María Patiño, de pie, y parte del equipo de colaboradores de 'Ni que fuéramos'.

María Patiño, de pie, y parte del equipo de colaboradores de 'Ni que fuéramos'. La Osa Producciones

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‘Ni que fuéramos Shhh’, el programa que demostró que entretener en TV no depende de grandes presupuestos

El magacín de La Osa Producciones (antes Fabricantes) se despide este jueves, para dar el salto a las nuevas tardes de La 1 en las próximas semanas.

Más información: Salen a la luz los detalles del contrato del desembarco del 'universo Sálvame' en La 1: el dinero que pagará RTVE

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Hace poco menos de un año, en mayo de 2024, Fabricantes Studio, productora surgida de las cenizas de La Fábrica de la Tele, revivía el espíritu de Sálvame, lejos de Telecinco y de Mediaset. Lejos, eso sí, metafóricamente, porque realmente emitían desde un ‘pisito’ ubicado muy cerca del grupo audiovisual -en el barrio madrileño de Las Tablas- al que comenzaron a llamar “la cadena de enfrente”.

El corazón en televisión funciona, y no hay magacín que no dedique una buena parte de sus contenidos al universo rosa. Por ello, no extrañó que naciese Ni que fuéramos Shhh (que inicialmente se iba a llamar Ni que fuéramos Sálvame, pero no pudo por cuestiones legales).

Su primera entrega fue el 15 de mayo, día de San Isidro, y en su debut dejó un sabor extraño. Este nuevo Sálvame se hacía con dos duros, y en principio no tenía vídeos ni recursos para comentar. Solo veíamos a María Patiño y a su nutrido grupo de colaboradores hablar y hablar, sin más, en una mesa de despacho un tanto fría. Y con una calidad de imagen que, por momentos (por estar grabado con un móvil, por ejemplo) dejaba mucho de qué desear.

Poco a poco, el programa cogió su propio tono, su ritmo, y su manera de contar las cosas. No tendrían un gran archivo del que tirar, ni podrían emitir imágenes de otras cadenas de televisión. Pero iban dieron rienda suelta a la imaginación, y así, comenzaron a hacerse recreaciones con muñecos Funko Pop, con figuras del Señor Patata y de lo que hiciese falta para que el espectador se hiciese una idea de lo que le había pasado a Terelu Campos, a Anabel Pantoja o al personaje que fuese.

Comenzaron a trascribir y dramatizar declaraciones emitidas en otros programas, a comentar imágenes de agencias de figuras del mundo rosa. Y así, volvieron a crear un universo propio, divertido, en el que no hacía falta grandes presupuestos para divertir al que estaba en casa. Hacían televisión en estado puro, consiguiendo hacer de la carencia una virtud y una seña de identidad.

Algunos de los colaboradores de 'Ni que fuéramos'.

Algunos de los colaboradores de 'Ni que fuéramos'. La Osa Producciones

En Ni que fuéramos Shhh ha habido ataques de risa, han llorado, han tratado temas incómodos para algunos colaboradores. Hay quien se ha cabreado y cogido sus cosas y se ha ido. Otros han perdido los nervios en directo. Y ha habido compañeros de profesión que se ofrecían para hacer visitas al equipo y mostrarles así públicamente su apoyo, como Jorge Ponce o Jordi González.

Han disfrazado a Víctor Sandoval o Marta Riesco para cubrir eventos y alfombras rojas, devolvieron la revista a la televisión con Sandra Bruman cantando en el metro La banana, han contado y hasta hubo un intento, a lo Karmele con el Tsunami, de que alguien del programa representase a España en Eurovisión. En concreto iban a ser Víctor Sandoval y Marta Riesco como dúo, pero la cosa salió mal: por desavenencias acabaron presentando propuestas en solitario, y ninguna pasó el corte del Benidorm Fest.

"Sálvame acabó, pero su equipo siguió nadando para no convertirse en náufragos, por muy agitado que estuviese el mar catódico"

Tras la pausa veraniega, Ni que fuéramos Shhh volvió con una versión mejorada de su plató, que incluía una cocina. Y ahí nos han regalado grandes momentazos, en especial, Belén Esteban, que ha demostrado que ella sabe ponerse a los fogones y dar lo mejor de sí.

Lo mejor, claro, siempre que alguno de sus compañeros no le da más guerra de la necesaria. Tanta guerra como para que ella acabe jurando día sí, día también, que no volvería a cocinar, que ella tenía contrato de colaboradora y no de cocinera, y que nadie de fuera iba a juzgar sus platos porque ella no es “la mujer croqueta”.

Neón del pisito de 'Ni que fuéramos'.

Neón del pisito de 'Ni que fuéramos'. La Osa Producciones

Uno de los grandes aciertos que ha tenido Ni que fuéramos Shhh, por su independencia de los grandes grupos de televisión, es el poder comentar (y criticar, si la situación lo requiere) los programas de televisión del momento. De La Revuelta a ¡De Viernes!, al que Matamoros rebautizó como “me cago en mi madre”, pasando por el Benidorm Fest o los realities de turno. Todo tenía cabida en este espacio.

Hoy, 27 de abril, el hijo de La Osa Producciones (porque ya no se llaman Fabricantes Studio) se despide para siempre con la promesa de un “final apoteósico”. Aunque sabemos que no es un adiós de manual, sino más bien un hasta luego.

Porque La Osa, Patiño y alguno más acabarán formando parte del nuevo programa que La 1 ofrecerá en sus tardes. Porque Sálvame acabó, pero su equipo siguió nadando para no convertirse en náufragos, por muy agitado que estuviese el mar catódico.