Rivas, el científico de los seres prodigiosos: "Los humanos podemos catalogarnos como un superorganismo"
- "Es importantísimo conservar la biodiversidad, aunque solo sea desde un punto de vista egoísta" / "Gracias a los animales venenosos hemos podido desarrollar muchos fármacos" / "Los humanos hemos alcanzado un nivel insólito en cuanto a cognición y vida social".
- Más información: El plan para salvar al axolote: la salamandra que podría ser clave para conseguir la regeneración en humanos
Raúl Rivas es catedrático de Microbiología en la Universidad de Salamanca pero, lejos de quedarse en su atalaya académica, siempre está procurando acercar su campo de conocimiento a públicos amplios.
Lo ha hecho con denodado esfuerzo. Tras seis libros dedicados a contar las maravillas que se esconden en el mundo microscópico (el último de ellos, publicado en 2024), Rivas acaba de lanzar Superorganismos. De la medusa inmortal a los hongos de Chernóbil, historia natural de los seres prodigiosos (Guadalmazán), donde combina el mundo micro y el macro para contarnos los superpoderes que se hallan en muchos seres vivos.
Las hazañas de algunos de estos seres han trascendido la ciencia y casi forman parte ya de la cultura popular. Por ejemplo, la capacidad de los tardígrados u ositos de agua para sobrevivir en entornos hostiles, bombardeados por radiación ultravioleta, deshidratados, a altísimas temperaturas o casi sin oxígeno.
O los axolotes, con una capacidad de regeneración de sus extremidades excepcional. O algunas medusas y langostas, que parecen haber logrado el secreto de la eterna juventud (al menos, hasta que acaben siendo devoradas por algún animal o en la cazuela de algún restaurante).
Más allá de estas superestrellas, Rivas cuenta el caso de Pando, un bosque en realidad es un solo ser con unos 80.000 años de vida; la zarigüeya de Virginia, inmune a casi cualquier veneno y a unas cuantas enfermedades; o las bacterias Vibrio harveyi, que iluminan el mar por la noche y son símbolo de buenos o malos augurios para los marinos, según la parte del mundo en la que se encuentren.
De todos los superorganismos de los que hablas en el libro, ¿con cuál se queda?
Son todos muy singulares y únicos. Quizá el axolote, que es el que aparece en la portada, es un animal muy simpático y con un potencial extraordinario.
Axolotes, tardígrados y las medusas inmortales son casi superestrellas del mundo animal, pero hay otros no tan conocidos y también espectaculares.
Todos los que describo en el libro y sobre los que cuento historias tienen unas cualidades, unas características, singulares, sorprendentes y que les diferencian del resto de organismos, no solo animales.
He intentado encontrar organismos, algunos más conocidos por el público en general y otros, probablemente, más desconocidos, como el camarón mantis o el camarón pistola, y trasladar esa información de forma amena, divertida y entretenida al lector que carece de conocimientos en este ámbito.
Habla también de las aplicaciones que tienen estos 'superpoderes' en los seres humanos.
Es importantísimo conservar la biodiversidad, aunque solo sea desde un punto de vista egoísta. Gracias a esa biodiversidad de organismos que tiene el planeta hemos podido desarrollar muchas terapias, encontrar fármacos para diferentes enfermedades, y eso sin tener en cuenta que la diversidad tan rica que tenemos es la base del equilibrio del planeta.
Con la extinción de especies y la destrucción de los hábitats, al corto o medio plazo supone eventos nocivos para el ser humano, y a largo plazo efectos devastadores.
En el libro cuento algunas de estas cuestiones. Cómo, a partir del uso de venenos, que siempre parece una cosa muy negativa, hemos conseguido desarrollar fármacos contra la hipertensión, el dolor… Una batería inmensa a partir de sustancias venenosas de diferentes tipos de animales.
Tenemos la idea de que animales venenosos como arañas, serpientes, escorpiones y otros no tan conocidos como los caracoles cono, gracias a ellos hemos podido desarrollar fármacos súper interesantes.
Los humanos, ¿tenemos algo de superorganismo?
En realidad, en cuanto a cognición y vida social, hemos alcanzado un nivel insólito, no es comparable al de ningún otro ser vivo. Y la transmisión de ese conocimiento que hemos conseguido mediante el aprendizaje y la cooperación, tampoco existe en el planeta. Por tanto, podemos ser catalogados como superorganismo.
Si a eso le añadimos que, dentro de nuestro organismo, viven multitud de microorganismos (bacterias, virus, protozoos, arqueas y hongos) que conviven en armonía con nosotros, produciendo sustancias beneficiosas, mejorando nuestro sistema inmunológico, evitando que proliferen patógenos, etc. Ese conjunto de ser humano y microorganismos en realidad nos convierte en un superorganismo.
La gripe H5N1 se ha adaptado a una gran cantidad de animales en poco tiempo y amenaza con ser la nueva pandemia humana. ¿Sería, esta vez en sentido negativo, un superorganismo?
Todos los virus tienen una alta capacidad para adaptarse a diferentes situaciones, muchos de ellos mediante mutaciones, otros por recombinaciones, como es el caso de la gripe.
El H5N1 es un virus más. No podríamos catalogarlos como superorganismo pero sí como una amenaza latente, clarísima. Tenemos que seguir vigilando cómo evoluciona la situación actual, que era imprevisible hace apenas dos o tres años, no pensábamos que fuese ir dando estos pasitos que ha ido dando.
Después de las vacas lecheras en EEUU, ahora parece que le ha tocado el turno a los caballos en Mongolia, que se ven muy afectados… Cada vez va acercándose un poquito más hacia nosotros y, desde luego, es un claro candidato para poder ocasionar una pandemia. Debemos seguir vigilantes.