Abidal, junto a Bartomeu durante la presentación de Lenglet con el Barcelona

Abidal, junto a Bartomeu durante la presentación de Lenglet con el Barcelona Reuters

Fútbol FÚTBOL

El Barcelona cambia La Masía por veteranos de guerra y clase media cara

5 agosto, 2018 00:54

El Barcelona está siendo protagonista del actual mercado de fichajes. Ha cerrado de forma fugaz a Arturo Vidal, chileno de 31 años que dejó Múnich para fichar por el conjunto catalán. Días antes se firmaba la llegada de Malcom para acompañar a otras incorporaciones como Lenglet y Arthur

Todos los nombres coinciden en ser del gusto de la directiva culé y también en que ninguno tiene nada que ver con la cantera azulgrana. La tan prestigiosa Masía ha quedado relegada a un segundo plano durante estos últimos años y los traspasos del Barcelona se han caracterizado por todo lo contrario a lo que tiene que ver con la promoción interna de sus jóvenes valores. Han sido caros, ya amoldados al máximo nivel y aterrizando con cierta polémica en su nuevo equipo.

Con esta línea de acción que ha predominado en las últimas temporadas se confirma que el histórico ciclo que encabezó Pep Guardiola simplemente fue cuestión de una generación y no de un modelo de trabajo. Con el técnico catalán al frente, el Barcelona logró el reconocido sextete con jugadores de la talla de Xavi, Iniesta, Puyol o Messi, entre otros. Nombres como Bojan -o el posterior Munir- parecían ser un anticipo de estrellas y los halagos hacia la gestión culé se propagaron como nunca. Pasados unos años, no queda ni rastro de ese proyecto.

Malcom, presentado con el Barça

Malcom, presentado con el Barça EFE

La entidad, ahora dirigida por Bartomeu, está en la cabeza de los fichajes multimillonarios. Las perlas de la cantera llegan a cuenta gotas e incluso se reciben críticas de los mismos que se han formado en La Masía.

Una crisis extendida a muchos equipos y que se ha asentado en la actualidad pese a la inflación de un mercado de fichajes que triunfa en la actualidad. La explicación de Valverde es simple, pero incompleta: "Hay jugadores que marcan el estilo y otros que lo enriquecen".

El éxito de un proyecto no es algo fácil de conseguir, menos aún si se refiere al ámbito deportivo. Inolvidable será el Barcelona de los holandeses, donde la plantilla culé era muy difícil de distinguir de la selección naranja. Hesp, Reiziger, Frank De Boer, Bogarde, Ronald De Boer, Cocu o Kluivert fueron algunos de los componentes del plantel culé. A ellos les sostuvo un banquillo dirigido por Van Gaal y sus ayudantes Van der Lem, Franz Hoek y Koeman.

Xavi durante un homenaje con el Barça

Xavi durante un homenaje con el Barça Reuters

Las críticas de Xavi y Puyol

Poner en duda el modelo del Barcelona no solo es un análisis que se realiza de puertas para fuera de Can Barça. Ídolos de la afición también han criticado la gestión que se está llevando a cabo en el club en estos últimos años. Unas palabras que han servido para verificar que La Masía está perdiendo de forma gradual la importancia que siempre se le ha intentado dar.

Uno de los productos mejor cocinados en La Masía fue Xavi Hernández. "En general el Barça se ha dormido. Se creyó que el barco iba solo. Hay que potenciar la cantera y su modelo de juego", explicó en una entrevista. A él se sumó Puyol, que puso en duda las formas del Barça y pidió "reflexionar en las prioridades".

El club pierde las formas y gana enemigos

Los últimos titulares del Barcelona no han llegado tampoco con halagos, sino con duros ataques. Y es que las formas de la dirección deportiva no han gustado al resto de clubes. Una forma temerosa de ganarse enemigos en el panorama futbolístico actual.

El primer percance llegó con Lenglet. El francés jugaba en el Sevilla y el cuadro hispalense no quiso desprenderse tan fácilmente de él. La respuesta del Barça fue clara: pagó la cláusula. La polémica siguió su curso hasta desembocar en Roma. Monchi tenía cerrada la llegada de Malcom y, horas antes de coger el avión, el Barcelona negoció raudo y veloz el fichaje por 41 millones de euros. La guinda ha llegado con Vidal. El chileno lo tenía casi hecho con la Juventus y pasó de entrenar por la mañana con el Bayern a firmar por la noche con el Barça. Jugadores veteranos como el caso del mediocentro y clase media cara como Malcom.

Sin embargo, este ajetreado mercado no es algo puntual para el conjunto de Barcelona. Ya la temporada pasada se pusieron en el punto de mira. Su nombre aparecía en todas las operaciones y con riesgo de sobrepasar los límites. Coutinho y Dembélé superaron los 265 millones de traspaso juntos y dejaron en evidencia la planificación de Bartomeu y los suyos tras el adiós de Neymar y la guerra con el PSG por Verratti

Busquets y Piqué, junto a Coutinho en un partido del Barcelona

Busquets y Piqué, junto a Coutinho en un partido del Barcelona Reuters

El cupo de canteranos en el primer equipo

Buscar un canterano en el once habitual del Barcelona se ha convertido en una verdadera aventura comparado con la facilidad en años anteriores. En portería ni se baraja un nombre para que ocupe el puesto, algo que en su día sí pasó con Valdés. En defensa destacan Piqué, Sergi Roberto y un repescado Jordi Alba, formando todos ellos la línea más productiva para la cantera.

Pero en el centro del campo para adelante parece abrirse un gran abismo que hace añicos a La Masía. Sergi Busquets y Leo Messi son los únicos representantes del filial blaugrana en esas zonas del terreno de juego y reflejan a la perfección la ausencia de confianza en la apuesta por las categorías inferiores. A todo ello se suman suplentes comprados a precio de oro como André Gomes (37 millones), Alcácer (30) Semedo (30) o Yerry Mina (12). Aún faltan fichajes por llegar y la relevancia de canteranos podría caer todavía más en picado. El cuento de La Masía no era verdad, solo fue una fábula de un momento determinado.