
La fachada de los cines. Zaragoza
La joya arquitectónica de Zaragoza donde ahora sirven hamburguesas: su nombre rinde homenaje a París
Este edificio a lo largo de los años ha sido testigo de una de las transformaciones más simbólicas de la ciudad.
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En pleno centro de Zaragoza, en un rincón que respira historia, se erige el antiguo Cine Elíseos. Un edificio que a lo largo de los años ha sido testigo de una de las transformaciones más simbólicas de la ciudad: de ser un templo del cine de autor y un referente cultural de la capital aragonesa, a convertirse en un restaurante de comida rápida.
El Cine Elíseos fue inaugurado en diciembre de 1944, y su construcción marcó un hito en la Zaragoza de la posguerra. Así lo explica a EL ESPAÑOL DE ARAGÓN Jesús Martínez Verón, profesor en Historia del Arte, quién concreta que esta joya de la ciudad fue diseñada por el arquitecto Teodoro Ríos Balager. El edificio era un triple complejo de viviendas, oficinas de la Caja de Ahorros de Zaragoza (hoy Ibercaja), y un cine que respondía a la necesidad de un espacio cultural exclusivo en la ciudad.
"Este cine no era un simple lugar de entretenimiento masivo", asegura el historiador. De hecho, con tan solo 500 butacas, su aforo era pequeño en comparación con otras salas de la época, pero esa era precisamente una de sus características más destacadas.

Interior de los cines, antes del cambio a restaurante de comida rápida. Zaragoza
En lugar de proyectar grandes éxitos de Hollywood, el Cine Elíseos apostaba por películas más selectas, de cine club y, posteriormente, de arte y ensayo. Su diseño, cuidadosamente pensado, se reflejaba tanto en la decoración interior como en la oferta cinematográfica: un lugar íntimo, elegante y dirigido a un público culto.
Exquisitez arquitectónica
El cine no solo destacó por su tamaño, sino por la exquisitez de su estética. Con materiales como mármol y terciopelo, y colores cuidadosamente seleccionados como el rojo de las butacas o el verde grisáceo de las paredes, el Cine Elíseos era un espacio que transmitía clase.
Su distribución, en planta única, con una pantalla ligeramente curvada, permitía que cada espectador se sintiera parte del espectáculo. La iluminación, elegante y sutil, y la gran lámpara que coronaba la sala, completaban la atmósfera sofisticada del lugar.
Desde su inauguración, el cine se consolidó como un referente cultural para los zaragozanos más exigentes. En 1945, se transformó en un cine club, ofreciendo una experiencia más enriquecedora que el simple visionado de una película, pues los asistentes podían debatir sobre lo visto.
Con el paso del tiempo, su oferta se fue adaptando a los nuevos movimientos culturales, convirtiéndose en un cine de arte y ensayo en 1967. Esta faceta le permitió proyectar filmes que no se veían en las grandes pantallas comerciales y que el público general no siempre comprendía.
El cine se convirtió en sede de la Filmoteca de Zaragoza durante los años 80, consolidándose como un espacio de referencia para los amantes del cine de autor y el cine experimental. La calidad de su programación y la singularidad de su espacio hicieron del Elíseos un lugar único en la ciudad.
Un cierre que dejó huella
El Cine Elíseos continuó funcionando con éxito hasta el año 2014, cuando, tras una última proyección de la película 'Marsella' de Belén Macías, cerró sus puertas. El motivo: adaptarse a las nuevas tecnologías digitales.

Interior de los cines en la actualidad, transformado en un restaurante de comida rápida. Zaragoza
Tras el cierre en 2014, hubo un intento de que el edificio se convirtiera en una Filmoteca de Aragón, pero esa idea no prosperó y finalmente el espacio se transformó en un McDonald's en 2021.
Aunque el edificio fue catalogado como bien de interés cultural en 2009, la transformación en McDonald’s no ha sido ilegal. La fachada y los elementos esenciales del interior han sido respetados, de acuerdo con la normativa de protección patrimonial, aunque la pérdida de la función original ha sido motivo de debate.
Mientras que la sala principal ha sido modificada para albergar las cocinas y el área de pedidos, algunos elementos clave, como las taquillas y la disposición general de la sala, permanecen intactos.
El origen del nombre
El nombre de "Cine Elíseos" proviene de una zona de Zaragoza conocida como los "Campos Elíseos", un espacio histórico que existió en la ciudad y que inspiró el nombre del cine.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la zona situada a lo largo del Paseo de Sagasta, cerca de lo que ahora conocemos como la Plaza del Paraíso, era un área arbolada y de recreo, un lugar para paseos, bailes y actividades al aire libre. Este espacio fue popularmente conocido como los "Campos Elíseos", en referencia a los famosos Campos Elíseos de París.
En ese espacio, además de actividades recreativas, se construyó un velódromo en 1895, y en 1923 se hicieron más actividades, incluyendo cine al aire libre. Como parte de esta tradición de esparcimiento y cultura, cuando en 1944 se construyó el edificio que albergaría el cine, se optó por nombrarlo "Cine Elíseos", en honor a esa zona histórica de Zaragoza, que evocaba un lugar especial de ocio y cultura para los zaragozanos.