Vicente del Bosque durante el encuentro con los escolares

Vicente del Bosque durante el encuentro con los escolares

Salamanca

“Ser buen compañero es más importante que ganar”: la charla de Vicente del Bosque en este municipio salmantino

El exseleccionador nacional compartió su trayectoria personal y profesional con estudiantes de secundaria dentro del proyecto Cibercarba.

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En el patio, el rumor de que venía alguien importante ya flotaba desde primera hora. Pero no fue hasta que Vicente del Bosque cruzó las puertas del CEIP Pablo Picasso cuando el murmullo se convirtió en asombro.

Tranquilo, cercano y con su habitual tono sereno, el exseleccionador nacional compartió mucho más que anécdotas de vestuario: regaló a los estudiantes de secundaria una charla sobre valores, esfuerzo y humildad que caló hondo en el alumnado del municipio de Carbajosa, en Salamanca.

La visita formó parte del proyecto Cibercarba, una iniciativa en la que, entre otras acciones, los propios alumnos organizan encuentros con profesionales de distintos ámbitos. Esta vez, se superaron. Contactaron con Del Bosque, gestionaron el encuentro y lo llevaron a cabo como auténticos anfitriones.

Durante la charla, el salmantino recordó sus inicios en el barrio de Garrido, sus primeros pasos en el equipo de la capital y los más de 30 años vinculados al Real Madrid. Por supuesto, también hubo espacio para rememorar los éxitos con la Selección Española, esa etapa dorada que culminó con la Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010.

Pero por encima de todo, Del Bosque insistió en un mensaje que repitió como si fuera su mayor título: “Ser buen compañero es más importante que ganar”. Una idea que hiló con reflexiones sobre el trabajo en equipo, la deportividad y el respeto como pilares no sólo del fútbol, sino de cualquier proyecto vital.

El formato fue cercano, sin atriles ni protocolos. Los alumnos escucharon con atención, lanzaron preguntas, y por momentos, hasta olvidaron que estaban ante una de las figuras más respetadas del deporte español. Lo veían más como un sabio de barrio que como un entrenador de élite. 

Para muchos, fue una hora diferente. Para otros, un encuentro que no olvidarán. Y para todos, una lección sin pizarras ni libros: la de alguien que, habiendo llegado a lo más alto, sigue defendiendo lo más sencillo.