Los científicos están utilizando la tecnología de ARN que se usó para la Covid para crear los nuevos antídotos.

Los científicos están utilizando la tecnología de ARN que se usó para la Covid para crear los nuevos antídotos.

Salud

Ni será la cura definitiva ni es un único antídoto: las 5 claves de las nuevas vacunas contra el cáncer

Reino Unido ha iniciado un programa pionero con el que pretende desarrollar tratamientos personalizados para evitar la reaparición de tumores.

1 junio, 2024 01:14

"Si tiene éxito, podría ayudar a miles, si no millones de personas". Estas esperanzadoras palabras pertenecen a Elliot Pfebve. Este británico de 55 años ha sido el primer paciente que recibe la vacuna personalizada contra el cáncer de colonTambién es el primero que participa en el ensayo "histórico" que se está llevando a cabo en Reino Unido, donde esperan reclutar a miles de personas para probar esta nueva forma de inmunoterapia en diversos cánceres.

Se trata del primer programa en el mundo que surge con un objetivo tan ambicioso: hallar una cura permanente y fabricada a medida para cada paciente en tan sólo unas pocas semanas. Aquellos que cumplan con los criterios de elegibilidad y acepten que se les haga un análisis de sangre y se analice una muestra de su tejido canceroso, obtendrán acceso inmediato a los ensayos clínicos de las nuevas vacunas.

En paralelo, la agencia reguladora de medicamentos y tecnología sanitaria de Estados Unidos (FDA, siglas en inglés de Administración de Alimentos y Medicamentos) ha aprobado una vacuna terapéutica contra el cáncer basada en ARN mensajero (ARNm). La empresa que la desarrolla, WestGene, no ha tardado tampoco en tildar el logro de "histórico".

Ambos anuncios se han sucedido en un periodo muy corto de tiempo. Pero, ¿realmente estas vacunas "históricas" podrían utilizarse para todos los cánceres? ¿Qué pacientes serían los primeros en beneficiarse de ellas? ¿Sirven para acabar con el cáncer o para evitar que vuelva a salir en personas que ya lo han tenido? 

¿Cómo funcionan las vacunas?

Las vacunas contra el cáncer llevan años investigándose. Sin embargo, el punto de inflexión no se produjo hasta la aparición de las plataformas de ARN mensajero. Seguramente le resulte familiar, ya que se utilizaron en las vacunas contra la Covid-19.

"Estas vacunas funcionan utilizando una pequeña secuencia de ARN mensajero que contiene las instrucciones para que las células del cuerpo produzcan una proteína específica que, en el caso del cáncer, suele ser una proteína asociada al tumor", explica Rodrigo Sánchez-Bayona, oncólogo del Hospital 12 de Octubre de Madrid. "A través de estas vacunas, nuestro cuerpo es capaz de dar instrucciones al sistema inmune para que ataque a aquellas células que nos puedan hacer daño".

El también secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) valora que esta tecnología no sólo ha mostrado promesas en ensayos clínicos, sino que también ha acelerado la investigación y el desarrollo de nuevas terapias inmunológicas contra el cáncer, ofreciendo nuevas esperanzas para tratamientos más efectivos y específicos.

¿Para qué tumores sirven?

Los investigadores están estudiando distintos tipos de vacunas contra los cánceres, pues no habrá una única que pueda curarlos todos. Es más, las más avanzadas no previenen el cáncer primario sino que intentan evitar su reaparición.

Hasta la fecha, se cree que podrían ser eficaces en diversos tipos de cáncer, como el colorrectal, el de pulmón, el de vejiga, el de páncreas y el de riñón. En España ya se está ensayando la vacuna V940 para el melanoma, basada también en la tecnología del ARNm y desarrollada por las compañías Moderna y MSD.

Jonathan Kwok, director de Infinitopes, una start-up de la Universidad de Oxford y Cancer Research UK (la mayor organización sin ánimo de lucro para la investigación en cáncer del Reino Unido), aseguró en esta entrevista a EL ESPAÑOL que algunas vacunas contra el cáncer son "victorias fáciles", como sucede en el caso del  melanoma: "Los inhibidores del punto de control inmune funcionan tan bien porque estimulan la respuesta frente al tumor".

No obstante, Kwok prevé que los antídotos se podrán dirigir a muchos tipos de cánceres distintos. "En el caso de la reciente vacuna aprobada por la FDA, se abre una nueva posibilidad de tratamiento a los pacientes que tienen cánceres relacionados con el virus de Epstein-Barr", añade Sánchez Bayona.

¿A qué pacientes beneficia?

El Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en ingles) ya ha reclutado a docenas de pacientes a través del pionero Cancer Vaccine Launch Pad. Las autoridades sanitarias esperan ofrecer el acceso a miles de personas durante el próximo año, puesto que una treintena de hospitales británicos ya se han inscrito en este proyecto.

La directora ejecutiva del NHS, Amanda Pritchard, reconoció que se encuentran en "una posición única" para llevar a cabo este tipo de investigación de clase mundial a gran escala: "Y a medida que estos ensayos se pongan en marcha en los hospitales de todo el país, nuestro servicio de emparejamiento asegurará que el mayor número de pacientes elegibles tenga la oportunidad de acceder a ellos".

En este caso, no se han hecho públicos los criterios de selección. Aunque, como es evidente, no todos los pacientes cumplen con las características que se piden para participar en un ensayo. Para la vacuna V940, por ejemplo, se requieren pacientes de melanoma que haya sido extirpado quirúrgicamente pero tengan alto riesgo de reaparición del tumor (en la fase III se han incluido también a aquellos con un riesgo algo menor).

¿Cuál es la situación actual?

Para Sánchez Bayona, la investigación en vacunas contra el cáncer "ha avanzado notablemente" en los últimos años; especialmente, en las vacunas terapéuticas y preventivas. Estas últimas han demostrado ser "altamente efectivas" en la prevención de tumores relacionados con virus como el VPH o la hepatitis B, como pueden ser el cáncer de cuello uterino o el de hígado.

Aun así, su uso terapéutico no está generalizado en la mayoría de las vacunas diseñadas como tratamiento: "Están en fase de desarrollo en ensayos clínicos. Aunque algunos tumores, como el melanoma o el cáncer de próstata, van más adelantados en este sentido", indica.

Las terapias personalizadas, eso sí, plantean una serie de problemas. En primer lugar, la heterogeneidad de los tumores dificulta el diseño de estas vacunas basadas en ARNm. El microambiente tumoral también puede suprimir la respuesta inmune en ciertas ocasiones. Se le añade además el elevado coste que podrían tener. "Pese a ello, la identificación de antígenos específicos del cáncer sugiere un futuro prometedor, con potencial para tratamientos que podrían transformar la lucha contra el cáncer".

¿Cuándo estarán listas?

Es la eterna pregunta que siempre se plantea cuando se trata esta cuestión. No hay duda de que los hechos nos acabarán dando la respuesta. Aunque a falta de ellos, las sensaciones varían en función de a quién se le pregunte.

La investigadora princiapl del ensayo que se está llevando a cabo en Reino Unido, la oncóloga del Queen Elizabeth Hospital Birmingham Victoria Kunene, reconoce que actualmente "se necesitan más datos y reclutar pacientes adecuados para el ensayo para establecer la respuesta en el cuerpo a la vacuna".

Kwok, por su parte, se aventuró a estimar que a finales de esta década tendremos listas varias vacunas contra el cáncer. Los científicos y fundadores de BioNTech,  la compañía que se asoció con Pfizer para fabricar la primera vacuna de ARNm contra la Covid, coinciden en el pronóstico: "La vacuna contra el cáncer podría estar lista antes de 2030".