Bassinga, durante su debut con la UD Las Palmas ante el Sevilla.

Bassinga, durante su debut con la UD Las Palmas ante el Sevilla. EFE.

Fútbol

El viaje de Bassinga a Las Palmas: de llegar en patera a jugar en La Liga tras ser 'fichado' por un taxista

El futbolista arribó en la isla procedente de Costa de Marfil e ingresó en las categorías inferiores del club canario gracias a un taxista. 

29 agosto, 2024 02:15

El corazón de Aboubacar Bassinga sigue latiendo a mil por hora. Hace poco más de dos semanas debutó en Primera División con la UD Las Palmas. Disputó los últimos minutos de la primera jornada ante el Sevilla. Con el 26 a la espalda, a sus 19 años y ante su público. Hasta aquí, la historia de un canterano que cumple el sueño de estrenarse con el primer equipo en la élite deportiva.

Luis Carrión le daba las últimas instrucciones y Abou, como lo llaman sus compañeros, saltaba al terreno de juego por primera vez en el estadio de Gran Canaria. "Ante el Sevilla me quedé en shock, Verme delante de toda la afición… fue justo como lo había empezado a soñar después de llegar a la isla", recuerda el jugador. Un relato de tantos que ocurren en el fútbol español. Sin embargo, el caso de Bassinga guarda grandes particuliaridades. 

Hace cuatro años, en febrero de 2020, en vísperas de la pandemia, Aboubacar Bassinga se embarcó a los 14 años en un pequeño cayuco y surcó la peligrosa Ruta Canaria para arribar en el muelle de Arguineguín -Gran Canaria- desde su Costa de Marfil Natal. Sin saber ni una palabra de español. La idea primigenia era viajar hasta Francia, donde un familiar suyo se había establecido. 

Pero llegó a Gran Canaria y se asentó en un centro para menores extranjeros no acompañados."Al llegar me costó estar lejos de mi familia y adaptarme a la cultura", explica. Aunque siempre tuvo "el sueño de jugar al fútbol". Y su vida cambió a través del balón. En el parque Juan Pablo II, en Siete Palmas, disfrutó de la pachanga más significativa de su vida. 

Estaba jugando con amigos cuando un taxista le vio y, rendido a las habilidades del joven, llamó a Manuel Rodríguez 'Tonono', director de formación y captación de la UD Las Palmas, quien se personó para verle. "Estuvo conmigo en los momentos difíciles y le agradezco todo lo que ha hecho por mí, es una persona maravillosa", valora Bassinga a Tonono.

La UD Las Palmas cuidadosa por la legalidad para evitar sanciones federativas, lo insertó en sus equipos de formación y, al tiempo, obtuvo la certificación ósea de su edad, tras una prueba realizada en Madrid. Nada más cumplir los 18 años, firmó contrato laboral y le facilitó una residencia.

Mientras las tareas burocráticas se llevaba a cabo, Bassinga no podía competir, pero se entrenaba y formaba parte de amistosos. "Su irrupción no debe quedar en anécdota, en un partido de fútbol. Conforma un salto importante por la eliminación de prejuicios y estigmas", afirmó la magistrada que llevó su caso en una entrevista a La Provincia.

Ascenso imparable

El futbolista pasó de Las Palmas D al Juvenil y de ahí al primer equipo. "Estoy cumpliendo un sueño. Ahora toca seguir trabajando". Además del balón, por la mañana estudia cocina con el fin de complementar su proceso de formación integral. "Tengo que tener un plan B. Sigo el consejo que me dio mi entrenador de dormir con el balón y levantarme con los libros", zanja.

Este jueves, ante el Real Madrid, Bassinga tendrá una nueva oportunidad de seguir sumando minutos. En el partido ante el vigente campeón, en el que todas las cámaras están enfocando. De Costa de Marfil a España en patera. Y de las canchas del parque al estadio de Gran Canaria por un taxista.