Marc Márquez y Valentino Rossi, segundos antes de que el español tirara al italiano en Argentina. EFE
Márquez regresa al epicentro de su guerra fría con Rossi: la superioridad en Argentina que puede confirmar su dominio
El circuito Termas de Río Hondo acoge la segunda carrera de la temporada, donde el de Cervera puede asestar un golpe sobre Bagnaia.
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La primera carrera de la temporada de MotoGP ha comenzado con un dominio aplastante de Marc Márquez. Tailandia fue testigo de la resurrección del campeón del mundo más joven de la categoría reina. El de Cervera vuelve a ser el líder del Mundial tras más de cinco años sin liderar una clasificación en la que Bagnaia, su principal amenaza, tiene dudas.
Ducati le ha dado al ocho veces campeón del mundo la posibilidad de brillar y también de disfrutar de este deporte y Marc no está dispuesto a desaprovechar esta oportunidad. Es feliz en la marca oficial del equipo italiano y tras Buriram se han confirmado los rumores sobre su firme candidatura al campeonato. La exigencia es máxima, pero él está preparado.
A pesar de que el español lleva cinco años de sequía, su estreno arrollador en el GP de Tailandia demostró que está preparado para volver a intentar conquistar la corona. Sin embargo, Dall’Igna, jefe de equipo de Ducati, no cree que su piloto marcase allí una gran diferencia, como sí tendrá que hacer en otros circuitos. El siguiente reto es el GP de Argentina.
El circuito Termas de Río Hondo acoge la segunda cita de la temporada y Marc Márquez es el gran favorito para llevarse la victoria. El nivel de pilotaje mostrado en Tailandia fue superlativo, pero además MotoGP viaja ahora a un país especial para el '93'. Argentina es el territorio idóneo por su estilo y también por su talento, por lo tanto, volverá a opositar con fuerza a la victoria.
Al frente de su Honda, Marc Márquez ha logrado la victoria en el país albiceleste hasta en tres ocasiones. Sin embargo, sus arrolladores triunfos se han visto complicados con los capítulos más difíciles en su carrera deportiva: caídas en 2015, 2017 y 2018, siendo la primera, hace ahora una década, la que marcó el inicio de una rivalidad histórica.
La intrahistoria de una enemistad
Todo comenzó el 19 de abril de 2015 en el circuito Termas de Río Hondo. Marc Márquez lideró la carrera durante 23 vueltas, pero a dos vueltas para el final apareció la Yamaha de Valentino Rossi. El italiano, que salía octavo, consiguió remontar hasta llegar a la segunda posición, teniendo a Márquez como el único piloto que le impedía llevarse la victoria.
Con mejor ritmo que el de Cervera, el italiano lo adelantó a falta de 13 giros. Márquez trató de cogerle la aspiración para devolverle el adelantamiento, pero Rossi levantó su Yamaha e impactó su rueda trasera en la goma delantera de la Honda de Marc. El resultado fue la victoria del italiano y la caída del español.
Valentino Rossi ganó la batalla, pero no la guerra. Tras liderar la clasificación durante casi toda la temporada, acabó perdiendo el campeonato de MotoGP en la última carrera, en el GP de Valencia. El italiano acusó a Márquez de favorecer a Jorge Lorenzo, su compañero en Yamaha, quien se alzaría con el título.
Marc Márquez y Valentino Rossi, en una rueda de prensa. REUTERS
El otro episodio cumbre en esta relación se produjo en Sepang. Con la rivalidad en su máximo esplendor, en Malasia todo estalló por los aires. Rossi soltó la pierna cuando Márquez se disponía a adelantarle provocando así que el español de nuevo se fuera al suelo en la sexta vuelta.
Dorna castigó al italiano con tres puntos en el carné y una penalización en la última carrera de la temporada en la que salió último. Esa "patada" intencionada representa uno de los momentos más tensos en esta enemistad, además de dejar una imagen para la historia.
Ahora Márquez vuelve al epicentro de su rivalidad con Valentino Rossi pero en un contexto completamente diferente. Sin grandes cuentas pendientes con los pilotos de la actual parrilla de MotoGP, el de Cervera puede dar un golpe encima de la mesa sacando todo el rédito posible de su moto a costa de Bagnaia y un Jorge Martín, vigente campeón, que aún no se ha podido estrenar debido a una lesión en la muñeca izquierda.
La pelota está en el tejado del piloto italiano. No le sentó bien la decisión de tener a Marc como compañero de equipo y tampoco fue de su agrado la diferencia que hubo en Tailandia. "Tiene que espabilar para tratar de pelear por el título mundial", admitía Álex Crivillé en Radio Marca. A pesar de su semblante tranquilo, la presión y la sombra de Marc acechan al campeón del mundo de MotoGP. Argentina, su oportunidad para recortar distancias.
