
Mario, el vicario parroquial más joven de la provincia de Valladolid
Mario, el vicario parroquial más joven de la provincia de Valladolid: da misa y lleva la fe a 17 conocidos pueblos
El vallisoletano que es también el sacerdote más joven asegura que “la escasez de sacerdotes, la demografía y la pérdida de la práctica de la fe hace insostenible que cada municipio pueda tener una misa todos los domingos”.
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Hace menos de un año, EL ESPAÑOL de Castilla y León charlaba con Mario Martín Gilsanz, vallisoletano de nacimiento, de 28 años de edad, que se encontraba en Roma estudiando para llegar a ser sacerdote. Tiempo después, su vida ha cambiado.
A su edad, nuestro entrevistado pasa por ser el vicario parroquial y sacerdote “más joven de la provincia de Valladolid”, como confirman fuentes del Arzobispado en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
Como vicario parroquial, “es un sacerdote que ayuda y colabora con un párroco en la cura de almas de una o más parroquias. Es un delegado del párroco. Somos tres curas, en la actualidad, los que atendemos a 17 pueblos”, asegura nuestro entrevistado para aclararnos el significado de una figura, quizás, poco conocida.
A su regreso de Roma, ya ejerce como tal en Medina de Rioseco y en otros 16 pueblos de alrededor: Berrueces, Castromonte, Gatón de Campos, La Mudarra, Moral de la Reina, Pozuelo de la Orden, La Santa Espina, Tamariz de Campos, Valverde de Campos, Villabaruz de Campos, Villabrágima, Villanueva de San Mancio, Montealegre de Campos, Palacios de Campos, Valdenebro de los Valles y Villalba de los Alcores.
Charlamos con él para saber más de su vida y conocer más a fondo su nuevo cometido dentro de la Iglesia.

Mario en el interior de la iglesia de La Mudarra
Una vida con la iglesia como protagonista
“Soy un sacerdote de Valladolid y me considero una persona que siempre ha estado vinculada al mundo de la Iglesia. Al principio de manera sociológica y, a raíz de entrar en mi cofradía, la de los Franciscanos de Valladolid y en la Semana Santa, crecí en la vivencia de la fe, y en la llamada para ser sacerdote”, explica Mario.
Fue en el año 2016 cuando entró al Seminario de Valladolid. Ahí ha hecho “un camino de discernimiento” durante cinco años y medio hasta que en 2021 se fue a Roma para “completar estudios teológicos”. Al acabar esto, se incorporó de nuevo a la Diócesis para retomar la actividad pastoral.
Mario estudió Historia mientras estaba en el Seminario. Cuenta, además, con un grado en Teología de cinco años en los Agustinos Filipinos. Durante su etapa en Roma, en 2022, es ordenado diácono y un año después, sacerdote.
“En la capital italiana he vivido una experiencia muy completa. Me he separado de mi mundo anterior, de la familia, amigos y de la vida en Valladolid y me he dedicado a estudiar allí”, explica nuestro protagonista.
En Roma estudió un máster de dos años en Teología Moral, ha hecho cursos de doctorado y otros de arqueología cristiana. También ha estudiado inglés, portugués e italiano y ha completado otro curso de archivística en el Vaticano, que culminó realizando un periodo de prácticas en un Dicasterio de la Curia Romana.

Mario en la iglesia de La Mudarra
Cambio de vida como vicario parroquial
“En Roma vives en una especie de residencia. No te ocupas de la colada, de la limpieza o la comida. Tampoco tienes carga pastoral. Toda la jornada está centrada en el estudio. Ahora, como vicario parroquial, la cosa cambia”, explica Mario.
Recibió su nombramiento por Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, el 24 de septiembre. Es algo nuevo para él y afirma que “desde la Diócesis intentan hacer ver a la gente que hoy en día es necesario moverse para vivir la fe”.
“La escasez de sacerdotes, la demografía en la España vaciada y la pérdida de la práctica de la fe hace insostenible que cada municipio pueda tener una misa todos los domingos. No se comprende esto, pero también es muy doloroso para nosotros”, apunta el vicario parroquial.
Lo “novedoso” de la propuesta, explica, es que “son tres curas”. Uno, Francisco Casas, lleva seis municipios, el otro, Alberto Rodríguez, once. Entre ellos son vicarios parroquiales, el uno del otro, mientras que Mario es de los 17 en su conjunto.
“Entre semana, la principal labor que tenemos es en Medina de Rioseco que es la cabeza de comarca y el municipio más grande. Tenemos fijas dos misas, de lunes a viernes, en la residencia de mayores y a las 19.30 en la parroquia. Nos vamos alternando”, apunta.
Además, entre semana también surgen funerales y cada pueblo cuenta con unas necesidades. Mario está entretenido los siete días de la semana pese a que hay momentos del año con más carga de trabajo y otros con menos.

La iglesia de La Mudarra
“Cada pueblo tiene mínimos de gestión. Aunque no haya misa todas las semanas hay que hacer un control de esa gestión administrativa, de patrimonio y espacios. Los ayuntamientos y los vecinos están implicados. El problema es que los años pasan y los feligreses, cada vez, pueden colaborar menos”, señala nuestro protagonista.
La fe
“En Occidente, en la Europa cristiana, se ha perdido la fe y sus implicaciones prácticas. Desde la Revolución Francesa se ha reducido a un sentimiento religioso que se vive en privado, pero que no tiene incidencia en la vida pública. En los pueblos aún se nota una vinculación con la fe y la Iglesia, pero es necesario profundizar en la vida de la fe y ser conscientes de la vocación a la que hemos sido llamados”, explica el sacerdote hablando de la situación actual de la fe.
Destaca esa fuerza del mundo rural y de los diferentes municipios para “conservar la fe” y “sus misas”, aunque afirma que “en la situación actual, es imposible asegurar celebraciones los domingos en todos los pueblos de la Diócesis”.
Mirando al futuro, el objetivo en lo personal de nuestro protagonista es “seguir a disposición de Dios y de lo que la Iglesia le proponga”. En lo que a la fe se refiere, afirma que ha de pasar por “tomar conciencia de que debemos implicarnos más” y “valorar la celebración de la misa y los demás sacramentos”.
Palabra de Mario, el sacerdote y vicario parroquial, más joven de la provincia de Valladolid.