Tadej Pogacar, con el maillot arcoíris.

Tadej Pogacar, con el maillot arcoíris. EFE

Ciclismo

Tadej Pogacar y su obsesión con la Milán-San Remo, la carrera que le "mandará a la tumba": un plan que vuelve loco al pelotón

El ciclista esloveno condiciona el planteamiento del primer Monumento de la temporada.

Más información: Sheffield y su homenaje a Gino Mader dos años después de vivir su accidente mortal: "No sabía si podría volver a ganar"

Publicada

"Tengo la sensación de que Milán-San Remo es el Monumento que me va a mandar a la tumba. Es increíble, probablemente muera intentándolo". Las palabras de Tadej Pogacar sobre esta prueba no se pueden tomar al pie de la letra, pero sí son un fiel reflejo del ansia que tiene por ganarla y la rabia que ha sentido en años anteriores al no haberlo hecho.

La Milán-San Remo más impredecible de los últimos años se abre paso en el calendario y levanta el telón de la época de los Monumentos en la temporada ciclista. La 'Classicissima', como se conoce a esta carrera con tanta solera y tradición, suele ser una prueba predecible en su desarrollo y no tanto en su desenlace, pero este año algo diferente flota en el ambiente.

La 'amenaza' de Tadej Pogacar lo cambia todo. El esloveno ha proclamado a los cuatro vientos que quiere añadir este Monumento a su ya dilatado palmarés, y si quiere aumentar sus posibilidades no puede esperar a fiarlo todo a un ataque en el Poggio, la última dificultad del día.

Rozando los 300 kilómetros

Esta Milán-San Remo contará con un trazado de 289 kilómetros. Con salida en Pavia, cerca de Milán, y la llegada habitual en Via Roma, en San Remo, el perfil predominantemente llano se ve alterado por la aparición de seis cotas. 

La primera de ellas es el Passo del Turchino, una subida que coge protagonismo cuando todavía restarán 150 kilómetros para la meta. Demasiado lejos incluso para Pogacar para tratar de romper la carrera.

El resto de puntos calientes se concentran en los últimos 50 kilómetros del recorrido. Capo Mele, Capo Cervo y Capo Berta, pequeñas cotas, aparecen casi entrelazadas y pueden ser un lugar idóneo para empezar a endurecer la carrera. 

Después, los dos puntos críticos. Primero se encuentra Cipressa, una ascensión que se corona a 16 kilómetros para llegar a la meta, y por último el juez final de la carrera será como siempre el Poggio, tanto en su ascenso como en su descenso.

Diferentes escenarios para Pogacar

La gran pregunta que se hace todo el mundo, desde los directores de los equipos hasta los aficionados, pasando por los propios corredores, es cuándo tratará Tadej Pogacar de romper la carrera. Escudado por un equipo de garantías con Del Toro, Laengen, Jhonatan Narváez, Novak, Pollit y Wellens, el desempeño colectivo se antoja fundamental.

Casi todos esperan una carrera dominada por UAE Team y un ritmo que irá creciendo paulatinamente hasta llegar a los momentos clave. La duda es si el equipo se permitirá el lujo de filtrar a algún corredor en la fuga que incluso pueda hacer de lanzadera en el instante definitivo.

Un ataque en el Turchino parece demasiado descabellado, pero seguro que a partir de ahí las cosas empezarán a ponerse muy serias. Los pasos por Capo Mele, Capo Cervo y Capo Berta pondrán a todos las orejas tiesas, y quizás sea el momento en el que Pogacar intente sorprender incluso marchándose en solitario.

Pogacar, ensangrentado, junto a su compañeros de equipo Tim Wellens.

Pogacar, ensangrentado, junto a su compañeros de equipo Tim Wellens. UAE TEAM

Puede que sea el escenario menos previsible, ya que lo 'lógico' apunta a un ataque a tumba abierta en Cipresa para no esperar al Poggio. 

El clima va a influir irremediablemente en la carrera. Se espera viento favorable durante gran parte de la prueba, lo que ayudará a reducir el desgaste, y seguramente eso juegue en contra de Tadej Pogacar si quiere hacer saltar todo por los aires. También lluvia, un factor que puede ser aún más diferencial sobre todo si la victoria se juega en el descenso del Poggio, el más vertiginoso de todo el año.

Al campeón del mundo le interesa eliminar a los compañeros de sus rivales cuanto antes para ir al cara a cara, y eso también implica un sacrificio en su propio equipo. Si lo consigue antes de Cipresa, podría tener mucho ganado.

Sus principales rivales

La preocupación de Tadej Pogacar crece cuando mira a la lista de participantes en esta Milán-San Remo. Entre ellos emerge sobre todo la figura de Mathieu Van der Poel. El excampeón del mundo ya sabe lo que es ganar en Via Roma y es por supuesto el otro gran favorito. 

Ya el año pasado, después de intentarlo sin éxito en el Poggio, se sacrificó para la victoria de su compañero Philipsen, así que este año estará muy motivado. "Soy consciente de que necesito estar al 110% para vencer a Pogacar", apuntó el neerlandés en la previa.

Jasper Philipsen también estará en la línea de salida dispuesto a revalidar su triunfo del año pasado. Sin embargo, el belga sufrió una caída hace unos pocos días e incluso le tuvieron que dar puntos en la mano. Eso puede ser definitivo a la hora de tocar el freno en el último descenso.

Filippo Ganna es otro de los grandes aspirantes. Está en un gran momento de forma tras su segundo puesto en la Tirreno y en años anteriores ha demostrado que es capaz de aguantar el ritmo infernal de los mejores en las subidas. 

Tom Pidcock y su habilidad en los descensos, el ganador de 2022 Matej Mohoric, Mads Pedersen o Jonathan Milan son otros de los grandes aspirantes a tocar la gloria en Via Roma.