
Biar, Alicante.
Parece sacado de una película: el impresionante pueblo medieval de Alicante que debes visitar esta primavera
Sus preciosos entornos son perfectos para darse un paseo y empezar la primavera con buen pie.
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Difícil sería quedarse con un solo pueblo de Alicante, pues nuestra provincia está repleta de tesoros naturales y arquitectónicos que no tienen nada que envidiarle a otras zonas del país.
Concretamente, algunos pequeños municipios resaltan por su especial encanto, permitiendo a sus visitantes darse un paseo por la historia y viajar a través del tiempo gracias a la esencia de las callejuelas de sus cascos antiguos.
Un ejemplo de esta experiencia única que se puede vivir en los pueblos pequeños de Alicante es la localidad de Biar.
Enclavado en el interior de la provincia de Alicante, entre valles de olivos y pinares, Biar se alza como un vestigio del pasado que aún respira historia en cada una de sus piedras.
Este pequeño municipio, con su castillo imponente dominando el horizonte, es un viaje en el tiempo a la época en la que árabes y cristianos disputaban estas tierras.
Y es que pasear por las calles de Biar es adentrarse en un laberinto de callejuelas empedradas, arcos ojivales y casas encaladas que aún conservan la esencia de su pasado medieval.
En cada rincón, el pueblo susurra historias de caballeros, mercaderes y campesinos que forjaron su identidad.
Tesoros históricos
Pero si hay un símbolo indiscutible de Biar, ese es su castillo, una fortaleza almohade del siglo XII que, tras la conquista cristiana, pasó a formar parte de la línea defensiva de la Corona de Aragón.
Desde sus torres, la panorámica es espectacular: un mar de montañas y campos que explican por qué este enclave fue tan codiciado durante siglos.
Más allá de su pasado bélico, Biar es también un pueblo de tradiciones arraigadas. Sus fiestas patronales, en honor a la Mare de Déu de Gràcia, mezclan la solemnidad religiosa con la explosión de color y pólvora de los Moros y Cristianos.
Y en la gastronomía, la herencia árabe sigue presente en platos como el gazpacho villenero o los dulces de almendra y miel.
Hoy, Biar es un destino perfecto para quienes buscan algo más que el bullicio de la costa. Un refugio donde la historia sigue viva, donde cada piedra cuenta un relato y donde el tiempo parece haberse detenido para siempre.
En definitiva, se trata de un municipio perfecto para una escapada este mes de marzo y comenzar la primavera de la mejor forma posible.