
Dunas de Guardamar del Segura. Turisme Guardamar
Ni Tarifa ni Canarias, Alicante tiene sus propias dunas en un pueblo de Alicante
La localidad cuenta con un cordón dunar y un pinar único en la provincia que es considerado como Lugar de Interés Comunitario.
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Dentro del rico patrimonio alicantino, uno de sus pueblos destaca por contar con dunas que recuerdan más a un paisaje andaluz o canario que a un rincón de la Costa Blanca.
Este municipio costero de Guardamar del Segura es una ventana a muchos lugares en solo un municipio. Un lugar de convivencia de culturas que se ha convertido en un pueblo mágico de la zona. Sus 11 kilómetros de playa y su gran pinar son sus principales joyas.
La esencia marinera se respira por las calles y playas de Guardamar del Segura. Sus costas de aguas turquesas y arena blanca a los pies del Mediterráneo invitan a zambullirse en ellas para disfrutar de un baño. A lo largo de la zona litoral destaca su ecosistema dunar, reconocido como "el conjunto dunar más importante de la costa mediterránea", resaltan desde el área de Turismo.
Las Dunas y Pinada de Guardamar del Segura están declaradas Lugar de Interés Comunitario (LIC) por ser uno de los parajes naturales más preciosos de la Costa Blanca.
"Las dunas están formadas a partir de las arenas aportadas por el mar, formando un cordón dunar que cubre todo el frente litoral del municipio, de norte a sur. Constituyen un espacio de gran atractivo donde podrás dar un paseo al lado del mar rodeado de naturaleza", señalan desde el municipio.
Este espacio forestal tiene 800 hectáreas de extensión que, en un primer momento, estaban conformadas por dunas de arena móviles, que fueron fijadas a través de la plantación de diversas especies vegetales como pinos, palmeras, cipreses y eucaliptos.
Así, las dunas avanzaban a un ritmo de entre 2 y 8 metros por año. Para fijar estas dunas, se procedió a una repoblación forestal. La repoblación, que se inició en el año 1900 y finalizó en la década de los 30, ha dado lugar a la actual masa forestal consolidada junto al mar, conocida como "la pinada".
Pero Guardamar del Segura es mucho más que este paraje. También cuenta con un rico patrimonio cultural y arqueológico como consecuencia de las distintas ocupaciones en distintas épocas de la historia.
Destaca la Rábita Califal, el único conjunto monacal islámico conservado casi en su totalidad, compuesto por 23 celdas oratorio y declarado Bien de Interés Cultural. Otro conjunto declarado BIC es la Ciudad portuaria fenicia de La Fonteta, formada por una muralla, una calle perimetral y viviendas adosadas.
Por otro lado, su gastronomía es conocida por ingredientes autóctonos, como la ñora, que aporta sabor y aroma a los arroces, y el langostino.