La especialista en Geriatría y Cuidados Paliativos del Hospital San Juan de Dios de León Luisa Cárdenas Cornejo analiza el papel de los profesionales en el Día Mundial de los Cuidados Paliativos. El centro médico-quirúrgico, que apuesta por el acompañamiento en el duelo, atendió el pasado año a 130 pacientes en fase terminal y a 70 en la primera mitad de 2023.

Para la doctora, resulta de vital importancia “no reducir el enfermo a su enfermedad, sino considerarlo como una persona que tiene sus preferencias, sus expectativas, su historia y una vida”. A pesar de que la muerte forma parte de la vida, asumir la pérdida de un ser querido es muy complicado. Por ello, la doctora Cárdenas destaca la importancia de la atención al duelo y señala además que “el principal desafío pasa porque la población tenga acceso continuado a una atención paliativa interdisciplinaria de calidad con profesionales adecuadamente capacitados y con recursos adecuados”.

“La humanización en la etapa final permite no reducir el enfermo a su enfermedad, sino considerarlo como una persona que tiene sus preferencias, sus expectativas, su historia y una vida”, considera la especialista. La mejora en su calidad de vida radica en el control del dolor y la disnea, lo que se traduce en una mayor sensación de bienestar. Además, subraya que “los familiares son la pieza más importante en el cuidado de estos pacientes, porque son los que generalmente están con ellos en su día a día y se revelan su principal soporte emocional”.

Cuidados paliativos Hospital San Juan de Dios

Por ello, la atención que se brinda pone el foco en el paciente, pero también en su familia y en el acompañamiento de un duelo complicado, o en la detección del estrés emocional y físico que conlleva el cuidado más allá de estar ante una enfermedad terminal o situación irreversible. “La parte afectiva juega un papel muy importante para afrontar este proceso, porque son frecuentes los trastornos afectivos como la depresión”, asegura una geriatra que, desde la empatía y sensibilidad que deben caracterizar a todo médico paliativista, subraya la importancia de “respetar los valores y deseos de los pacientes desde un enfoque holístico”. “Cuando trabajas con población vulnerable como adultos mayores y pacientes al final de la vida, lo más duro es saber que se van apagando poco a poco como una vela. Lo más satisfactorio, por el contrario, es sentir su agradecimiento y el de sus familias cuando sabes que has hecho todo lo que tenías que hacer. Se dice que el geriatra nunca gana porque el paciente casi siempre muere. Sin embargo, el poder garantizar una vejez con calidad de vida es una victoria social”, concluye.