Escaparate librería Central.

Escaparate librería Central. E.E.

Cultura

"Ha sido un palo, la gente no se lo esperaba": Ana Belén se despide de una librería con casi 45 años de vida en Zaragoza

La librería Central de Zaragoza ha entrado en concurso de acreedores y cerrará próximamente dejando una huella imborrable.

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Zaragoza
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Zaragoza lamenta la pérdida de una de sus joyas culturales, uno de esos negocios referentes, históricos, y que tantas personas han visitado a lo largo de sus casi 45 años de vida. La librería Central ha entrado en concurso de acreedores y se ve obligada a cerrar sus puertas próximamente.  

La noticia, realmente triste, se dio a conocer el pasado sábado, cuando a través de Instagram, la propia librería Central subió varios ‘stories’ explicando la situación: “Tenemos que daros una noticia, una mala noticia. La más difícil hasta ahora. Y, lamentablemente, la más dura que os vayamos a dar nunca”.

“Comunicamos con mucho dolor que estamos en concurso de acreedores para cerrar la librería próximamente. Han sido años de lucha y mucho trabajo por mantener a flote esta ilusión que comenzó en 1981 y que tan buenos momentos nos ha dado”, continuaba el comunicado. “Sin embargo, la realidad manda y nuestro proyecto cultural (y casi nuestro modo de vida) no resiste a tanto embate”, añadía.

Una situación difícil y una “decisión muy dura”, tal y como reconoce Ana Belén, la gerente de la librería Central. Hace varios años, ella cogió el relevo de su padre Joaquín, quien fundó la empresa en 1981 con el objetivo de ponerse al servicio de zaragozanos y extranjeros.

Así lo han hecho con mucha dedicación y cariño durante 43 años, tanto Joaquín como sus hijos, consiguiendo colocarse como referentes en Zaragoza.

“La decisión la ha tomado mi padre, que ha sido el administrador de la empresa hasta ahora, y creo que la ha tomado en el momento adecuado. Sabíamos que esto no iba bien, que no era sostenible tal y como estamos estructurados. Antes de embargarnos y tener muchas deudas era el momento de poner un fin adecuado para los trabajadores. Todo el mundo va a tener sus pagos y dejaremos las menos deudas posibles”, explicaba Ana Belén.

Aun así, la aragonesa destaca que han intentado aguantar, pero no ha sido posible, revelando que han tenido que adelantar dinero: “La DGA no nos paga hasta mayo libros que servimos en septiembre, estamos adelantando un montón de dinero, son muchas las familias que viven de estas ayudas para conseguir los libros de sus hijos, y es mucho dinero durante ocho o nueve meses”.

Asimismo, entiende que existe un cambio social y que la gente ya no compra tanto en el comercio de cercanía, de barrio. “Es difícil sobrevivir, la gente quiere la inmediatez, no quiere tanto trato personal”, reflexiona.

La librería Central está formada por la papelería, las dos librerías y la editorial distribuidora Mira Editores, sufriendo todas ellas este final. Un cierre que todavía no tiene fecha, ya que eso dependerá del administrador actual. “Cuando vea que ya se ha liquidado todo lo que había que liquidar, o ya haya vendido todo el material, será cuando se cierre definitivamente”, detalla la gerente.

Además, desde el establecimiento expresan que ya no pueden pedir nada a los proveedores, pero cuentan con mucho stock en tienda y en almacén. 

Escaparate librería Central.

Escaparate librería Central. E.E.

Cariño y apoyo

Tras tantos años a pie de cañón desde Corona de Aragón, la familia se ha hecho querer y Ana Belén se emociona al recordar todo lo vivido y todo lo que va a dejar atrás.

“Hemos recibido muchos mensajes de apoyo, ha sido un palo para ellos, no se lo esperaban”, declara. Por ello, Ana Belén no tiene dudas de que, ante todo, se queda con el cariño de la gente.

De hecho, su mensaje en redes sociales estaba lleno de amor y agradecimiento. “Queremos agradecer a tanto cliente fiel y a todos los profesionales que nos han amparado y elegido estos años. Autores, autoras, editoriales, buena gente del libro, y muy especialmente, a nuestros queridos compañeros y compañeras que son la Librería Central y que han hecho su trabajo con la mayor profesionalidad y dedicación. Nos quedan recuerdos imborrables y la certeza de haber hecho todo lo que está en nuestra mano para hacer de Corona de Aragón un pequeño búnker cultural”.