
Casa parroquial de Garcillán (Segovia)
El malestar de un pueblo de Segovia con el Obispado por el uso de la casa parroquial: "Está ocupada por una mujer"
Los vecinos denuncian que la vivienda aloje a esta inquilina, cuando ellos colaboraron económicamente en el arreglo de la misma para que el párroco del pueblo tuviese un hogar donde vivir.
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"Gran malestar y un poco de enfado". Eso es lo que se respira actualmente en el municipio segoviano de Garcillán por "la ocupación y destino que se viene dando por parte del Obispado de Segovia, desde hace ya tiempo, a la casa parroquial", la cual es de su propiedad.
Tal y como ha podido saber este periódico, el Obispado pidió la colaboración de los vecinos para reformar, arreglar y sacar la vivienda en cuestión del "estado de ruina en el que se encontraba" tras ser sacudida por un devastador incendio.
Estos, a través de donativos, realizaron sus aportaciones "con bastante empuje", pero con el deseo de que el párroco del pueblo tuviese un hogar donde vivir. "Porque todos necesitamos un repaso espiritual y poder ver a nuestro sacerdote", explica el representante y portavoz de los vecinos.
Sin embargo, tal ha sido su sorpresa cuando han visto que en ella se está alojando una mujer "de bien", que "trabaja y vive desde hace tiempo en Garcillán" y que, tras enviudar y finalizar la reforma de la casa parroquial, se mudó a la misma.
Se trata de una inquilina que, según revela el representante, "ha metido el Obispado no sabemos por qué razón".
Si bien, "el deseo de los vecinos era disponer de un lugar donde pudiera vivir el párroco y donde poder tener un contacto con él, o desde donde el cura pudiera hacer o dirigir su labor pastoral con los vecinos e hijos del pueblo", expresan desde Garcillán. "Es lo lógico, ya que no tenemos médico, por lo menos tener cura", añaden.
Pese a ello, lamentan, que "nada ha sido así", pues, según explican, "lejos de ese deseo vecinal, desde hace ya tiempo con el anterior obispo, la casa está siendo ocupada por una mujer".
Así, el representante vecinal reconoce que, aunque sí han trasladado al Obispado tanto la petición como el "malestar" de los vecinos ante esta situación, "no han dicho nada".
Ahora, aprovechando el reciente cambio de obispo, siendo Jesús Vidal el actual, él confía en que este "pueda hacer algo".
En cualquier caso, no se plantean tomar otro tipo de medidas ya que, teniendo en cuenta que la vivienda es propiedad del Obispado, "tampoco podemos pedir más".
Asimismo, el portavoz confiesa que, hasta la fecha, tampoco han hablado con el párroco de Garcillán, al considerar que "es un problema del pueblo", y que tampoco saben dónde vive actualmente.
"Es la mala imagen de que nos hayan pedido ayuda para arreglar la casa y tengamos allí a una persona", ha zanjado el representante.
Por su parte, desde el Obispado aseguran que ya están "en conversaciones con el párroco para ver cuál es la situación", dado que tampoco tienen "muy claro" que sea "todo el pueblo" el que siente el malestar del que habla el portavoz de los vecinos por tratarse de un manifiesto no firmado.
Asimismo, han aclarado que la persona que está residiendo en la casa parroquial lo hace a través de "un contrato de alquiler".
Apuntan, además, que, aunque consideran "entendible" que el pueblo demande que quien viva en la vivienda sea el cura del pueblo, también hay que tener en cuenta que el párroco tiene asignados varios pueblos y quizá él mismo prefiere residir en otro, en lugar de en Garcillán.