
Mireia Illueca en el podcast de Uri Sabat.
Mireia Illueca, neurocirujana: "Si reduces la ansiedad en España, el dolor también disminuye, y viceversa"
La experta señala que este descubrimiento abre nuevas opciones terapéuticas para mejorar la calidad de vida de los pacientes con dolor crónico.
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La neurocirujana Mireia Illueca fue invitada al podcast "La Fórmula del Éxito" de Uri Sabat, donde compartió sus conocimientos sobre los avances más recientes en su campo de especialización, la microcirugía, y ofreció una visión profunda sobre el mundo de la neurociencia.
Durante la conversación, destacó que la ciencia detrás del cerebro sigue siendo un terreno lleno de misterios y descubrimientos.
Según la experta, la neurociencia sigue en una fase de exploración constante, y aunque se han logrado grandes avances, el cerebro continúa siendo uno de los mayores enigmas en el campo de la medicina.
Uno de los puntos clave de la entrevista fue cuando Illueca explicó cómo ciertas áreas del cerebro, tradicionalmente asociadas al dolor, también están profundamente conectadas con la ansiedad.
Este descubrimiento abre nuevas puertas terapéuticas, como lo señaló la neurocirujana: “Si tú la tratas y bajas el volumen, así como bajas el volumen del dolor, el paciente mejora antes, y al revés también ocurre”.
Este enfoque no solo propone nuevas formas de tratar el dolor, sino que también sugiere que al tratar la ansiedad, se puede aliviar la sensación de dolor y viceversa.
Otro de los temas tratados fue la posibilidad de que la memoria no se almacene únicamente en el cerebro, sino también en otras células del cuerpo, un asunto que ha generado controversia en el ámbito científico.
“Hace dos semanas leí en un estudio que la memoria no se guarda solamente en el cerebro, sino en el resto de las células del cuerpo. Esto es algo que, científicamente, ha generado corrientes en contra, hablando de pseudociencias”, explicó la cirujana.
No obstante, el campo de la neurociencia está avanzando rápidamente, y cada vez hay más investigaciones que cuestionan las ideas tradicionales. "Estamos viendo que sí, que hay algunos estudios puntuales que lo confirman”, concluyó, sugiriendo que estos nuevos hallazgos podrían cambiar nuestra comprensión sobre el tema.
La memoria más allá del cerebro
Un equipo de científicos de la Universidad de Nueva York ha planteado la posibilidad de que los recuerdos no se almacenen exclusivamente en el cerebro, como se pensaba tradicionalmente.
Según un estudio publicado en Nature Communications, las células de otras partes del cuerpo, además de las cerebrales, también podrían ser capaces de formar recuerdos, ampliando así nuestra comprensión sobre cómo funciona la memoria.

Imagen de archivo de conexiones neuronales.
El investigador principal, Nikolay V. Kukushkin, explicó que aunque comúnmente se asocia la memoria y el aprendizaje solo con las células cerebrales, el estudio muestra que otras células del cuerpo también tienen la capacidad de aprender y almacenar información.
Para explorar esta idea, los científicos se centraron en la capacidad de aprendizaje de células no cerebrales, aplicando un principio conocido en neurociencia como el "efecto de espaciamiento". Este principio establece que la retención de la información mejora cuando se presenta en intervalos, en lugar de en una sola sesión intensiva.
En su experimento, el equipo utilizó células de dos tipos de tejidos humanos: uno del sistema nervioso periférico y otro de tejido renal. Estas células fueron expuestas a patrones de señales químicas que imitaban cómo las neuronas responden a los neurotransmisores durante el aprendizaje.
En respuesta a estos estímulos, las células activaron un "gen de la memoria", el mismo gen que utilizan las células cerebrales para detectar patrones de información y formar recuerdos.
Para monitorear este proceso, los investigadores diseñaron las células para que produjeran una proteína fluorescente, lo que les permitió observar cómo se activaba y desactivaba el gen de la memoria.
Este hallazgo abre nuevas posibilidades para entender la memoria y mejorar el aprendizaje, además de sugerir aplicaciones potenciales en el tratamiento de trastornos de memoria.
Los investigadores sugieren que este descubrimiento podría cambiar la forma en que entendemos el cuerpo humano y su relación con la memoria.
Por ejemplo, plantean que sería interesante considerar cómo el páncreas "recuerda" los patrones de las comidas para mantener niveles saludables de glucosa en sangre o cómo una célula cancerosa podría "recordar" la quimioterapia a la que fue expuesta.