Stuart Lipton, neurólogo y sabio del alzhéimer. Scripps Institute.

Stuart Lipton, neurólogo y sabio del alzhéimer. Scripps Institute.

Nutrición

El aviso del neurólogo Stuart Lipton para España: "El romero mejora la memoria, previene el alzhéimer y baja la inflamación"

La enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más diagnosticado, pero sigue sin poseer un tratamiento adecuado.

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Aunque la enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más diagnosticado en nuestra era, sigue siendo una patología poco entendida. Aún no está totalmente claro su origen, existiendo diversas hipótesis al respecto; tampoco está claro su tratamiento ni existe una cura para la enfermedad, aunque sí poseemos ciertos enfoques preventivos frente al desarrollo de la misma. Y, poco a poco, se van descubriendo potenciales tratamientos.

Recientemente, un estudio publicado en la revista Antioxidants, a cargo del neurocientífico Stuart Lipton y sus colegas del Scripps Research Institute, habría sugerido que existe una molécula presente en una planta común, el romero, capaz de combatir la enfermedad de Alzheimer: el ácido carnósico.

El ácido carnósico es un compuesto presente tanto en el romero como la salvia, y no es nuevo, dado que se conoce por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Sin embargo, es inestable en su forma pura, por lo que usar infusiones de estas plantas sin más tampoco sería una opción para poder disfrutar de los beneficios del ácido carnósico. No es tan fácil.

Ahora, un grupo de investigadores de California, dirigidos por Lipton, han sintetizado un derivado estable de este compuesto, logrando resultados prometedores en ratones con Alzheimer: se administró a los roedores la molécula sintética y se lograron mejoras en la memoria, más sinapsis neuronales, menor inflamación y mayor eliminación de proteínas tóxicas vinculadas al Alzheimer.

Todos estos signos y síntomas son característicos de la enfermedad de Alzheimer, una patología neurodegenerativa capaz de eliminar una gran proporción de conexiones neuronales o sinapsis, rompiendo rutas de comunicación neuronal claves, siendo la pérdida de memoria uno de los efectos más notables.

Como explicó el mismo Lipton, "realizamos múltiples pruebas de memoria y todos mejoraron con el fármaco. No sólo frenó el declive, sino que mejoraron hasta volver prácticamente a la normalidad"

Uno de los principales retos para este estudio fue lograr que el ácido carnósico alcanzara una forma estable que aguantase lo suficiente en el cerebro como para lograr efectos. Finalmente, lograron una forma diacetilada adecuada (diAcCA). El intestino convierte el diAcCA en ácido carnósico antes de que entre en el torrente sanguíneo, donde se descubrió que se absorbe aproximadamente un 20% mejor que el ácido carnósico puro. Una vez convertido, el ácido carnósico alcanza niveles terapéuticos en el cerebro tras el paso de una hora.

Durante el estudio, se usaron ratones con Alzheimer a los que se les administró diAcCA o un placebo tres veces por semana durante tres meses. Se analizaron los efectos en el tejido cerebral y el rendimiento de los ratones mediante ejercicios de memoria y capacidad de aprendizaje., logrando mejoras en todos los casos. Además, se comprobó que diAcCA no pareció producir ningún efecto tóxico en los ratones tratados con él, y se objetivó que se lograron reducir las acumulaciones excesivas de proteínas asociadas a los daños objetivables en la enfermedad de Alzheimer.

"Al combatir la inflamación y el estrés oxidativo con el compuesto diAcCA, en realidad aumentamos la cantidad de sinapsis cerebrales. También eliminamos otras proteínas mal plegadas o agregadas, como la tau fosforilada y la beta amiloide, que se cree que desencadenan la enfermedad de Alzheimer y sirven como biomarcadores del proceso patológico".

Dadas las propiedades antiinflamatorias del ácido carnósico, que también se ha analizado en estudios previos, Lipton y sus colegas tienen esperanzas en su uso frente a otras afecciones relacionadas con la inflamación crónica de bajo grado, como la diabetes tipo 2 o la enfermedad de Parkinson.

Además, existe la posibilidad de que los fármacos diAcCA se utilicen junto a otros tratamientos disponibles para el Alzheimer en el momento actual, dado que este compuesto es una forma modificada del ácido carnósico, cuyo consumo ya se sabe que es seguro. Por ello, se espera que sea posible desarrollar fármacos a un ritmo más acelerado.