Nadal llega a las 1000 victorias remontando a Feliciano en París
Un mes después de ganar Roland Garros, el número dos sufre (4-6, 7-6, 6-4 a López) para superar su estreno en el último Masters 1000 de la temporada.
4 noviembre, 2020 21:16Para celebrar las 1000 victorias en su carrera, Rafael Nadal tuvo que ir al límite y remontar una tarde que se le había puesto muy complicada. En la segunda ronda del Masters 1000 de París-Bercy, su primer encuentro desde que conquistó Roland Garros por decimotercera vez el pasado mes de octubre, el español superó 4-6, 7-6, 6-4 a Feliciano López y avanzó a octavos abrazado a otro hito asombroso: si ganar un partido es complicado, llevarse 1000 parece algo de otro planeta que solo han logrado Jimmy Connors (1274), Roger Federer (1242), Ivan Lendl (1068) y Nadal. [Narración y estadísticas]
“Llego a un número que es especial”, dijo el español a los periodistas después de la victoria. “Cada una ha tenido su importancia. Estoy feliz por ello. Es una satisfacción para mí porque he hecho las cosas muy bien durante muchos años”, prosiguió. “Los resultados me dicen que no soy demasiado viejo porque sigo siendo competitivo. Es un deporte en el que se pierde casi cada semana, vivimos permanente con la victoria y la derrota. Aceptar las dos nos ayuda a poder competir de una manera mejor”.
López arrancó pegándole durísimo a la pelota, tirando con todo. Esa decisión, sumada al ritmo tibio de Nadal, le llevaron hasta un break inicial (1-0) que el mallorquín entregó con una doble falta. Desde ese momento, a Feliciano le valió con ir manteniendo sus turnos de saque para gestionar la ventaja y hacerse con la primera manga sin problemas, únicamente presionado al enfrentarse a una pelota de rotura cuando buscaba el 3-1.
A los 39 años, y con todo hecho, López disputó una primera manga a la altura de su mejor versión que subrayó por qué sigue jugando a esa edad: el español, un pura clase enamorado de la competición, tiene armas de sobra para mantenerse en activo, más aún en una pista cubierta como la de París. Si el físico le respeta, como ha ocurrido hasta ahora, no hay motivos para que López piense en dejarlo, y el duelo que disputó frente al balear le sirve como buen ejemplo.
Al despertar de Nadal en el partido contestó Feliciano aguantando, salvando dos pelotas de break con 1-2 y otras tres con 2-3. Llegados a ese momento, y como consecuencia de las oportunidades perdidas durante la última media hora, los nervios habían invadido la cabeza del campeón de 20 grandes, emborronando su propuesta (muchos errores no forzados con la derecha) y quitándole fiabilidad en el cuerpo a cuerpo con su contrario.
Así y todo, Nadal es Nadal, y eso muchas veces pesa demasiado. Sin terminar de soltarse, el mallorquín llegó al tie-break del segundo set y se jugó su continuidad en el partido en la peor situación posible: ante un sacador en un desempate disputado bajo techo. Frente a eso, victoria.
Que el número dos saliese adelante le abrió las puertas del triunfo, lógicamente. Si Feliciano esperaba que Nadal dudase en el desempate, posiblemente lo lógico según había transcurrido el duelo hasta entonces, el toledano se encontró con un oponente que le clavó un par de saques directos en esos instantes cruciales y empató el encuentro. Con esa confianza, el número dos encaró el set decisivo con un break que mantuvo hasta levantar los brazos victorioso, abrazado a las 1000 victorias.
“La clave es jugar muy bien durante mucho tiempo”, dijo luego Nadal. “No hay otra opción. En mi caso personal, me he enfrentado a momentos difíciles, con varias lesiones largas y complicadas”, recordó. “Siempre ha mantenido la ilusión y la pasión pro seguir adelante. Y he tenido a las personas adecuadas en todo momento, que me han ayudado a sobrevivir a todo eso”.