Miguel Ángel Esteban trabaja en el Instituto de Biomedicina y Salud de Guangzhou, China.

Miguel Ángel Esteban trabaja en el Instituto de Biomedicina y Salud de Guangzhou, China.

Investigación

Doctor Esteban, el 'padre' español del mono híbrido chino: "Ayuda a entender enfermedades genéticas"

Miguel Ángel Esteban ha participado en el ensayo que logró el nacimiento del primer primate quimérico de China, un mono hibridado con otro.

10 noviembre, 2023 03:12

En la mitología, una quimera es un animal compuesto de partes de varias bestias, y en lenguaje figurado, denomina un sueño imposible. En ciencia, la quimerización tiene un poco de ambas. Ocurre cuando un organismo vivo comparte ADN de otro individuo en su estructura, y puede ocurrir de forma natural, incluso en seres humanos, cuando un embrión en formación asimila a su gemelo. El superviviente quedará con 'marcas' casi tan llamativas como la criatura de leyenda, como una bisección casi simétrica del color de su piel o de su pelo provocada por la acumulación de las células ajenas en partes específicas de su cuerpo.

El macaco cangrejero nacido en los laboratorios de la Academia China de Ciencias también tenía marcas inusuales, pero estas no eran fruto del azar. Sus ojos resplandecientes verdes y la tonalidad fluorescente repartida por su cuerpo, especialmente en las extremidades, eran indicativas de un éxito sin precedentes en la quimerización. Según el artículo publicado en la revista Cell, revelaban que la mayor parte de sus células, hasta dos tercios, pertenecían a otro individuo con el que había sido hibridado cuando solo era un embrión. Los experimentos anteriores únicamente habían logrado que un mono tuviera un 4% de otro.

En el corazón de este trabajo está el español Miguel Ángel Esteban, investigador del Instituto de Biomedicina y Salud de Guangzhou, China. Su trayectoria única en el panorama académico español quedó inmortalizada en una entrevista con Nature. Nacido en Castellón hace 53 años, estudió en la Universidad de Navarra y se doctoró en Bioquímica y Biología Molecular por la Autónoma de Madrid. Realizó una beca posdoctoral en el prestigioso laboratorio de Patrick Maxwell en el Imperial College de Londres. Y la primera vez que se ofreció la posibilidad de viajar a China, la idea no le hizo mucho gracia

[El advenimiento de las quimeras, los embriones híbridos de animal y humano]

Esta invitación del British Council, sin embargo, cambiaría su vida y su carrera. Impresionado por las instalaciones para llevar a cabo investigaciones sobre genética, el español optó a una plaza y la consiguió en 2008. "China ha invertido mucho en investigación con células madre estos últimos años", explica en una conversación por correo electrónico con EL ESPAÑOL. "Se han creado muchos grupos en esta línea de investigación con suficientes recursos, y esto lo ha impulsado mucho. Además, hay muy buenos institutos de fama mundial para el estudio de primates no humanos".

Una de esas líneas de investigación es la creación de quimeras entre animales y humanos, como el proyecto que encabeza otro español, Juan Carlos Ispisúa. Logró generar embriones híbridos hasta los veinte días de gestación. Después, fueron destruidos por motivos éticos: aunque el objetivo final es crear órganos humanizados en el cuerpo de animales que sean válidos para xenotransplantes, los límites morales acotan fuertemente estos ensayos. China, además, está determinada a no repetir escándalos como el del biólogo He Jiankui, que editó genéticamente sin permiso a varias bebés

"Nosotros no estamos trabajando en inyectar células humanas en embriones de mono. Nos centramos exclusivamente en quimeras mono-mono", aclara Esteban. En este caso, se extrajeron células madre pluripotenciales -que pueden transformarse en cualquier otra del cuerpo- del blastocito -embrión temprano- de un macaco. Tras cultivarlas y teñirlas con la proteína fluorescente, las introdujeron en la mórula -un estado de gestación aún más temprano- de otro mono. El embrión híbrido resultante fue implantado en una hembra, así hasta 200 veces. Solo se lograron dieciséis embarazos y solo una cría nació con vida, sobreviviendo diez días. 

Este pequeño, sin embargo, era una quimera excepcional. "Los porcentajes de contribución de las células pluripotenciales donantes de mono variaron de un órgano/tejido a otro", explica el investigador, "pero fueron en general muy altos". En algunos órganos de su cuerpo, el 90% de sus células pertenecían al donante. Y esto es lo que abre la puerta a las aplicaciones médicas, que podrían resolver in útero defectos en el feto anticipados por la genética. "Se podrían seleccionar células pluripotenciales de mono modificadas en cultivo e inyectarlas para modelar enfermedades humanas debidas a trastornos genéticos".

Y es por eso, en definitiva, que el éxito de la quimerización en primates es tan relevante, porque ahonda en el conocimiento de cómo operan las células madre pluripotenciales en el cuerpo humano. "Así es", confirma Esteban. "Dado que nosotros somos también primates, entender cómo funcionan las células madre pluripotenciales de mono puede ayudar a entender cómo funcionan las humanas". La baja eficiencia de la gestación y la corta supervivencia de la quimera, por otra parte, indican los factores a perfeccionar. "Probablemente ello requiera modificar las condiciones de cultivo de las células pluripotenciales para hacerlas más similares a células embrionarias tempranas", apunta el investigador.