Castilla y León

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Valladolid

¡Viva el tercio de varas!

11 septiembre, 2018 11:26

Dos jaboneros sucios y uno negro. La estampa viva del toro de lidia íntegro, enrazados y con poder. Los de Prieto de la Cal impusieron su respeto. Serios, hechos, rematados y empujando en el caballo. Así fue el espectáculo que nos ofrecieron ayer en Laguna de Duero, con algo más de un cuarto de entrada, los pupilos de Tomás Prieto de la Cal y Picón.

Ya saben, el hijo de aquel abogado vallisoletano del mismo nombre que compró la ganadería entre 1941 y 1945. Los novillos criados en las marismas de “La Ruiza”, en la onubense San Juan del Puerto “pidieron el carné” a los novilleros y estos no lo tenían.

Pero también le pidieron los carnés de picador a los hermanos Agudo: Rafa y Juanan (mayorales de El Raso de Portillo) y estos no solo lo enseñaron sino que demostraron el por qué lo tienen. Hasta tres veces fueron los jaboneros claros a los jacos de los Agudo y el negro un par de ellas. Igual que lo hizo el tercero de los Tulios, a cada uno lo suyo. Pero ganaron con diferencia los veragüeños.

Qué gozada ver a los veragüeños arrancarse de lejos y empujar de esa manera en el caballo. Qué bien cumplieron los tres de Prieto y uno de Tulio. Y qué bien se agarraron los dos hermanos Agudo. La ovación resonó hasta en Boecillo, sede de la ganadería de los Gamazo.

Porque esto era un desafío ganadero que había organizado el empresario Enrique Luján tras la fuerte apuesta hecha en Pedrajas el pasado mes de agosto. Exactamente igual: tres de Isaías y Tulio Vázquez y tres de Prieto de la Cal. En Pedrajas se llevaron el premio. En Laguna supongo que también, a tenor del resultado de las novilladas.

¿Y de los novilleros qué?, se preguntarán ustedes. Pues que no estuvieron. Mejor dicho, como si no hubieran estado. Sí es verdad que se pusieron delante y también es cierto que lo hicieron con muchas precauciones. Y también es cierto que pegaron unos sartenazos infames a los encastados y correosos utreros. Impusieron su respeto, los novillos me refiero, y gracias a las cuadrillas, curtidas en mil batallas, pudieron salir con dignidad.

Hasta el punto de que uno de los novilleros (lo omitiré por no herir sensibilidades) mandó por delante a su subalterno para que lo parara!!! Y dos subalternos hicieron acciones premeditadas de estrellar a un Prieto contra el burladero. Saltaron astillas como chispas, pero no se resintieron los pitones.

Y que conste que ninguno de los seis utreros se comió a nadie. Pero eso sí, había que estar ahí y tragar, porque hubo novillos que no cesaron en la embestida. También los hubo que se rajaron y mansearon. Son cosas del toro encastado. Juan Cervera fue volteado por el cuarto sin consecuencias.

Esta es la reseña de la novillada: Con un cuarto de entrada se han lidiado novillos de Isaías y Tulio Vázquez los tres primeros, flojos y manejables, pero faltos de raza. Y tres de Prieto de la Cal de correcta presentación y encastados. Juan Cervera, silencio tras aviso y Oreja. Javier Moreno "Lagartijo", silencio tras aviso y silencio tras aviso y Juan Carlos Benítez, Palmas y Silencio.

Galería de fotos: Natalia Calvo