Manuel Herrera, el ultra agresor de Bilbao: "Hasta los viejecitos me decían 'españolito' y 'nazi'"
El autor del ataque en la Plaza Nueva de Bilbao antes del Athletic-Betis se defiende de lo que cree un "linchamiento", se desliga del conjunto verdiblanco y reconoce su ideología de extrema derecha: "Es la que es y va dentro de mí".
8 mayo, 2017 01:24Noticias relacionadas
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Manuel Herrera Perejón (Benacazón, Sevilla, 1989) se mueve en el epicentro de un terremoto mediático como autor del ataque a un hombre en un bar del centro de Bilbao, el pasado jueves 27, en las horas previas al partido de fútbol Athletic Club - Real Betis. La Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo y la Xenofobia le ha propuesto una sanción de 9.000 euros y dos años sin pisar un estadio de fútbol. En un encuentro exclusivo con EL ESPAÑOL, Herrera Perejón accedió a revelar su historia personal, sus motivaciones, sus impresiones y la trastienda de un suceso que ha desatado un impacto singular.
¿Cómo se llega al punto de ir de buenas a primeras a por un ciudadano con los resultados que ya se han visto?
Se llega a ese punto porque mis dos compañeros y yo habíamos sufrido varias humillaciones en las horas anteriores. Sólo éramos tres y en nuestro recorrido por Bilbao de esa mañana nos escupieron, nos pasearon por las caras banderas de ETA y de sus presos y llegaron a azuzarnos perros pitbulls. Hasta los viejos nos llamaban 'españolitos nazis'. Cuando yo llamo 'Gabilondo' a ese hombre, es porque antes él estaba en uno de los grupos que nos insultan -serían como unos 15 'pelusos' o 'punkies' en total- y nos increpan así: "Yo soy Gabilondo, y vosotros, españolitos, os tenéis que marchar de aquí'.
"Tú eres español como nosotros", decíamos. Escapamos como pudimos a dar a una vuelta, luego volvimos a la plaza y allí le vimos de nuevo. Me temblaban las piernas de la humillación y las vejaciones. El resto lo vio todo el mundo, aunque nosotros no grabamos nada que fuese para difundir públicamente. Me tengo que arrepentir porque todo podía haber sido peor. Yo no tengo nada contra los vascos, pero fuimos humillados y de ahí vino todo. En ese bar, dentro, había más 'pelusos'. Detrás, por la noche, llegaron otros 75 u 80 compañeros nuestros, ya escoltados por la Policía, para ir al partido. No sé lo que podría haber ocurrido si por la mañana pasan por lo mismo que nosotros. Pero aquí ya resulta que entrar en un campo español con una bandera española o incluso con un DNI español es una provocación.
¿Usted es socio del Betis, abonado...?
Hace siete años que no lo soy, precisamente para ahorrar al club cualquier relación con los incidentes que puedan pasar por ahí, aunque intentamos seguir apoyando al equipo porque, últimamente, al Betis se le falta mucho al respeto. Antes del viaje a Bilbao le dijimos a Luis Oliver (accionista del Betis a través de la empresa 'Bitton Sport') que íbamos para allá. No veo que la propuesta de la Comisión Antiviolencia pueda ir muy lejos: yo no tengo vinculación alguna con el Betis. Como digo, hace ya siete años que me fui. Antes, en la época de Lopera, que era el mejor Betis que yo he visto, el de Oliveira, Assunçao, Joaquín... sí llegué a jugar en los dos equipos juveniles, Liga Nacional y de División de Honor. Incluso me convocaron para la Selección andaluza. Me retiró una lesión de tobillo. Jugaba de pivote defensivo y creo que no lo hacía mal. Como Gattuso más o menos, je, je.
Vuelvo a insistir. ¿Cómo puede estallar una situación como la de Bilbao? ¿Es consciente?
Sé que ahora me tengo que parar un poco, pero también sé que los linchamientos mediáticos venden y éste es uno de ellos. Si Ana Rosa Quintana o Espejo Público quieren espectáculo, que vengan a pagarme Vasile y Antena 3. He denunciado a Ana Rosa, a Espejo Público y a Joaquín Prat. No soy un personaje público, sino una persona privada. Mi casa está sitiada por gente que va con intención de provocar un incidente.
Mi padre es albañil, de Benacazón, y mi madre, jornalera del campo, de Isla Menor. Yo doy clases como monitor en gimnasios de culturismo y defensa personal. Ante situaciones como la de Bilbao, no te puedes aguantar. Ahora salgo en televisiones y medios a cara descubierta a diario y resulta que, por ejemplo, otros agresores, incluso agresores sexuales o con antecedentes bastantes más violentos que yo, aparecen en los medios con las caras difuminadas.
¿Encuentra explicaciones?
Se han lanzado barbaridades de mí, pero sólo diré que en el presunto incidente homófobo de Sevilla, el mismo agredido aceptó que no era 'gay' (Herrera dice "maricón"), y eso es algo que está recogido en el mismo auto judicial. Yo había salido en libertad sin fianza, quiero que se sepa. Pero todo se ha complicado, yo creo, por las denuncias cruzadas que hay entre la Guardia Civil y yo a raíz de la persecución que sufrí en Matalascañas, a finales del verano pasado, después de saltarme un control (Herrera había violado una primera orden judicial de alejamiento de Sevilla). Me llevé un balazo del '9' largo por la espalda, a solo cuatro metros de distancia. Hay testigos. Yo estoy denunciado, pero por mi parte pido 15 años de cárcel y 120.000 euros de multa para el Guardia Civil que me disparó. ¿Y eso por saltarme un control? Estoy vivo de milagro.
¿Qué siente uno cuando se lleva un tiro en el omóplato?
Sientes como un palo. Rabias. Yo me revolcaba cuando me la sacaban. La bala no salió porque encontró los músculos del hombro. Afortunadamente, yo tengo esos músculos. Si no es así, me habría quedado para vender cupones. Comprendes esas escenas de Steven Seagal en las que se bebe un vaso de whisky a pelo para aguantar el dolor cuando le sacan una bala. Se me puso el hombro negro. Tuvieron que tirar de la bala con un chupón.
Ahora le han desterrado de Sevilla...
No es así, confirman el alejamiento que fue ordenado anteriormente por aquella agresión que no era ni homófoba 'ni ná', sino una p... pelea de discoteca y ya está. No sé cómo voy a salir adelante. Lo intentaré. Siento lo que están pasando mis padres con todo esto.
Del Betis, ni hablamos ya.
Ya he dicho que se le ha perdido el respeto por todas partes. Hay gente que lleva siete años queriendo quedarse con un club que no es suyo, y por ahí nos viene todo lo que nos está viniendo. La última vez que yo he visto que al Betis le respetaban los árbitros y los rivales fue en los buenos tiempos de Lopera.
Los tatuajes de Hitler, Mussolini, etcétera...
Mi ideología es la que es. Tengo esa ideología y va dentro de mí, en esos tatuajes. Dentro de mí, ya está. Yo creo que España está fatal en la actual situación. ¿Cómo te van a querer pegar porque vas diciendo por ahí, en la misma España, que eres español? La gente se mete con Franco y él fue el que dio las pagas dobles y la Seguridad Social. Este miércoles me van a hacer una manifestación de apoyo en Madrid. Hacen falta más gobernantes como Putin. Eso es lo que yo pienso.