Robert F. Kennedy Jr., durante la audiencia de confirmación en el Capitolio, el pasado enero.

Robert F. Kennedy Jr., durante la audiencia de confirmación en el Capitolio, el pasado enero.

Salud

De anti a provacunas: el sorprendente viraje de Kennedy Jr. tras solo un mes como 'ministro' de Sanidad de EEUU

La muerte por sarampión de un niño que no estaba vacunado ha presionado al político a apoyar la vacunación por protección individual y comunitaria.

Más información: La disparatada cruzada de Kennedy Jr. contra las vacunas: "La leche materna que ingieren los bebés tiene más aluminio"

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La buena noticia es que ha hecho falta menos de un mes desde que asumiera el cargo para que Robert F. Kennedy Jr. completara su giro desde el activismo antivacunas hasta la promoción de las mismas. La mala es que ha tenido que morir un niño de sarampión para que lo haya hecho.

En su comparecencia en el Senado de EEUU —previa a su confirmación como secretario del Departamento de Salud y Servicios Sociales, equivalente al ministro de Sanidad— ya apuntaba que no era antivacunas a pesar del amplio registro que lo desmiente.

Por ejemplo, en julio de 2023 afirmaba en el pódcast de Lex Fridman que "no hay ninguna vacuna que sea segura y eficaz". Muchos años antes, en 2007, fundó Children's Health Defense, una organización que se ha dedicado a desinformar sobre las vacunas.

Poco antes de la victoria de Donald Trump en las elecciones del pasado noviembre ya vislumbraba la posibilidad de formar parte de su Gobierno y empezó a matizar su discurso señalando que lo que él quería era garantizar su seguridad y que tengan el mayor respaldo científico.

En la web de Children's Health Defense, sin embargo, mantienen un apartado sobre vacunas y autismo dedicado a demostrar su relación y han publicado varios libros sobre el tema, alguno de ellos firmado por el propio Robert F. Kennedy.

En el podio de la infamia sitúan a la vacuna triple vírica, que hace frente al sarampión, la rubeola y las paperas. La colocó ahí un estudio de 1998 de un médico británico, Andrew Wakefield, que había falseado datos para llegar a esa conclusión.

El estudio fue retirado y a Wakefield, que después se comprobó que tenía lazos con bufetes de abogados que buscaban denunciar a los fabricantes de vacunas, se le retiró la licencia para ejercer la medicina.

Esa es la vacuna que hubiera salvado la vida de un niño en Texas la semana pasada. El brote comenzó a finales de enero y ya contabiliza 146 casos, de los que 79 no estaban vacunados, 5 sí y de 62 se desconoce su estado vacunal.

"Riesgo para no vacunados"

El fallecimiento es el primero relacionado con el sarampión en EEUU en más de una década. "Como secretario del Departamento de Salud y Servicios Sociales de EEUU, estoy profundamente preocupado por el reciente brote de sarampión", ha escrito Kennedy este domingo en un artículo de opinión para Fox News.

"El sarampión es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa con ciertos riesgos de salud, especialmente en individuos no vacunados", continúa.

"Como proveedores de salud, líderes comunitarios y autoridades políticas, tenemos una responsabilidad compartida para proteger la salud pública. Esto incluye asegurarse de que se disemina información precisa sobre la seguridad y eficacia de las vacunas", señala más adelante.

Kennedy hace malabares en el texto para conciliar su postura escéptica con el apoyo a las vacunas. Apunta que estas tienen que estar "rápidamente disponibles para aquellos que las quieran" y que "la decisión de vacunar es una decisión personal".

También recuerda que las muertes por sarampión disminuyeron "un 98%" antes de la llegada de las vacunas por las mejores en la alimentación y la atención sanitaria. Con todo, entre 1953 y 1962, justo antes de llegada de los antígenos, todavía se producía una muerte por cada 1.205 casos de sarampión.

Sin embargo, afirma por primera vez y de forma clara que "las vacunas no solo protegen a los niños individuales del sarampión, sino que también contribuyen a la inmunidad de la comunidad".

El viraje de Kennedy —sobrino del expresidente de EEUU asesinado en 1963— hacia posturas provacunas ya se vio durante su comparecencia en el Senado. "Creo que las vacunas desempeñan un rol fundamental en la atención médica, todos mis hijos están vacunados", afirmó mientras senadores demócratas mostraban imágenes del merchandising de Children's Health Defense, como bodies para bebés con lemas como "No vax, no problem" (Sin vacuna, sin problemas) o "Unvaxxed, unafraid" (Sin vacuna, sin miedo).

En las redes sociales, no obstante, ha optado por hacer mutis por el foro. Ni una sola mención al brote de sarampión en X, donde hasta hace no mucho hacía llamamientos para despedir a "departamentos enteros" de la agencia reguladora de medicamentos, conocida por las siglas FDA, a la que acusaba de corrupta e infiltrada por la mafia farmacéutica.

Desde que fue nombrado, solo ha publicado dos mensajes: una foto sosteniendo un lagarto y otra haciendo senderismo por el valle de Coachella.