Marina Díaz Marsá, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid.

Marina Díaz Marsá, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid. Laura Chacón Lundbeck

Salud

Marina Díaz Marsá, psiquiatra: "Los problemas de salud mental en jóvenes nos tienen desbordados"

La presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid advierte de la falta de recursos para atender los casos que se esperan en los próximos años.

29 mayo, 2022 03:52

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En un corto período de tiempo hablar de enfermedades psiquiátricas en España ha pasado de ser un tabú a tener un hueco en la agenda política. Por suerte, la visibilidad de estos trastornos ha aumentado y cada vez nos referimos a ellos con una mayor naturalidad. Sin embargo, todavía existen aspectos que nos resultan desconocidos y el papel que juega nuestro género en la probabilidad de sufrir uno u otro trastorno es uno de ellos.

Las mujeres tienen el doble de probabilidad que los hombres de experimentar un episodio depresivo a lo largo de su vida, un sesgo que es evidente desde los 12 años. "Las mujeres se deprimen más y, además, cuando lo hacen tienen casos más graves", ha explicado Marina Díaz Marsá, jefa de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos y presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid (SPM) durante el XX Seminario de Lundbeck Depresión y género, en femenino y plural celebrado en Sitges (Barcelona).

Díaz Marsá explica que el cerebro humano de hombres y mujeres es igual en estructura y funcionalidad, pero existen otros factores que predisponen a una mayor vulnerabilidad a distintas enfermedades. En el caso de la relación entre la depresión y el sexo femenino intervienen factores biológicos —estructurales del cerebro y hormonales relacionados al ciclo reproductivo—, sociales vinculados al rol de género o a la maternidad y también factores estresantes personales.

"Cuando empieza la menstruación se inicia la mayor prevalencia de depresión y se iguala a la del hombre con la menopausia", afirma la psiquiatra. Las fluctuaciones de hormonas asociadas al ciclo menstrual condicionan el estrés que experimentan y es a los 40 años cuando tiene lugar la mitad de los casos de depresión en la mujer. El síndrome disfórico premenstrual, la depresión posparto y la depresión en la perimenopausia son algunos de los trastornos más graves a los que muchas mujeres hacen frente en su ciclo vital.

Esta vulnerabilidad no viene a reforzar el anticuado estigma del "sexo débil", afirma Díaz Marsá, sino que es, simplemente, biología: "los hombres son, a su vez, más propensos a otros trastornos, como las adicciones". Por ello, la presidenta de la SPM reivindica la importancia de conocer nuestras vulnerabilidades y hablar de ellas de forma natural para prevenir trastornos más graves.

Cada vez se habla más de salud mental, ¿estáis viendo a más personas acudir a las consultas de Psiquiatría?

Yo creo que hay más gente que acude y, además, con menos vergüenza. Es verdad que ese papel que ha hecho la prensa de sensibilizar a la población sobre la alta prevalencia de trastornos mentales y sobre que hay que tratarlos como cualquier otra enfermedad ha sido importante. Eso consigue reducir el estigma, consigue que los pacientes se detecten síntomas que pueden considerar que son compatibles con un determinado trastorno y acudan al médico. Aunque aumenta la demanda nos está ayudando a visibilizar y a sensibilizar a las autoridades para intentar en un futuro que haya más recursos.

¿Estamos preparados ahora mismo en España para los casos que tenemos de salud mental en el presente y para los que parece que van a venir?

Pues no, no estamos preparados. La salud mental es una de las especialidades peor dotadas. Las listas de espera son infinitas y las plazas en recursos específicos como hospitales de día para la atención a la población infanto juvenil o la juventud temprana son insuficientes. Necesitamos más profesionales: psiquiatras, psicólogos, enfermeras de salud mental, porque nosotros no tenemos técnicas, no tenemos máquinas, somos personas. Tanto los psiquiatras como los psicólogos necesitamos poder hacer psicoterapia, necesitamos tiempo para los pacientes y, para eso, se necesita una mayor dotación claramente del sistema de salud público.

Se ha dicho muchas veces que detrás de la pandemia de la covid viene una de las enfermedades mentales, ¿cuál es tu opinión respecto a esto?

Lo que está claro es que la pandemia ha aumentado los casos de depresión, de ansiedad y de problemas mentales como los trastornos de conducta alimentaria y trastornos de la personalidad en población infanto juvenil. Eso es así. Nos vemos desbordados, sobre todo a nivel de la población infanto juvenil, con los casos de trastornos de conducta alimentaria, con los casos de suicidio, con los casos de autolesiones, con los casos de depresión. Parece que ha podido contribuir a que esta mayor prevalencia de la salud mental varios factores. 

Primero, el hecho de la incertidumbre que en un momento dado la población no supo manejar. Luego el hecho en concreto en la población infanto juvenil de que perdieron el contacto con sus iguales y es una etapa del desarrollo en que el grupo es muy importante. En tercer lugar, en lo que respecta a los trastornos de conducta alimentaria, las redes se llenaron de recetas y de tablas de gimnasia. Eso también hizo que los adolescentes se fijaran más en su aspecto físico. La población ha pasado mucho más tiempo expuesta a las redes sociales que les devuelve una vida exitosa y feliz, que no siempre es la realidad y que no coincide con el día a día de la población en general. 

También puso de manifiesto la dificultad en la convivencia familiar. Hay situaciones conflictivas en las familias que en el confinamiento salieron más a la luz. También los adolescentes al no tener a sus iguales para comunicarse, han tenido dificultades de comunicación en casa. Hay mucha dificultad en la conciliación familiar y laboral: los niños y la población infanto juvenil pasa mucho tiempo sola en casa o sus padres están hasta tarde trabajando y tampoco les pueden prestar atención. Y yo creo que todo eso, además de una cultura de poco esfuerzo, de la sensación de que en la vida no existen problemas, sino que siempre hay que tener emociones siempre positivas, como si las emociones negativas no formaran parte de la vida, está condicionando esos problemas de salud mental que observamos.

Además está la psiquiatrización de los problemas de la vida cotidiana, que no son problemas de salud mental, pero muchos pacientes acuden a nuestras consultas y de alguna manera también ocupan espacios que deberían ser para pacientes. A veces se psiquiatrizan situaciones como la pérdida de un ser querido o que te deje un novio, o haber suspendido, cuando claramente son situaciones que emocionalmente son adversas, pero que forman parte de la vida y que tenemos que tener las capacidades emocionales para responder a ellas.

Un consejo rápido para las personas que conviven con alguien que tiene depresión o ansiedad y no saben cómo tratar con ellos.

Que les acompañen, que no les animen diciendo "venga, tienes que salir, no te preocupes". No pueden hacer otra cosa, están tristes, están deprimidos. Simplemente acompáñale y escúchale. Y si no quiere ir a un profesional, intenta decirle que su sufrimiento puede mejorar si busca la ayuda que necesita en un profesional específico.

En cuanto a la mayor vulnerabilidad de las mujeres a la depresión, si hubiera que poner en una balanza el factor hormonal y el factor social o ambiental, ¿qué tendría más peso?

No podría decirte, es claramente muy individual. Hay muchas personas que tienen muchos acontecimientos sociales estresantes y una genética depresiva más leve, pero que la depresión aflora por el peso de lo social. Y por otro lado, muchas personas que tienen una genética de mayor vulnerabilidad ante pequeños acontecimientos sociales pueden hacer que se exprese esa genética.

En los últimos años ha surgido el debate de cómo los métodos anticonceptivos recaen muchas veces en las mujeres, ¿son siempre inofensivas las pastillas anticonceptivas en la psiquiatría teniendo en cuenta cómo influye el ciclo hormonal en esta vulnerabilidad a la depresión?

Efectivamente los anticonceptivos a muchos pueden producir sintomatología afectiva y depresiva. Por suerte, en el mercado hay varios tipos de anticonceptivos que se pueden cambiar, pero, efectivamente, esa influencia que tienen sobre el sistema hormonal puede predisponer en los casos de mujeres vulnerables a que tengan más cuadros afectivos y depresivos.

El embarazo y la maternidad también influyen en estos trastornos y actualmente se está debatiendo mucho acerca de la gestación subrogada. ¿Cómo puede impactar este tipo de gestación en la salud mental de las mujeres?

Sí que impacta porque al final la gestación subrogada nace de dos maneras: por una parte, negativamente, porque parte de una sensación de frustración y de fracaso de no haber podido ser madre. Por otra parte, positiva, porque también puedes serlo de esa manera. Muchas veces entran aspectos de fantasía y de situaciones que uno empieza a plantearse que muchas veces causan conflictos. Yo sí que recomendaría un apoyo psicológico para hacer entender que ante una situación de no ser posible la maternidad puede ser una manera. Luego están las condiciones o los matices más éticos o morales que dependen de cada individuo, pero sí que un apoyo psicológico podría ser útil.

¿Y para la madre gestante?

Es muy duro porque cuando se gesta se establece un vínculo con aquello que está creciendo dentro. Ser madre gestante radica en una necesidad. Es decir, que probablemente si no tuvieras una necesidad de ganarte la vida con algo, realmente harías otra cosa. Entonces eso emocionalmente es muy difícil, porque la gestación está preparada para crear un vínculo entre la madre y el hijo. Y si al final desaparece el hijo, pues las consecuencias a nivel afectivo de la madre pueden ser importantes.