El comercio es uno de los sectores que no termina de remontar el vuelo entre aires de recuperación económica. Prueba de ello son las cifras de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), que sitúan a Salamanca entre las provincias que más porcentaje de tiendas ha perdido durante el último año.

En concreto, casi un 2,5%, al perder 158 comercios y quedarse en poco más de 6.600 en total. Ya un informe de la Junta de Castilla y León alertaba a finales del año pasado de un déficit comercial en las comarcas de Vitigudino y Lumbrales, además de Las Villas y zona de Guijuelo junto a la provincia de Ávila. También del gran desequilibrio entre el alfoz y las comarcas de Alba y Campo Charro.

En la capital se ha producido una avalancha de cierres de comercios durante los últimos meses. La avenida de Portugal, el paseo de la Estación o Federico Anaya, por poner algunos ejemplos, presentan numerososo locales vacíos, a la espera de su venta o alquiler para nuevos negocios.

“Hay dos causas principales para esta caída. El boom del comercio electrónico y la despoblación”, afirma Lorenzo Amor, presidente de ATA. “El comercio electrónico acerca al mundo a cualquier comercio y cualquier comercio puede exportar en todo el mundo pero convierte el día a día en una competencia global y sin horario. Está pasando factura a algunos comercios tradicionales el camino sin vuelta atrás que supone el comercio electrónico, el tiempo de todo a un click, al que no se han adaptado”.

Por otro lado, “la falta de relevo generacional tiene como consecuencia directa muchos de estos cierres por lo que se hace imprescindible apoyar definitivamente las medidas que hagan efectivo ese relevo y la ampliación de la tarifa plana a los emprendedores de municipios de 5.000 habitantes”.