Berenjenas friéndose en una sartén con aceite caliente.

Berenjenas friéndose en una sartén con aceite caliente. iStock

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Ni papel ni espumadera: el sencillo truco para que la berenjena frita no absorba aceite

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Aunque las berenjenas quedan exquisitas fritas, es habitual que se acabe optando por otra forma de preparación para ellas por la gran cantidad de aceite que suelen absorber al freírlas. Aunque es una verdura que posee una textura esponjosa que tiende a absorber grandes cantidades de aceite, existen algunos trucos que sirven para evitarlo y conseguir unas berenjenas crujientes y ligeras.

Para ello no se debe usar ni un trozo de papel de cocina absorbente, que es común que se coloque encima de la bandeja en la que se van a colocar las berenjenas fritas, ni tampoco usar una espumadera para escurrir el aceite. Existe un sencillo más sencillo y efectivo para lograr unas berenjenas menos grasientas y con una textura más crujiente.

Aunque existen varias opciones a las que recurrir para conseguir los mejores resultados, uno de los trucos más sencillos y efectivos pasa por el uso de sal. Antes de freír las berenjenas, se debe cortar en bastones o rodajas, para luego colocarlas en un colador y espolvorear sal con generosidad por ambos lados.

Ahora habrá que dejar que reposen durante 30 minutos, un proceso con el que se consigue extraer parte del agua contenida en esta verdura. Finalmente, será suficiente con enjuagarlas para eliminar la sal y secar con papel de cocina. De esta forma, las berenjenas absorberán mucha menos cantidad de aceite al freírlas.

Otros trucos para evitar que las berenjenas absorban el aceite al freírlas
Aunque el truco de la sal es uno de los más populares, en gran parte por su sencillez y efectividad, existen otras alternativas como la de usar huevo batido o cerveza. Con un rebozado se consigue crear una barrera entre el aceite y la berenjena, reduciendo la absorción de grasa.

Para ponerlo en práctica se pueden sumergir las rodajas de la verdura en huevo batido para luego pasarlas por harina o pan rallado antes de freírlas. Otra opción alternativa y muy eficaz pasa por sustituir el huevo batido por cerveza para elaborar la mezcla del rebozado. La cerveza le da cierta ligereza a su recubrimiento y contribuye a conseguir que queden más crujientes, evitando que absorban tanta cantidad de aceite.

Otro truco consiste en hornear las berenjenas antes de rebozarlas y freírlas. De esta forma, al someterlas al calor del horno durante unos minutos a baja temperatura, tanto su consistencia como su textura se mantienen intactas, consiguiendo que absorban una menor cantidad de aceite cuando se fríen.

Otras recomendaciones para preparar las berenjenas fritas

Más allá de los trucos mencionados para evitar que las berenjenas absorban demasiada cantidad de aceite al freírlas, existen una serie de recomendaciones a tener muy en cuenta para poder conseguir el mejor resultado al preparar estas verduras:

Mantén las berenjenas frías antes de freírlas

Mantener las berenjenas frías antes de freírlas puede ser clave para conseguir el mejor resultado en su preparación. Algunos cocineros recomiendan situar las rodajas de berenjena en un recipiente con agua helada después de cortarlas, y antes de escurrirlas y secarlas.

Este es un método que también favorece que se reduzca la absorción de aceite, pero sobre todo ayuda a conseguir que la textura de la berenjena sea más firme. De esta forma, será menos propensa a que se pueda deshacer durante la cocción.

Utiliza aceite caliente

Aunque se pueda pensar que tenga un efecto contrario al esperado, freír las berenjenas en aceite bien caliente y en la cantidad suficiente puede ayudar a reducir la cantidad de grasa que absorben. Si el aceite en el que se preparan está demasiado frío, las verduras lo absorberán con rapidez mientras se cocinan.

Lo más indicado es que el aceite se encuentre a una temperatura de entre 180 °C y 190 °C, con lo que se logrará un sellado de la superficie de la berenjena, evitando que se empape. Asimismo, conviene usar una sartén profunda o un cazo en el que las rodajas puedan cocinarse mientras flotan. Así se evitará que lleguen a estar en contacto con un fondo que podría afectar a su resultado final.

Prepararlas en la freidora de aire

Para preparar unas berenjenas que mantengan su textura crujiente con apenas unas gotas de aceite, se puede recurrir a la freidora de aire, un pequeño electrodoméstico que no deja de ganar presencia en los hogares españoles por sus múltiples ventajas, entre ellas la de cocinar usando muy poco aceite.

También puedes recurrir al horno, caso en el que tendrás que pintar con un pincel las rodajas aplicando una capa ligera de aceite. Luego, hornéalas a alta temperatura, dándoles la vuelta a la mitad del tiempo de preparación para que se hagan de manera uniforme por ambos lados.

La leche reduce la absorción de aceite

Aunque no es tan conocido como los anteriores, un método para hacer que la textura de la berenjena se suavice al mismo tiempo que se reduce su absorción de aceite es remojar las rodajas en leche durante 15-20 minutos antes de cocinarlas. Cuando estén bien remojadas, habrá que secarlas y luego freírlas.
Secarlas con un paño limpio

Un paso importante a la hora de elaborar esta verdura es el de secar por completo las berenjenas antes de freírlas. Aunque se haya usado alguno de los métodos ya mencionados, cualquier rastro de humedad provocará que absorban más aceite. Por ello, se debe usar un paño limpio para eliminar cualquier exceso de agua antes de cocinarlas en la sartén.