Las vacaciones estivales se acaban y el campeonato del mundo de MotoGP retoma la actividad tras un parón de tres semanas para afrontar la segunda parte de una temporada, en la que Marc Márquez lidera la general con 48 puntos de ventaja sobre Jorge Lorenzo y 59 sobre Valentino Rossi. El escenario elegido para volver a la acción este fin de semana es el Red Bull Ring, donde las motos no corren desde hace 19 años. El trazado austriaco, que por aquel entonces recibía el nombre de A1 Ring, organizó su última cita mundialista en 1997 en una carrera que ganó el australiano Mick Doohan (500cc). Casi dos décadas después, el trazado propiedad de la marca de bebidas energética ha cambiado mucho, después de que en 2011 sufriese una profunda remodelación para poder volver a formar parte del calendario de la Fórmula 1.
Y ahí radica el problema para MotoGP. Porque las escapatorias son de asfalto y los muros están muy cerca de la pista, tal y como pudieron comprobar los pilotos de la categoría reina durante el test que realizaron los días 19 y 20 del pasado mes. “Hay dos lugares que son muy peligrosos: la curva 7 y la última curva. Allí las escapatorias no son lo suficientemente extensas. Hemos hablado de ello, pero antes de la carrera no será posible crear más espacio para las escapatorias. La curva 2 también es muy rápida, el viraje es muy estrecho y la zona de escapatoria no es fantástica pero, para mí, la salida de la curva 7 y la salida de la última curva son peligrosas”, valora Il Dottore, el único piloto de la parrilla de MotoGP que ha corrido en el antiguo trazado de Spielberg, donde logró su primer podio mundialista –fue tercero en 1996 en 125cc-.
“Hay tres o cuatro puntos donde los muros están próximos y podría ser comprometido para MotoGP”, explica Lorenzo, a quien también le preocupa la curva 2 porque se llega a 304 km/h tras una larga recta y hay que afrontarla a 64 km/h en una zona en la que tan sólo hay 250 metros para frenar: “Para mí es la peor curva. En esta frenada, si se cierra el tren delantero y te caes, la moto va hacia el muro y podría ser muy peligroso. La última curva también es otro punto peligroso porque, a la salida, si tienes un highside puedes golpear con la pared”.
Para Casey Stoner, que también rodó durante las dos jornadas de test, el principal problema son las escapatorias. “Me preocupan, porque algunas de ellas están incluso pintadas. Si llueve y un piloto se cae, no frenaría. Hay que centrarse más en la seguridad porque la vida de las personas es preciosa, pero frágil. Las escapatorias de asfalto son peligrosas, como quedó demostrado en el accidente de Luis Salom en Montmeló. A quienes argumentan que es una medida de seguridad les digo que no, que sólo otorgan ventaja a quienes quieren apurar la frenada hasta el último momento y así pueden irse largos. Es sólo para complacerles a ellos, no tiene nada que ver con la seguridad”, sentenció el piloto aussie tras los test, en los que sufrió su primera caída en cuatro años tras dos jornadas de dominio apabullante de Ducati.
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