
Un guardia civil en una línea de alta tensión
Investigan a un hombre por la electrocución y muerte de al menos nueve aves protegidas en un pueblo de Zamora
Los hechos ocurrieron en una línea de alta tensión que carecía de las medidas de seguridad y protección contra la electrocución de la avifauna obligatorias.
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La Guardia Civil de Zamora ha investigado a una persona por la electrocución y muerte de nueve aves protegidas, dos de ellas en peligro de extinción, en dos apoyos eléctricos de una línea de alta tensión, carentes de las medidas de protección legalmente establecidas.
El inicio de la investigación se remonta al pasado 23 de julio en el municipio zamorano de Madridanos, donde agentes del Seprona de la Guardia Civil en colaboración con agentes medioambientales de la Junta recogieron cinco cadáveres de aves entre las que se encontraban un buitre leonado, un busardo ratonero, un águila imperial y dos cuervos, que, según los indicios que mostraban, podrían haber muerto por electrocución.
Fue entonces cuando los agentes procedieron a la inspección pormernorizada de la línea eléctrica donde habían aparecido los cadáveres, con la previsión del posible hallazgo de más especies afectadas en este área, declarada de alta sensibilidad ambiental en época de reproducción para aves planeadoras.
Tras ello, los agentes encargados del caso iniciaron el protocolo establecido en estos casos para la protección de avifauna frente a la electrocución y colisión en líneas eléctricas.
Y es que, entre las actuaciones efectuadas por los investigadores del Seprona en diferentes fechas, se encontraron en las inmediaciones del tendido eléctrico cuatro cadáveres más que, al igual que los anteriores, también presentaban signos de haber sido electrocutados.
En este caso las aves encontradas correspondían a especies de cuervos y busardo ratonero, cuyos restos fueron remitidos al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid para la realización de la necropsia de los cadáveres, lo que confirmó que los mismos habían muerto por electrocución.
Con todo ello, la Guardia Civil centró la investigación en la línea de alta tensión para averiguar su titularidad y mantenimiento, así como para depurar las posibles responsabilidades por carecer de medidas de seguridad y protección contra la electrocución de la avifauna.
Y es que, según ha informado la Guardia Civil, la línea no estaba adaptada a las prescripciones técnicas obligatorias y carecía de medidas preventivas que minimicen los riesgos de colisión y electrocución de las aves.
Por todo ello, una vez realizadas las gestiones necesarias para la comprobación de las deficiencias observadas, identificado el posible responsable y obtenidos los informes que confirmaban la muerte de las aves por electrocución, el pasado 7 de febrero los agentes procedieron a la investigación de la persona en cuestión como presunto autor de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y contra la flora y la fauna, por la muerte de al menos nueve aves catalogadas como especies amenazadas e incluso en peligro de extinción.