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Salamanca

El alcalde de Sotoserrano, en el punto de mira

28 agosto, 2018 16:53

El Partido Socialista (PSOE) de Salamanca denuncia que la gestión del alcalde del Partido Popular (PP) en el municipio salmantino de Sotoserrano, Sebastián Requejo, se caracteriza por la dejación, la desidia, la falta de transparencia y participación, la dejación de funciones y la toma de decisiones con un carácter dictatorial y caciquil.

Argumenta que desde que comenzara su mandato las deudas y los impagos en el Ayuntamiento de esta localidad no han dejado de crecer, según viene denunciando el Grupo Socialista. Así, la construcción del polideportivo, obra inaugurada en el 2008, hace una década, acumula un impago a la constructora de 60.000 euros, que amenaza con una demanda judicial. Y eso a pesar de ser una infraestructura que recibió subvenciones públicas por parte de la Diputación, que ya fueron cobradas y sobre las que a día de hoy sigue sin dar explicación o justificación alguna sobre el destino. “Una obra además que muestra desde el primer día múltiples carencias como ausencia de iluminación o fuente con agua potable”, añade el PSOE.

Continúa la denuncia que el municipio está perdiendo además otro tipo de ayudas públicas para obras y servicios “porque el alcalde deja pasar los plazos para su solicitud o simplemente por la falta de justificación de las ayudas recibidas en años anteriores como es el caso de las que se otorgan para mantenimiento y rehabilitación de los centros escolares”.

Además, “a la nefasta y sospechosa gestión en materia económica y financiera se une la utilización del empleo público de forma discrecional y partidista, sustituyendo el principio de igualdad de oportunidades por el principio del amiguismo mediante la no publicación y la ocultación de las ofertas y los empleos, e impidiendo que todos los interesados puedan acceder a él en igualdad y en las mismas condiciones”.

Pero no se queda ahí el PSOE. “A este proceder caciquil y dictatorial hay que sumar otros incumplimientos de la ley y de la legislación vigente en materia de gestión local tras su reiterada negativa a la convocatoria de plenos ordinarios, el último fue a primeros de año, y la insistente toma de decisiones o la aprobación de medidas de forma personal y unilateral, a espaldas del máximo órgano municipal tal y como es preceptivo, como la ejecución del derribo de la antigua almazara con un coste de 30.000 euros, cantidad además que no contaba con asignación presupuestaria alguna”.

Los concejales socialistas denuncian también “una manifiesta dejación de funciones y obcecación por evitar la participación vecinal en los asuntos municipales. El primer edil evita y niega citas y reuniones con personas y colectivos para la presentación de propuestas o iniciativas, o la petición de soluciones a determinados problemas, a pesar de que muchos de estos encuentros ya han sido solicitados, incluso por escrito, desde hace más de un año y sin que los solicitantes hayan recibido respuesta o notificación alguna”.

En esta situación se encuentran, por poner un ejemplo, los miembros de la Asociación Juvenil de Sotoserrano, a los que se les niega un local municipal de reuniones para realizar actividades, algo que sí tienen el resto de las asociaciones de la localidad, y que todavía siguen esperando respuesta por parte del alcalde Sebastián Requejo, y la oportuna autorización, para la realización de importantes proyectos en beneficio de toda localidad, muchos de ellos fijados o cuya celebración está prevista parta los próximos días, y que a día de hoy siguen paralizados.

También actividades como cocina para peques, taller de nuevas formas de cultivo y elaboración de los mismos, programas explicativos sobre la prevención de adicciones nocivas como el alcohol y las drogas. U otras actividades como el fomento del deporte, con diversas competiciones, de la cultura, con la recuperación de tradiciones, entre ellas la obra teatral de La Loa que se representa en la festividad de San Ramón, o con un marcado carácter benéfico como la elaboración de una paella solidaria en las vísperas de las fiestas patronales para recaudar fondos con el fin de conseguir la instalación de un desfibrilador en las pistas deportivas.