?
Sí, teníamos. El rugby se juega de 15 y podríamos ser entre 25 y 30 jugadores el primer año. Después, en el segundo año incluso hicimos un equipo de juveniles. Y eso jugando en el campo de tierra de Víncios, eso fue muy bonito.
Y después cuando empezamos a jugar en la universidad ya empezó a llegar más gente. Incluso, creo que fue en el 91 que se creó la Sección femenina. Y bueno, de ahí para adelante hemos estado en todas las categorías posibles en el grupo español. En el 2010 ascendimos a División de Honor, en la que estuvimos cuatro años, pero bueno, es mucho dinero y hay que tener mucha más gente para afrontar esa categoría. Descendimos y ahora hemos vuelto a Regional.
Entonces, cuando se creó el club, ¿era más común jugar al rugby de lo que se piensa?
No, era bastante raro. De hecho, aquí en Galicia existía una liga pero muy floja. Y ese año justamente pues se dio la casualidad de que aquí en la provincia de Pontevedra, sin conocernos de nada, empezamos nosotros y el Mareantes de Pontevedra, Los ingleses de Villagarcía y un equipo en Lalín. Y ahí ya se le dio un impulso muy grande al rugby en Galicia.
Podrás nombrar muchas pero, ¿qué diferencias hay entre aquel primer equipo y el de ahora?
Primero, las instalaciones que nos da la universidad. Después, que hay mucha más gente y hay mucha más gente preparada. Tenemos categorías inferiores con entrenadores que han jugado al rugby y que van a cursos para aprender más. O sea, date cuenta que somos 200 y pico en las inferiores.
Lo que falta en este momento es tener una sede, un sitio donde poder juntar a la gente. Pero bueno, evidentemente, la diferencia hoy es que hemos crecido bastante. De hecho, somos en este momento podemos decir que somos el club más grande de Galicia.
Jugador, entrenador, directivo,... ¿hay alguna faceta que no hayas ocupado?
A mí lo que siempre me ha gustado es jugar. Pero, por motivos obvios, ya no juego y he sido entrenador, he sido directivo, he sido delegado. Ahora soy entrenador de los pateadores, voy los martes y los jueves a enseña patear.
¿Cómo viviste el homenaje que te hizo el club el pasado viernes?
Fue bonito porque vino gente de muchas partes de Galicia que he jugado con ellos o que ha jugado contra mí. Me han mandado vídeos de gente, también de la Federación Gallega de Entrenadores, fue bonito. La verdad es que me gustó porque sentí que había gente que con cariño que es lo más importante.
¿Cuál es el recuerdo más especial que guardas de estos 35 años?
El recuerdo mejor que tengo es haber podido jugar a nivel nacional con mi hijo. Creo que es el mejor recuerdo que tengo.