“No contar con el número uno del mundo es una ventaja para ellos. Por suerte, disponemos de muchos tenistas que son super competitivos y que van a darlo todo. Perder a Rafa es un golpe muy duro porque es el mejor de la historia de la Davis, pero tengo fe ciega en los que han venido aquí”.
Sergi Bruguera todavía confía. Antes de las semifinales de la Copa Davis entre Francia y España (2-6 en el cara a cara), que se disputarán este fin de semana en el estadio Pierre Mauroy de Lille, un puñetazo de optimismo. A pesar de la ausencia de Rafael Nadal, baja de última hora como consecuencia de la lesión que sufrió en el tendón rotuliano de su pierna derecha durante el pasado Abierto de los Estados Unidos, el seleccionador nacional mantiene muchas esperanzas en lograr la victoria que lleve a La Armada a la final, la última bajo el formato de toda la vida antes de la rompedora renovación que llegará en 2019 tras ser aprobada por la ITF el pasado mes de agosto en Orlando.
Así, España se juega la clasificación en unas condiciones muy complicadas: sin el número uno, a domicilio y frente a un rival con un banquillo lleno de alternativas, aunque también tenga bajas importantes (Gael Monfils, Jo-Wilfried Tsonga y Pierre Hugues-Herbert) que puedan acabar inclinando la balanza.
El viernes, Pablo Carreño abrirá la serie contra Benoit Paire (ningún enfrentamiento previo) y Roberto Bautista se medirá a Lucas Pouille (3-1); el sábado, Feliciano López y Marcel Granollers jugarán el punto de dobles contra Julien Benneteau y Nicolas Mahut; y el domingo, siempre que la eliminatoria no esté resuelta, Carreño se enfrentará a Pouille y Bautista a Paire.
“Físicamente tenía dudas después del Abierto de los Estados Unidos tras retirarme por lesión”, aseguró Carreño, forzado a abandonar en su partido de segunda ronda frente a Joao Sousa tras una sobrecarga en el aductor izquierdo. “Después de dos semanas estoy al 100%. Mañana espero hacer un buen encuentro, pero sobre todo ganar”, siguió el número uno español. “Todos los equipos que juegan ante nosotros preparan una superficie contra Nadal. pero no estamos tan incómodos en este tipo de superficie”.
“La pista se adapta bien a nosotros y no hace a Francia mucho más favorita”, le siguió Bautista, que en los últimos dos meses se ha enfrentado a una lesión en la ingle y a problemas gástricos. “Llevo muchas semanas de entrenamientos duros detrás. Las sensaciones son buenas”, añadió el castellonense, que solo ha podido jugar dos torneos desde junio. “Ahora falta que el partido de mañana salga bien y que saquemos la eliminatoria adelante”.
Meses antes de la serie, Francia preparó una trampa pensando exclusivamente en Nadal. En consecuencia, los locales decidieron jugar en una pista bajo techo y rapidísima, de bote muy bajo, perfecta para el juego de ataque y poco amigable con el tenis del campeón de 17 grandes. Días atrás, sin embargo, Les Bleus se encontraron con la baja del mallorquín y se frotaron las manos con fuerza: de aspirantes a favoritos en un minuto.
“Llevábamos meses pensando en Nadal”, reconoció Yannick Noah, el capitán francés. “Que Rafa estuviese con España era complicado para nosotros, pero aún así tienen un buen equipo. Son un grupo homogéneo, con gente joven y experta. En cualquier caso, tengo un equipo muy motivado para alcanzar la final”.
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