
(I-D) Aurelio Bravo, y los hermanos Alfonso Barcia, Álvaro Barcia y Carlos Barcia González, tras el paso de la dana en Catarroja
La nueva vida de más de 30 vespas arrasadas por la dana que se trasladarán a Valladolid: "Es un tributo a los fallecidos"
“Podría tratarse de una de las mayores colecciones de vespas expuestas al público con el agravante que son las vespas que han sido arrasadas con la dana”, señala durante una entrevista con El Español - Noticias de Castilla y León.
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Álvaro Barcia tenía 32 motos almacenadas en Catarroja (Valencia) mientras preparaba una de las mayores colecciones de vespas de la historia de España. Pero todo se paró cuando aquel fatídico 28 de octubre una dana arrasó todo a su paso. Sueños, ilusiones, vidas, y un sinfín de pérdidas irreparables que aún hoy recuerdan lo rápido que todo puede desaparecer.
“Esto debe ser un tributo a las personas fallecidas y a los afectados por la dana”, asegura Bracia, mientras relata cómo ha sido el proceso por el que ha conseguido almacenar las motos durante más de dos décadas.
Al mismo tiempo que recuerda a todas las víctimas de la catástrofe, indica que la exposición “también debe tener una repercusión cultural y artística reivindicando la vulnerabilidad del patrimonio artístico y, en este caso, de parte del patrimonio industrial de la España del siglo XX”.
Pero para poder hablar del gran recorrido realizado por el coleccionista, hay que trasladarse hasta el año 2004. Cuando, tras conocer de primera mano una moto gracias a su hermano, Álvaro decidió que iniciaría un camino de más de 20 años para conseguir su sueño: llevar a cabo una de las colecciones de vespas más grande de España.
Tal y como indica durante una entrevista a El Español - Noticias de Castilla y León, durante años ha intentado que algún museo, o espacio se interesase por su exposición. Algo que ha cambiado tras el paso de la dana y el valor sentimental que han adquirido las motos.

Estado en el que se encontraron las vespas tras el paso de la dana
Con mucha paciencia y cariño, el hombre llevaba almacenadas 32 vespas hasta que la riada paralizaría su sueño. El local donde almacenaba las motos se vería afectado y comenzaría una cuenta atrás para buscar otro lugar donde poder guardarlas y evitar así mayores daños materiales, y sobre todo, emocionales.
Fue entonces cuando consiguió, gracias a la ayuda de un amigo, guardar las casi 32 motos en su casa de manera temporal, y más tarde en un polígono con zonas de almacenaje. Una vez pasada la riada, comenzó a mover de nuevo su sueño.
Una vez almacenadas y a salvo, comenzaría de nuevo sus intentos para poder llevar a cabo la exposición. Entonces, Alfonso Murciego, socio y presidente del Vespa Club de España, y Enrique Alcalde, responsable de Relaciones Internacionales, le pusieron en contacto con encargado del Museo de la Moto y el Ayuntamiento de Esguevillas de Esgueva, en Valladolid, y su sueño comenzaría a materializarse en algo real: un espacio para sus 32 motos.

Estado en el que se encontraron las vespas tras la dana
Ayuda del museo
Cuando desde Vespa Club de España comenzaron a movilizar el proceso para conseguir un espacio donde poder exponer las motos, el Museo de la Moto del municipio vallisoletano y el propio Ayuntamiento, no tardaron en interesarse y comenzar el convenio de colaboración para poder llevarla a cabo.
De esta manera, tal y como asegura Álvaro, en estos momentos están pendientes de llevar a cabo la firma de cesión final y abrir definitivamente la exposición. “Tenemos previsto que la exposición se abra entre primavera y verano, pero aún no lo sabemos exactamente”, asegura.
Una vez firmen, iniciarán un largo proceso de recuperación y restauración de varias piezas de las motos que sufrieron más daños tras la riada. “Tuve que desalojar en tiempo límite y hay motos que se vieron más afectadas”, señala.

Representantes del Museo de la Moto y del Ayuntamiento de Esguevillas de Esgueva con las vespas preparando la exposición
Ahora, Álvaro, no solo se muestra feliz por poder llevar a cabo la exposición de su vida, sino que también, según señala, es un tributo que además cuenta con un importante valor sentimental tras la dana.