Han pasado exactamente siete años desde que el nombre de Sergio Ayala empezó a sonar con fuerza en el espectro mediático y, sobre todo, en el vallisoletano. 

Por aquel entonces, este joven modelo llevaba una vida discreta que se desarrollaba fundamentalmente en su pueblo, Medina del Campo, hasta que de pronto decidió protagonizar su primera aparición pública en televisión de la mano del mítico programa Mujeres y hombres y viceversa, donde participó en calidad de pretendiente de la tronista Ruth Basauri. 

Pasado un tiempo, fue él quien, por iniciativa propia, decidió dejar el programa por un motivo más que justificado. Aparcó, por tanto, su carrera televisiva para ejercer, como es debido, su cargo de concejal de Juventud y Deporte del Partido Popular en el Ayuntamiento de Medina del Campo, una etapa que no concluyó hasta junio de 2019: "Han sido unos años llenos de grandes momentos y situaciones complicadas, pero siempre con una sonrisa y luchando por la mejor de la villa. Seguiré dando a conocer en todos los rincones del mundo situando en el mapa a Medina del Campo", aseguró el modelo por aquel entonces.

Sergio Ayala en la Plaza Mayor de Valladolid @sergioayalamdc Instagram

Sin embargo, cuando a los meses recibió una jugosa propuesta para participar en la quinta edición de Gran Hermano Vip, Ayala regresó a la televisión para vivir una aventura en la que se embarcó junto a otros rostros conocidos de la talla de la también vallisoletana Aída Nízar y en la que no logró pasar desapercibido, sino todo lo contrario. 

Durante su paso por el reality, Ayala dio mucho de qué hablar y la razón no es otra que su historia de amor junto a Ivonne Reyes, la cual comenzó en la famosa casa de Guadalix llegando a durar nada más y nada menos que siete meses desde que ambos terminaron su concurso. 

Entonces su nombre ocupaba una parte importante de los titulares de la prensa especializada, precisamente, la que consiguió hacerse eco de los posteriores intentos de la pareja de dar nuevas oportunidades a su relación, aunque sin éxito, pues la venezolana terminó rompiendo definitivamente con Sergio, dejándole tan "molesto" como "desilusionado". 

Sergio Ayala e Ivonne Reyes en una de las galas de 'Gran Hermano VIP 5' Gtres

Una vez pasado el boom de la ruptura, los medios de comunicación perdieron la pista al vallisoletano, que decidió seguir con su vida desde el anonimato, aunque muy volcado en el desarrollo de su carrera como modelo y realizando sus primeros pinitos en las pasarelas.

Y vaya si lo consiguió. Ayala empezó representando a Castilla y León en el certamen del Rey Belleza España. En 2017 se alzó con el segundo puesto de Míster Universo Fitness, siendo al año siguiente cuando logró proclamarse tercer finalista de Míster Internacional España, y en 2019 ganador del certamen Míster Model International, un logro del que siempre se ha mostrado muy orgulloso.

Su notoriedad alcanzó un nivel que nunca antes había experimentado, pero lo cierto es que siguió apostando por una vida discreta que, por aquel entonces, seguía con la mirada puesta en la moda y en su faceta de influencer, un trabajo que le ha permitido superar la cifra de los 88.000 seguidores en Instagram.

El expolítico y exmodelo Sergio Ayala @sergioayalamdc Instagram

Sin embargo, cuando parecía que Sergio ya había logrado desprenderse de su imagen pública en una etapa de su vida en la que todo hace indicar que estudiaba para ser Policía Nacional, a finales de 2020 este volvía a formar parte de la crónica social y a dejarse ver por los photocalls. ¿El motivo? Su sonada e inesperada relación con Yola Berrocal. 

Esta duró algo más de un año y su final fue cuanto menos polémico, pues la propia Yola llegó a confesar que su historia de amor con Ayala terminó con un mensaje de WhatsApp en el que el modelo apenas le dio explicación alguna. 

Sergio Ayala y Yola Berrocal en el estrena de la película 'A todo tren. Destino Asturias' Gtres

Desde entonces, poco o nada se ha sabido de las conquistas de Sergio Ayala, así como de su vida más personal. Sin embargo, sus redes sociales sí han confirmado que este joven lleno de inquietudes ha seguido curtiendo su faceta de modelo e influencer a través de sus grandes pasiones: el deporte, los animales, desde serpientes hasta águilas y mapaches a los se ha acostumbrado a visitar en centros de rescate; la buena alimentación y los vinos, de los cuales disfruta recogiendo la uva en el campo, haciendo una cata o incluso trabajando como comercial de la bodega de Javier Sanz, situada en el municipio vallisoletano de La Seca. 

Aun así, el mayor espacio de sus publicaciones de Instagram lo ocupan las fotografías de sus viajes, la que parece ser su mayor afición. Y es que, tal y como se puede comprobar en esta aplicación, gracias a su trabajo como modelo y a su interés por conocer los lugares más recónditos del mundo, el vallisoletano ha podido visitar múltiples destinos como Punta Cana, Santo Domingo, Tailandia, Nueva York, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y también Portugal, el país vecino. ¿Cuál será el siguiente?