Simeone, antes de Navidades, se prometió dos cosas para el nuevo año: recuperar la regularidad y que Griezmann volviera a ser decisivo. Dos objetivos que, cuando todavía enero no ha conseguido desperezarse, ya son una realidad. Por un lado, su equipo acumula tres encuentros con buen juego (a pesar de la última derrota), con la consiguiente clasificación para los cuartos de final de la Copa del Rey tras perder ante Las Palmas; y por otro, ha recuperado al delantero francés, que suma tres encuentros consecutivos marcando. Si a esto se le suma que Koke, últimamente, ha recuperado su mejor versión; que Saúl, de nuevo, vuelve a estar físicamente como la temporada pasada; y que los cambios tácticos (o Juanfran en el centro del campo o Giménez como mediocentro) funcionan; el resultado, a estas alturas, es palpable (y sólo discutible por sus últimos minutos este martes). El Atlético está de vuelta. Fin a los debates de estilo, a las posiciones y a todo [Narración y estadísticas: 2-3].
Por contar los hechos cronológicamente. La noche, en fin, no estaba para mucho. Hacía frío, el Calderón recogía apenas media entrada y el resultado de la ida, en teoría, era suficiente para que el Atlético afrontará el partido con garantías de éxito. De hecho, así lo vio Quique Setién, que reservó, entre otros jugadores, a Boateng y Jonathan Viera. Pero claro, para confirmar todo eso, el equipo de Simeone necesitaba un gol. Sólo uno y fin de la historia. ¿Fácil? No del todo. Las Palmas, que, ya decimos, no había puesto todo sobre la mesa, fue poco a poco haciéndose grande. Sin alardes, pero con criterio. Y así, sin remilgos, Livaja estuvo a punto de hacer el primero con un cabezazo que detuvo Moyá. Y al otro lado, Griezmann intentó secundarlo con un disparo lejano. Pero ya está. La primera parte dio para poco más. Bueno, sí, se cantó lo de “el escudo no se toca”, aunque eso ya empieza a ser un clásico.
El partido, en cualquier caso, prometía tras los primeros 45 minutos. Al fin y al cabo, un gol de Las Palmas podía hacer mucho daño en una noche no del todo agradable. Sin embargo, la sensación de viveza de la eliminatoria murió nada más comenzar la segunda mitad. Gaitán, uno de los mejores hasta ese momento, se metió dentro del área y le cedió la bola a Griezmann para que éste la empujara. Y fin de la historia. En cuatro minutos, el Atlético firmó -o al menos así se veía en ese momento- el pase a cuartos y, de paso, lo hizo con otro gol del delantero francés, que ya suma tres desde que volvió de Navidades. Benditas, en cualquier caso, si han conseguido traerlo de vuelta y con ‘hambre’.
Hecho el primer gol, la eliminatoria, en teoría, estaba finiquitada. Pero sólo en teoría, porque minutos después, Livaja, dentro del área, se sacó un disparo que avivó el encuentro, aunque sólo fuera circunstancial y fruto de la relajación del Atlético, que se encargó de cambiar las tornas en la siguiente jugada de peligro. Esta vez, de la mano de Correa, que se fue de su par por el flanco izquierdo y, con un toque sutil con el exterior, engañó a Lizoain. Y, ahora sí que sí, fin de la historia. Los minutos de la 'basura' sirvieron para dar descanso a Griezmman, ver que Torres no abandona -se pegó una carrera para evitar un saque de banda que no intenta ni los más jóvenes-, escuchar el nombre de Keibi en el Calderón y ver peligrar la eliminatoria tras sendos goles de Livaja y Mateo. Pero Las Palmas llegó tarde. El Atlético estará en cuartos, y eso es lo que importa en el Calderón.
Noticias relacionadas
- Cristiano no se esconde: "Ya estoy en la Historia, era mi objetivo"
- La Agencia Tributaria, contra la decisión de archivar la causa de Xabi Alonso
- La FIFA da luz verde al Mundial 2026 con 48 naciones
- 'Decapitan' a Messi en el Paseo de la Gloria de Buenos Aires
- El plan del fútbol inglés para sacar del armario a los futbolistas gays
- Zidane, el olvidado
- Ni el premio The Best de Cristiano Ronaldo se libra de la 'disciplina de voto'
- Cristiano Ronaldo va en serio: la foto de familia con su novia y su hijo
- Cristiano es 'The Best' y el Real Madrid acapara el 11 ideal
- Ranieri arrebata el premio de mejor entrenador a Zidane