Unos abuelos jugando.

Unos abuelos jugando. Pixabay

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El popular refrán de Zaragoza que todos los españoles deberían usar: tiene un significado muy bonito

En Aragón se usan muchos refranes tradicionales con una gran sabiduría popular: sobre el clima, la gastronomía, la agricultura... Este habla sobre el amor propio.

Más información: Este es el bonito refrán que usan en Aragón durante los días de invierno y que no se conoce en el resto de España

Zaragoza
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Los refranes son otro de los tesoros culturales que destacan en Aragón, más allá de sus palabras aragonesas, sus curiosas expresiones o su deliciosa gastronomía. Una manera más de volver a esas raíces y descubrir un poco más de la sabiduría popular a través de esos dichos típicos que han ido pasando de generación en generación.

Aragón puede presumir de contar con una larga lista de estos refranes tradicionales y cargados de historia. Hablamos de combinaciones de palabras más o menos sencillas, con musicalidad y divertidas en las que es posible encontrarse con consejos, saberes populares o situaciones que siguen estando presentes en el día a día y que tampoco caducan con el paso de los años.

Así que después de hablar mucho de refranes aragonoses centrados en animales, esta vez te traemos un nuevo dicho que también tendrían que usarlo el resto de españoles y tiene un significado muy bonito: "El que nace barrigón, tontería que lo fajen".

Este refrán, puede sonar un poco brusco y directo. En Aragón no son muy amigos de los remilgos y se dicen las cosas claras. El significado de este dicho es fácil de entender. Tiene que ver con la importancia de aceptar las cosas como son.

En el contexto rural aragonés, donde la vida es directa y sin adornos, este dicho es una especie de filosofía de vida: aceptar a las personas y las cosas tal y como son. En una sociedad en la que se le da una excesiva importacia a la apariencia, la imagen del barrigón aceptando su realidad puede ayudarnos a vivir más felices.

Otros refranes típicos en Aragón

Este refrán es solo un ejemplo de la gran riqueza cultural que envuelve el refranero aragonés. Y es que, son muchos los dichos aragoneses que están llenos de ingenio y realismo, transmiten enseñanzas sobre la vida cotidiana, la naturaleza y el carácter propio de Aragón y de su gente.

Otro refrán conocido y relacionado con un animal es el de, "Oveja que bala, bocado que pierde". Este nos recuerda que la distracción puede hacernos perder oportunidades valiosas, al igual que la oveja pierde su bocado al distraerse, así nosotros podríamos perder el momento propicio si nos dejamos llevar por asuntos secundarios.

También existe otro dicho que se dice en Aragón pero también en el resto de España cambiando el sujeto: "Aragonés fino, después de comer tiene frío", fuera de la comunidad se dice: "Españolito fino", este explica que después de una buena comida, es común sentir una cierta somnolencia y buscar calor para descansar. Este refrán apunta a esa característica humana y a cómo después de una comida abundante, muchos buscan el calor de la siesta o el descanso. En los pueblos de Aragón, donde el clima es fresco gran parte del año, este dicho se cumple especialmente en invierno, cuando el frío exterior hace que, tras una comida caliente, el cuerpo se quede destemplado.

Y es que la comida y la gastronomía están muy presente en la sabiduría popular aragonesa. El refrán "Carne y unto, todo junto" es un ejemplo de ello. Este representa un principio básico de la cocina y la vida aragonesa: la importancia de utilizar y aprovechar al máximo cada ingrediente. En tiempos de escasez, la carne era un bien preciado, y el "unto" o grasa (especialmente la de cerdo) se convertía en un recurso esencial para añadir sabor y energía a las comidas. 

La ironía es protagonista también en otro que dice: "De Aragón, ni buen viento, ni buen varón". Este refrán alude de forma cómica y autocrítica al carácter fuerte y enérgico de los aragoneses, quienes, según el refrán, son tan implacables como los vientos que soplan en la región. Por otro lado, en muchos otros la climatología es protagonista: "Noviembre acabado, invierno empezado" conecta con la naturaleza y las estaciones: al concluir noviembre, el aragonés da la bienvenida al invierno, aceptando su llegada como un cambio natural en el ciclo anual.

Otro refrán que habla del clima dice así:"El cierzo que desayuna, come y cena dura una quincena". El cierzo, ese viento frío y persistente que recorre Aragón, marca el ritmo de las estaciones y afecta la vida cotidiana de los habitantes. Este refrán advierte que cuando el cierzo comienza, puede mantenerse durante días o incluso semanas, afectando no solo el clima, sino también el ánimo y el ritmo de las jornadas.